Diputados asestan duro golpe al gremio periodí­stico

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Uno por Uno | íngel Ramí­rez Hernández
Payoobisponews.com

¡Indefenso! Así­ quedó el gremio de periodistas y activistas del estado tras la abrogación que hiciera la XV Legislatura del Congreso de Quintana Roo de la Ley Estatal para la Protección de Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas.

El argumento principal que esgrimieron diputados y diputadas locales para abrogarla fue demasiado vano. Entre los que recuerdo por su ligereza, es que desde su promulgación decretada en el 2015  la ley fue ”ampliamente» seí±alada y criticada por diversos sectores de la sociedad, periodistas sobre todo que se dijeron perseguidos por el gobierno de Roberto Borge Angulo, de ahí­ el sobrenombre de la mal llamada ”Ley Borge».

Muchos de estos reporteros, algunos que han vivido toda su vida a expensas de las esferas del poder, argumentaron que la ley no era más que una simulación de Roberto Borge por sus constantes ataques contra la libertad de expresión y de quienes la ejercí­an, reporteros, medios de comunicación, etc.

Ese fue el motivo para que el pasado 30 de junio el gobernador del estado Carlos Joaquí­n González presentara la propuesta de abrogación de la ley que la XV Legislatura borró de golpe y plumazo el pasado viernes 15 de diciembre, expresando que no se habí­a puesto en marcha ante la falta de interés del gobierno. Lo que no dijeron los diputados Eduardo Lorenzo Martí­nez Arcila, Mayuli Martí­nez Simón, Eugenia Guadalupe Solí­s Salazar, esposa del panista René Cí­cero Ordoí±ez, y Laura Beristain Navarrete, que tanto la legislatura pasada como esta desacataron una orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para corregir algunos apartados de esta ley, impugnados por Articulo 19, una agrupación nacional de periodistas.

Argumentaron que no tení­a razón de ser porque existe un Mecanismo Federal para la Protección de Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas que contempla una Unidad Estatal en Quintana Roo, un simple enlace con la nacional que no cuenta ni con consejeros, ni con personas defensoras de los derechos humanos, ni mucho menos periodistas en su conformación, puro funcionario, ¡la iglesia en manos de Lutero!.

A los reporteros, agrupaciones y Colegio de periodistas y comunicadores de Quintana Roo que por aí±os trabajamos por un instrumento de protección del gremio no nos queda más que la verdad histórica de que construimos una Ley para la Protección de Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, hecha por nosotros mismos y que fue abrogada por simple revanchismo polí­tico auspiciado por periodistas esquiroles que por suerte no fueron 100, fueron mucho pero mucho menos. Cuando la realidad les reclame a los diputados su garrafal error al abrogar la ley, será la verdad histórica la que salga a nuestro favor.

El Congreso cree que un mecanismo de protección a periodistas y defensores de los derechos humanos se hará cargo de nuestra protección, cuando la semana pasada diputados federales aprobaron la modificación al Código Civil Federal, fracción I del artí­culo 1916, con el cual nos ponen mordaza, castigan al ciudadano común y corriente que en pleno ejercicio de la libertad de expresión cause descrédito, deshonra en perjuicio de alguien con alguna publicación, verdadera o falsa, es decir, no podremos escribir nada contra un funcionario o polí­tico aunque sea verdad porque viene la represión. Ese es el sistema polí­tico mexicano que dice Mayuli, Eugenia Solí­s, la Beristain y Lorenzo Martí­nez Arcila y sus compinches debemos de creer que nos defenderá. No pos sí­, nos va a proteger un sistema al que se le acusa de perseguir y callar periodistas.

Y mire, le repito lo que en otras entregas le he dicho, cuando se quiere perseguir o callar a un periodista, nada, de verdad nada ni nadie nos va a proteger; pero más vale tener mecanismos de protección que no tenerlos, y más vale que nosotros mismos busquemos  y construyamos opciones legales reales y no las simulaciones de siempre.

Graciela Machuca

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