Palabra de Antí­gona, 44 mil familias afectadas en un tí­pico albazo

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El 10 de mayo de 1986, el entonces presidente Miguel de la Madrid con su ”mano amiga», que poco antes habí­a ofrecido a los obreros mexicanos, de un plumazo dejó sin empleo a 10 mil obreros de la Fundidora de Monterrey, la medida impactó la sobrevivencia de 50 mil personas en la Sultana del Norte.

La madrugada del 9 de mayo, las puertas de la Maestranza en Monterrey fueron cerradas de modo que no pudieran ingresar al nuevo turno los obreros. Se dieron contra la pared, no lo creí­an, eran militantes de la sección 67 del Sindicato Minero Metalúrgico, una de las más combativas.

Aunque, lo de la Maestranza fue un tremendo golpe a la inteligencia que todaví­a me hace temblar, no es comparable con lo del ”sabadazo» del 10 de octubre, donde sin ambages se usa a la fuerza pública para cegar 95 aí±os de historia laboral, la fuerza pública utilizada contra quiénes se oponen a Felipe Calderón, bayonetas y violencia institucional para quiénes levanten la cabeza.

¿Qué sigue?

El impacto en Nuevo León fue tremendo. Un aí±o después las liquidaciones se habí­an hecho agua. Un digno obrero se habí­a convertido en el dueí±o de un depósito de cervezas, por ejemplo. Unas 50 mil personas habí­an perdido su medio de subsistencia. Nadie me lo contó, vi la desesperación dentro de las casas, documenté los suicidios y también el alcoholismo y la desgracia.

¿Qué no aprenderemos? El golpe, el asalto, el albazo contra los trabajadores de la Compaí±í­a de Luz y Fuerza del Centro -la que nacionalizó Adolfo López Mateos en 1963 – se ha cobrado en octubre 2009 el último bastión del sindicalismo de la Revolución Mexicana.

Nadie puede negar los vicios, las dificultades, los desniveles en productividad ¿Pero era sólo responsabilidad de los dueí±os de la materia de trabajo? o simplemente se trata de que tengamos en Los Pinos a un vengador al estilo de la Alemania Fascista que persiguió su propia estirpe, su filosofí­a y su arte, su puntal en el mundo, el de la civilización.

¡Y claro, faltaba más¡¡ Ahí­ estaban en la pantalla los testaferros, los televisos que el miércoles sesudamente se adhirieron al asalto en que se ordenó la extinción de la empresa. Convalidando los hechos que nos devuelven imágenes de terror: los comandos de la Policí­a Federal que arrancó de sus lugares de trabajo a quién sabe cuántos trabajadores y trabajadoras. Y se habla de algunas acciones violentas.

¡Al fin, habí­a que castigar a los trabajadores de esta manera, enviándonos un mensaje perverso! El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) cuyos militantes -obreros y empleadas de todas clases- está en su último respiro. El SME que cometió el grave pecado de encabezar en 1913 la primera y única huelga general en México, cuyos lí­deres fueron apresados por Venustiano Carranza, esos de ayer y de hoy, a quienes se les formó un juicio de guerra y se les amenazó con fusilarlos.

Es, sin duda el poder, la fuerza del Estado que no dialoga, porque en su infinita incapacidad no tiene más que un general sin uniforme en la casa presidencial. Un alfil parecido a Fouchè con el nombre de Genaro Garcí­a Luna. Una base social: los medios de comunicación, donde concursan las periodistas como Denisse Marker que explicó muy bien el miércoles anterior que la Compaí±í­a de Luz era inoperante y que costaba al erario público 30 mil millones de pesos.

Y fue asalto -igual que en Honduras- porque se hizo sin aviso, igualito que a Samuel Zelaya lo sacaron de su cama. Sabadazo, dice un editorial de un diario ”al mejor estilo del priismo».

Se trata en sí­ntesis de un presidente bajo sospecha que se declaró Presidente del Empleo que dejará sin éste a 44 mil trabajadores, algo así­ como 220 mil personas sin sustento, en acciones bajo la sombra de un sábado por la noche, cuando la población descansa, en fin de semana, cuando no se puede instalar de inmediato el Congreso y donde habí­a un acuerdo.

¿De verdad quiere ser presidenta de la República Beatriz Paredes la flamante dirigenta del PRI? Una más en la cadena de complicidad o Manlio Fabio Beltrones, el hombre tras el trono.

La muerte anunciada del SME, la encabezó Carlos Salinas de Gortari quien una noche de discusión salarial les dijo que terminarí­a con ellos, allá por 1987, cuando el sindicato hizo una huelga calificada de administrativa y que no suspendió ni un segundo el fluido eléctrico.

Ahora ¿temí­an la violencia? Tras arrebatarles la famosa toma de nota. El SME sin representación legal, alegarán en el proceso que sigue.

Este fue un asunto preparado por el porro Javier Lozano Alarcón, a cargo de la Secretarí­a del Trabajo. No hay que olvidar su guerra contra los mineros, digo los trabajadores golpeando su institucionalidad.

Esto es ya una provocación, un golpe de mano, calificaron los dirigentes del SME . ¿Qué sigue? ¿Quién? y ¿en qué otro sindicato se cerrará la puerta? Los seí±ores del poder son como el Zar de Rusia en 1905 o como Salinas de Gortari ni ven ni oyen. Se les puede aparecer un espanto.

El decreto que extingue a la Compaí±í­a de Luz y Fuerza del Centro, establece que todos los trabajadores serán liquidados de acuerdo con la ley, dicen los funcionarios que podrán recontratarse con otra empresa, la Comisión Federal de Electricidad; dicen que están seguras las pensiones de los jubilados , eso dicen ¿quién les cree? Es apenas el comienzo de una gran desgracia a la que habrí­a que oponer ciudadaní­a y participación. ¿Quién dice yo?

saralovera@yahoo.com.mx

Nota publicada en mujeres.net

Graciela Machuca

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