La independenca verde de Quintana Roo

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La voz del campo más experimentada fue la del agricultor Emilio Alamilla. í‰l dijo:

”Concientizar así­ a nuestra gente, ha cambiado al campo. Ahora es productivo. Ya cambiamos de ir a tumbar y quemar. Ya contribuimos a la reforestación y se lo inculcamos a nuestros hijos para que no sigan devastando la tierra que es de nosotros. Dejamos de tumbar y triplicamos nuestra producción. Nuestros hijos ya no vienen aquí­ (Cancún) y no van tampoco a Estados Unidos a buscar trabajo. Estamos vinculando en armoní­a nuestro trabajo y nuestra familia».

Mientras que, en el puerto de Rotterdam (el más grande de Europa y el segundo del mundo después de Singapur), se descargan cada semana cerca de dos mil cajas de chile habanero exportado desde el centro de Quintana Roo, en las facturas de los hoteleros que operan al norte del mismo estado, las compras de este y otros productos cosechados por los agricultores locales, no alcanzan ni el 0.7% anual. Quintana Roo se sobrepone a las constantes crisis y vaivenes en la industria turí­stica -de la que depende casi exclusivamente-, entre tanto, en el centro y sur de la entidad se consolida la alternativa más inmediata y efectiva para que diversifique su economí­a y recupere independencia. Ahí­, en el campo, los agricultores han logrado colocar sus productos en los mercados de México, Estados Unidos y Europa. Sin embargo, en el norte de Quintana Roo las grandes cadenas hoteleras facturan compras por cinco mil millones de dólares al aí±o, de las cuales, mil millones corresponden a hortalizas que surten principalmente del interior del paí­s o importan desde el extranjero. ”De esas compras ni siquiera el 0.7% son productos cosechados en la entidad», precisó el secretario estatal de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indí­gena, Gabriel Mendicuti. En su reciente participación en el panel Estado de los Estados que conduce la periodista Lilia Arellano por Canal 10 de televisión, Mendicuti dijo: ”Uno de nuestros retos es lograr la vinculación de los productores del sur y centro con la zona norte del estado». Esa labor le corresponde, sobre todo, al director de los Invernaderos Sociales, Samuel Chávez, quien confirmó haber logrado el primer acercamiento con el Grupo Palace, del hotelero José Chapur, y pidió a esta revista difundir el teléfono de Hidroponí­a Maya, 983 834 08 42 con extensión 114, para que cualquier productor, desde el más pequeí±o hasta el más grande, se comunique a fin de ampliar el censo y vincularlos ”para conseguir más por el valor de sus cosechas», dijo. La voz del campo o la experiencia, Jorge Del Toro es director general de Hidroponí­a Maya. í‰l retomó el proyecto después de que fue iniciado entre sospechas y cuestionamientos durante el anterior sexenio de Joaquí­n Hendricks. Del Toro se centra, sin embargo, en lo rescatable y no opina de lo anterior.

”No partimos de cero —dijo- primero buscamos a los técnicos que ya habí­an trabajado en el proyecto y capacitamos a la gente de la región, porque en una zona tropical donde las temperaturas oscilan entre los 38 y 40 grados, se dificulta el manejo de los cultivos. Después fortalecimos los sembradí­os de hortalizas y generamos confianza en los mercados con nuestras producciones de chile habanero, papaya maradol, pepino y cí­tricos».

Como uno de los resultados de este proyecto que integra a varias comunidades de Felipe Carrillo Puerto y José Marí­a Morelos, están las más de dos mil toneladas de habanero que se exportan anualmente a mercados del paí­s y de Estados Unidos, principalmente a Los íngeles, Nueva York, San Diego y Miami, y casi al mismo tonelaje llega también cada aí±o a los puertos de Europa, como Rotterdam (en los Paí­ses Bajos), y otros de Alemania, Francia e Italia. ”Descubrimos que en esos paí­ses hay un amplio sector africano con gran demanda de este producto». Aparte de Del Toro, la voz del campo más experimentada fue la del agricultor Emilio Alamilla. í‰l dijo: ”Concientizar así­ a nuestra gente, ha cambiado al campo. Ahora es productivo. Ya cambiamos de ir a tumbar y quemar. Ya contribuimos a la reforestación y se lo inculcamos a nuestros hijos para que no sigan devastando la tierra que es de nosotros. Dejamos de tumbar y triplicamos nuestra producción. Nuestros hijos ya no vienen aquí­ (Cancún) y no van tampoco a Estados Unidos a buscar trabajo. Estamos vinculando en armoní­a nuestro trabajo y nuestra familia». Evitará rastro cierre de granjas porcí­colas. Al momento en que el presidente de la Unión de Ganaderos de Quintana Roo, Francisco Tah, declaraba el cierre casi inminente de las granjas porcí­colas de Lázaro Cárdenas, al noreste de Quintana Roo, el secretario estatal de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indí­gena, Gabriel Mendicuti le dio a este medio, en exclusiva, la mejor noticia que podrí­an escuchar: la próxima apertura del rastro TIF (Tipo Inspección Federal) de cerdos en la ciudad de Chetumal, con una inversión de 48 millones de pesos. Y no sólo eso; el funcionario anunció también la instalación, en dos semanas más, de una moderna planta pasteurizadora de leche, importada desde Alemania. Francisco Tah habí­a mencionado que las granjas porcí­colas iban a sacar la producción de este aí±o y después, declararí­an su cierre. Entre las razones, habí­a seí±alado no sólo el aumento en el precio del alimento, sino las dificultades para producir la carne de cerdo, ya que deben enviar a los animales en pie, al rastro de Yucatán; es decir, a un viaje redondo de más de 500 kilómetros en el que pierden peso y calidad. A todo, Mendicuti agregó: ”Tampoco es fácil que coloquen el producto porque no tienen certificado de origen, pero ahora con el rastro TIF podrán competir con menos desventajas». Gloria Palma

Graciela Machuca

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