Todo inicio representa emociones, cosas maravillosas y sobre todo, la ansiedad por vivir todo aquello que no esperamos o que solo soí±amos… iniciar siempre representa lo incierto. Antes de comenzar está el pensar que todo lo podemos manejar, el creer que todo se dará de la forma en cómo lo visualizamos y, sobre todo, en cómo lo queremos.
El 2009 nueve nos dejó muchas enseí±anzas a los que nos consideramos jóvenes y nos creemos emprendedores, a fin de poner más atención a la planeación prospectiva y no creer que sólo el presente es lo único a lo que debemos basarnos para actuar, sino pensar en que maí±ana estaremos pagando las facturas del hoy. Nos dejó también, al ver que nuestro mundo globalizado es cada vez más débil, que el poderí­o de las naciones no nos asegura un futuro prometedor y, sí­ por el contrario, nos demuestra que si las grandes potencias comienzan a tambalearse, los que pagaremos la consecuencia seremos los habitantes de los paí­ses que se encuentran en ví­as de desarrollo. Nos dejó, el saber que los cambios se pueden gestar desde un sólo paí­s, y que un sólo hombre puede causar más revuelo que una guerra en el Golfo Pérsico.

Termina el 2009 e Inicia el 2010, y las cosas parece que serán diferentes al inicio de los aí±os que he vivido en este mundo, no recuerdo un inicio de aí±o como este, con tanta incertidumbre y sin la más mí­nima idea de cómo será el desarrollo de los dí­as, qué cosas viviré y si lograré que esos propósitos de fin de aí±o se conviertan en realidades.

El 2010 se está convirtiendo en un aí±o lleno de emociones (y apenas comienza), emoción por conocer cómo se desarrollará la economí­a de nuestro paí­s y ver las acciones que nuestros compatriotas llevan a cabo para poder sortear las dificultades que se avecinarán; emoción por conocer que tan bien o mal le irá a nuestra selección  en el mundial de futbol; emoción por conocer el curso que llevarán las propuestas de ley que se avecinan en nuestro Congreso local y en el Honorable Congreso de la Unión; emoción por no tener ni la más mí­nima idea de cómo terminará este aí±o que ya quiero vivir; emoción simplemente por vivir cada uno de los 365 dí­as que marca el calendario.

2010 se vislumbra como un aí±o difí­cil, como un aí±o lleno de cosas que muchos no quisiéramos vivir, como un aí±o lleno de cambios que pudieran repercutir en nuestra vida diaria, como un aí±o que traerá problemas a las economí­as locales, como un aí±o que verá la desaparición de muchas compaí±í­as pequeí±as, como un aí±o que deberá hacer que surja desde lo más profundo de nuestro ser la parte más bella, y realicemos acciones que promuevan la unión y propicien el bienestar de los nuestros.

Tantas cosas negativas pudieran observarse de este aí±o que comienza, pero quiero pensar que con todas la dificultades que pudieran vivirse, el 2010 representa esa oportunidad que tanto necesitamos lo mexicanos para demostrar que no somos un paí­s de gente floja, que no somos los ”huevones» de América, que no somos los aprovechados y corruptos del continente, sino que somos seres trabajadores, capaces de dar lo mejor en los momentos que menos se espera, demostrar que somos esos seres llenos de amor por su  patria y que lo demuestran trabajando de manera honrada y dando lo mejor de sí­ en cada dí­a.

Pudiera verse un panorama negro en nuestro inicio de aí±o, pero prefiero pensar que es gris, con la posibilidad de hacer blanco o negro, pero siempre bajo nuestra responsabilidad… si es negro, será por nosotros, si es blanco, también será por nosotros…
2010, con todas esas dudas que se observan, también representa ese aí±o en el que nos podemos sorprender con los sucesos diarios, ese aí±o en el que podemos ver lo increí­ble y vivir lo inimaginable,  representa la oportunidad de hacernos responsables de nuestros actos y ser los mexicanos que tanto soí±amos ser. 2010 representa ¡una oportunidad!

Graciela Machuca

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