En estos tiempos difí­ciles en que el paí­s requiere de sus más valiosos ciudadanos para enfrentar el narcotráfico, la delincuencia, el abuso del poder, la economí­a destrozada, la salud diezmada, la corrupción, el primer lugar en obesidad a nivel  mundial, el asesinato de periodistas, la ingobernabilidad del paí­s, la impunidad de gobernadores y de otros servidores públicos, la pérdida del poder adquisitivo, la economí­a destrozada, etc., en Quintana Roo la lucha por el poder se disputa al seno de todos los partidos. La efervescencia por el deseo de quedarse con la estafeta de la gobernatura impregna a todos aquellos que creen que pueden quedarse con el cargo durante los próximos seis aí±os. Vale la pena analizar aunque sea superficialmente lo que está sucediendo al interior del tricolor, para darse una idea de cómo anda la tormenta veremos como es que los que quieren se enfrentan a un embrollo masoquista que perdurará por lo menos hasta el dí­a del informe del gobernador Félix  González Canto o por lo menos por unos dí­as mas. Quienes aspiran a la próxima candidatura podrí­an ser estos cinco:
Gabriel Mendicuti Lorí­a.

Reconocido empresario, experto en los negocios y poseedor de una carrera polí­tica corta pero importante. Con cargos relevantes como la presidencia municipal de Solidaridad y otros ocupados durante la administración del actual gobernador. En ese municipio le tocó la conformación de uno de los municipios de mayor poder económico en empresas turí­sticas y la explosión demográfica del paí­s. Sus relaciones con fuertes empresarios le podrí­an asegurar la posibilidad de llegar a su aspiración únicamente por el poder económico, si el que manda lo destapa al retiro de la capa el dí­a de la verdad.
Andrés Ruí­z Morcillo.

Actual presidente municipal de Othón P. Blanco. Totalmente desconocido hasta que fue electo como tal. Caracterizado por abarcar mucho con sus promesas y dejar al municipio como se ve, sin popularidad, basta con visitar la zona limí­trofe donde nadie lo conoce salvo unas cuantas personas que le han hecho peticiones como fue el alcalde de Cerro de las Flores, quien le solicitó la construcción de un camino, dicha obra no llega ni a un kilómetro de largo, y la comunidad está tan abandonada como casi todo el municipio. Se rumora que quiere abandonar la presidencia municipal para seguir escalando sin terminar su trabajo.
Carlos Manuel Joaquí­n González.

Contador público egresado de la Universidad de Yucatán. Vivió la mayor parte de su vida en la ciudad blanca, donde aspiró a la gobernatura de Yucatán, tanto incomodó a los yucatecos esta acción que tuvieron que legislar para que la residencia previa al proceso electoral fuera en lugar de 10, 20 aí±os, así­ se le descalificó.

Medio hermano de Pedro Joaquí­n, exgobernador de Quintana Roo e hijo del magnate Nassim Joaquí­n. Es un joven luchador que lleva la incomodidad de apellidarse Joaquí­n, ya que va a estar muy difí­cil superar a Pedro, pero también porque su padre está vinculado a otros partidos como el PAN y el PRD. En Cozumel no es bien visto por los polí­ticos ni por los empresarios, el nativismo es tan fuerte tanto como el de Chetumal. Tiene muy poco tiempo como militante del PRI, ha tenido pocos cargos pero no dejan de ser buenos para su currí­culum, como son los de tesorero y presidente municipal del municipio de solidaridad, diputado federal de Benito Juárez, secretario de turismo con el gobierno de Félix González y otros cargos menores. El problema aquí­ es su impopularidad y sobre todo su impulso familiar.
Como el caso de los dos anteriores, es escasamente conocido.
Roberto Borge. Joven emergido del anonimato, comprometido con las viejas prácticas prií­stas. Pertenece al más fuerte y poderoso cí­rculo económico cozumeleí±o integrado por un grupo de familias denominado ”Nueva Generación», que es al que pertenece el actual gobernador. Al decir del mismo Roberto, es el ”ungido» del gobernador Félix González. Aunque no fue un brillante estudiante del ITESM egresó de él donde estudió Administración de Empresas.
Roberto no tiene ninguna experiencia polí­tica y su currí­culum es tan estrecho que en 2007 fue obligado a publicarlo gracias a la presión realizada por un ciudadano a través del órgano oficial de transparencia. Todo parece indicar que sus cargos como servidor público han sido al vapor, cada uno de tiempo muy corto, solo fueron para fortalecerle el currí­culum más que una preparación larga, digna y formal. Se le ha ido conduciendo y construyendo hacia una candidatura de gobernador como se ve en su comportamiento y en el tipo de eventos y de personas que lo rodean.

En 2005 fue Secretario privado del Gobernador. Tesorero del Gobierno Estatal en 2006. Presidente del PRI dos aí±os más tarde. Candidato y Diputado Federal en 2009. No tiene imagen popular y la que sale a la publicidad es una imagen de marketing originada por quienes desean llevarlo a donde quieren. Carece de preparación en el manejo de la información en los medios de comunicación y tampoco es apto para los debates polí­ticos.
Eduardo E. Espinoza Abuxapqui.

Inició su carrera polí­tica hace 17 aí±os, y desde 1975 pertenece a las filas del PRI, desde donde ha liderado campaí±as municipales, las de gobernadores y una de presidente de la república. Tiene amplia experiencia frente a las masas y medios de comunicación, su facilidad de palabra así­ como sus cualidades de cantante le han permitido acercarse a diferentes grupos sociales en el área urbana tanto como en el rural. Su currí­culum aunque no es ostentoso es extenso e impregnado de maduréz, incluso ha repetido el cargo en varias ocasiones como es el caso de Secretario General del Comité Directivo Estatal del PRI.
Fungió como secretario y posteriormente como Presidente Municipal de Othon P. Blanco, donde goza de gran popularidad. Los cargos de Subsecretario de Gobierno, Secretario de Gobierno y Diputado federal, son los que le abrieron las puertas en diversas secretarí­as federales.
Entre sus compaí±eros da cámara era uno de los más populares, tanto que constantemente recibí­a felicitaciones de ellos por sus compromisos cumplidos y por su tenacidad con que desarrollaba la encomienda.
En el norte del estado como en el sur es ampliamente conocido, en este último es muy apreciado en los sectores rurales, juvenil y femenil.
Eduardo Espinoza actualmente es representante del Gobierno del Estado en el norte de la entidad, lo que no le ha restado popularidad, por el contrario, la gente de Felipe Carrillo Puerto, de José Marí­a Morelos, de otros municipios y ahora los de Benito Juárez lo buscan para brindarle su apoyo como candidato a la gobernatura.
No obstante los golpes bajos que el chetumaleí±o está recibiendo de los demás aspirantes y de servidores públicos, Eduardo no habla mal del gobernador en sus discursos ni siquiera en privado, por el contrario, le ha sido fiel Félix González, ¿Acaso sabrá esto quien dirige los destinos de la entidad?. Su disciplina y la dedicación a su trabajo lo  distinguen siempre.
Sabemos que la decisión del gobernador para la selección de un candidato a la gobernatura es del gobernador mismo. Los acuerdos a los que llegaron él y la dirigente nacional del PRI obviamente no se dieron a conocer, pero recordemos que Beatriz Paredes y Pedro Joaquí­n compartieron curules en cámaras, ambos fueron gobernadores y secretarios federales, son í­ntimos amigos desde entonces, por lo tanto imaginamos por donde van esos acuerdos.
Hasta ahora se conoce que Eduardo Espinoza es quien va a la vanguardia en las encuestas, ya que durante los cargos que ha ocupado los ha concluido, cosa que otros no han hecho. Además de ser chetumaleí±o es una persona que se ha conducido positivamente sin generar conflictos ni escándalos, pero hay un problema, no es el candidato del gobernador. Pero no está del todo perdido, el norte ya empezó a mirar al sur, incluso partidos opositores podrí­an inclinar la balanza hacia este prospecto suereí±o.
De fuente fidedigna se sabe que al gobernador Félix González le está preocupando la fuerza que está alcanzando Eduardo, coincidentemente el equipo felixista está golpeando bajo el agua al leal combatiente prií­sta a través de diversos medios, diversos funcionarios lo están empezado a cercar polí­ticamente, incluso los presidentes municipales como los de Othón P Blanco y Carrillo Puerto. A pesar de no invitarlo a los eventos masivos, pequeí±os o medianos, el gobernador lo tiene alejado de la imagen pública. Esta actitud de quien manda podrí­a verse reflejada contrariamente en alianza con otros partidos a favor de Eduardo, pero después de haber visto el cochinero que se traen los prií­stas, perredistas y panistas con el secretario de gobernación, ya nadie les cree a los dirigentes nacionales, sólo ellos saben que hay dentro de su cí­rculo polí­tico.
Así­ es que los que quieren en Quintana Roo seguirán sufriendo al menos por unas semanas, más mientras así­ se seguirá fortaleciendo el famoso Eduardo Espinoza Abuxapqui.

Graciela Machuca

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