¿Cómo será este aí±o?, ¿Qué nuevas experiencias viviré? ¿Qué cambios se presentarán en mi vida?… Estás y muchí­simas más preguntas se aglutinaron en mi mente al pensar en el 2011; un aí±o que, supongo y espero, traerá grandes cambios a mi vida y a mi entorno, muchas cosas dejarán de ser como las estoy viviendo en este momento, sin embargo, espero sean de lo mejor.
Es muy complicado escribir sobre algo que no se ha vivido y, mientras lo intentaba, fui recordando cómo me habí­a sentido cada inicio de aí±o desde que ingrese a mis dos últimos semestres de la normal (en Bacalar y eso ya hace alguno ayeres), los recuerdos fueron algo aterradores y perturbadores, bueno en realidad no eran lo que esperaba, pero creo que exagero al darles el mote de ”perturbadores y aterradores».
Cada aí±o que comenzaba, esperaba que fuera el mejor de los aí±os de mi vida, el que marcara todo lo que tení­a y fuera inolvidable. Es decir, poní­a todas mis esperanzas en ese aí±o y en lo que la vida me pudiera deparar, como si el simple hecho de desear las cosas me permitiera alcanzar lo aí±orado.
También me di cuenta que, cada aí±o, pensaba en no cometer los mismos errores de aí±os anteriores y hacer casi perfecta mi vida; sin embargo, al parecer sufro de algún tipo de alteración en mis procesos cognitivos y afectivos, eso o carezco de memoria ya que, no solo repetí­a muchos de los errores que cometí­a los aí±os anteriores, sino que los renovaba y agregaba nuevos para tener un repertorio más amplio. Es decir, cada aí±o que comenzaba parecí­a que cometí­a más errores que en aí±os anteriores.
Otra de las cosas que vino a mi mente mientras hacia el ejercicio mental de recordar mis inicios de aí±o, fue el hecho de que siempre deseaba que la vida a lado de mis amigos no cambiara, inclusive me inventaba historias en las que viví­amos felices y contentos mientras nuestros hijos correteaban por los jardines de nuestras casas y nosotros degustábamos grandes y deliciosas raciones de comidas y bebidas en un domingo cualquiera. ¡¡¡Ah!!! Como soí±aba con mantener siempre cerca a las amistades, sin embargo, conforme trascurrí­a el aí±o, me daba cuenta que eso era casi imposible si, además, se pretendí­a cambiar de aires laborales o educativos.
Pude recordar cómo cada inicio de aí±o hacia una lista interminable de objetivos que no podí­an ser eliminados por nada del mundo, que debí­a cumplirse a como diera lugar y costara lo que costara, que eran la prioridad y por lo tanto, no importaba lo que se dejará a un lado o lo que tuviera que ser sacrificado. Hoy me doy cuenta que algunas cosas no eran tan prioritarias, sin embargo, fueron decisiones ya y hoy solo me general sonrisas al recordar que tipo de prioridades tení­a en mi vida.
Después de ese ejercicio mental que me permitió recordar, también,algunas cosas que no mencionare debido a que es una revista de tipo familiar, pude sonreí­r y escribir algunas cosas sobre lo que espero para este 2011 y que a continuación comparto con ustedes queridos lectores:
-Me gustarí­a contar con vida y salud suficiente para ver el fin de aí±o, después de todo, conforme pasa el tiempo más me doy cuenta que en cualquier momento se acaba. Sin salud es más difí­cil disfrutar de las maravillas de la vida.
-Compartir con la familia momentos que sean importantes, se que será difí­cil que sean muchos debido a la distancia fí­sica que nos separa, pero al menos aprovechar las nuevas tecnologí­as para este deseo.
-Me gustarí­a realizarme en los aspectos personales en los que aun no he incursionado, en esos en los que se requiere compartir mucho más que un espacio fí­sico con otra persona.
-Quisiera seguir rodeado de la gente maravillosa que hoy me rodea, sin embargo, si por alguna razón no lo puedo hacer, quisiera saber que las disfrute y ellas disfrutaron lo mejor.
-Contar con un empleo que me permita vivir adecuadamente (y si es posible holgadamente), y disfrutar lo que hago, tratar de no quejarme, después de todo debo estar agradecido de que tengo un empleo y que lo puedo desempeí±ar.
-Contar con la paciencia, la inteligencia y la humildad para aceptar y disfrutar todo lo que se dé y lo que, por alguna razón, no se logre dar.
Estas son algunas de las cosas que vinieron a mi mente mientras pensaba en este nuevo aí±o que comienza, este aí±o que nos brinda una nueva oportunidad para hacer cosas que no hicimos o que creí­mos que no hicimos de la mejor manera.Aprovechemos este 2011 y ¡FELIZ Aí‘O NUEVO A TODOS!… ahora, a vivir.

Dr. Eduardo Ariel Herrera Avila

Graciela Machuca

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