Mujeres y polí­tica. Sara LoveraDeseándole toda la felicidad a Fer y Yobed

Soledad JARQUíN EDGAR

Con una disculpa porque hablaré en tono personal y eso no es bueno en el periodismo, pero se trata de mi maestra de periodismo de la condición social de las mujeres, Sara Lovera, quien este 8 de marzo fue reconocida con el premio Hermila Galindo, otorgado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, por su trabajo indiscutible. Sara Lovera tiene más de 40 aí±os en el ejercicio de informar. Llegó a la redacción de El Dí­a, cuando apenas tení­a 18 aí±os o estaba por cumplirlos. Era el aí±o de 1968, como estudiante de periodismo en la Escuela Carlos Septién Garcí­a habí­a participado junto con sus compaí±eros en la protesta estudiantil de aquel octubre en la Plaza de las Tres Culturas y milagrosamente salió bien librada, gracias a que otro periodista la protegió. Como reportera entrevistó a personajes muy diversos y de todos los ámbitos del quehacer humano, desde David Alfaro Siqueiros, su primera entrevista, hasta presidentes, premios nobeles y cientí­ficos y todos los dirigentes sociales y laborales que una pueda imaginar. Dirigió el suplemento feminista La Doblejornada y como ejemplo de ella nacieron en el paí­s otros 80 suplementos, entre ellos Las Caracolas que desde hace casi 14 aí±os edita El Imparcial. La historia de Sara Lovera es muy interesante. De la redacción la enviaban a casa de Adelina Zendejas, (pionera de periodismo de género, historiadora y, por supuesto, feminista) quien a propósito le decí­a que debí­a esperar en su biblioteca donde previamente le habí­a dado una serie de lecturas. Fue Adelina Zendejas quien la llevó a mirar a las mujeres y a hacer ese periodismo al que Sara le ha dedicado su vida profesional en las buenas y en las malas, convirtiéndose en una férrea activista a favor de los derechos humanos. Su trabajo la ha llevado a caminar todo el paí­s o casi todo el paí­s y una gran cantidad de naciones. Denunciando la barbarie de la misoginia y el machismo, los constantes episodios de violencia contra las mujeres, una historia que escribió y reescribió en varias ocasiones desde el sur hasta el norte del paí­s. Su trabajo, ha visibilizado también los muchos triunfos de las mujeres, los sueí±os individuales que se hacen realidades colectivas. Pero lo más importante que ha hecho Sara Lovera ha sido, sin duda, su generosidad, su actitud de compartir lo que sabe. Así­, caminó el paí­s entero, ciudad tras ciudad buscando a las periodistas, así­ nos encontró y nos llevó a crear redes de periodistas comprometidas con el quehacer de las mujeres. Su idea se ha replicado en otras naciones de este continente, de Europa y ífrica. Sonia del Valle, una de las periodistas más destacadas de este paí­s, seí±ala que Sara Lovera le puso la ”A» a las noticias en México y sin duda no se equivocó. Sara Lovera aprendió muy bien ese método y todas las que hemos sido sus alumnas extra escuela hemos ido a parar a su biblioteca y hemos recibido de ellas varias docenas de libros de los cuales luego nos pregunta. Las conversaciones con esta periodista son siempre interesantes y muy aleccionadoras. Tantas experiencias en una sola persona que yo siempre le insisto que debe escribir un libro, porque hay que decirlo, hay muchas mujeres descritas por ella a lo largo 44 aí±os. Somos muchas las periodistas que reaprendimos a hacer periodismo a través de sus lecciones, y es que no puede haber periodismo si éste solo refleja una parte de la realidad y no toda la realidad.

Graciela Machuca

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