Playa Ballenas, en riesgo de perderse en Cancun

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poresto.net

Uno de los más deprimentes accesos a playa pública se encuentra en Ballenas, ubicada en el kilómetro 14.5 de la zona hotelera y que corre el riesgo de privatizarse, al haber quedado prácticamente encajada entre hoteles, con apenas una estrecha franja de menos de 50 metros de frente que incluso carece de torre de guardavidas, como si a las mismas autoridades municipales no les importase la seguridad de los baí±istas que no se alojan en ningún centro de hospedaje.
Atrapada entre el antiguo Cancún Palace, hoy y la construcción a punto de terminar del hotel Secrets The Vine, donde en dí­as pasados se suscitó un accidente con el saldo de 11 trabajadores lesionados, Ballenas ha quedado relegada y son pocos los turistas que la frecuentan.
Además de su terrible acceso, no hay un solo servicio para los usuarios que no se alberguen en los hoteles aledaí±os, salvo un negocio de renta de motos acuáticas cuyos clientes principales, por no decir los únicos, son los turistas alojados en los centros de hospedaje; baí±os, regaderas y tiendas en las cercaní­as, donde los usuarios puedan adquirir aunque sea un refresco o una botana, son inexistentes.
Entre los usuarios de la localidad y los ambulantes que, como plaga, recorren los arenales en un intento de vender sus productos, existe el temor de que una vez finalice la construcción del Secret The Vine la cadena hotelera privatice la playa y cierre el acceso, como ya se ha hecho aí±os atrás con las entradas de otros balnearios públicos; si esto llegase a suceder, los cancunenses perderí­an otro espacio para solaz y disfrute del mar en la zona hotelera.
Por lo general el oleaje suele ser bastante fuerte, incluso en los dí­as de mayor bonanza, al encontrarse en mar abierto, sin contar con que la corriente es bastante traicionera, pese a lo cual la dirección de Protección Civil no tiene considerados guardavidas en este balneario, donde la vigilancia, cuando la hay, corre a cargo de dos elementos de Bomberos.
A mediados del aí±o pasado se levantó una pequeí±a torre metálica en el espacio público, donde no habí­a un lugar en el que los guardavidas pudieran instalarse; pero en febrero la torre cayó ví­ctima de un mal tiempo y hasta la fecha no ha vuelto a colocarse, con lo que los baí±istas que llegan por su cuenta carecen de seguridad, misma que les brindan los elementos contratados por los hoteles para tal fin, quienes obviamente priorizarí­an a sus huéspedes si llegase a suceder que dos baí±istas tuvieran problemas a la vez y uno de ellos no fuera cliente del centro de hospedaje.
Los bomberos llegan alrededor del mediodí­a, cuando se aparecen, y a primeras horas de la maí±ana la vigilancia corre a cargo de los guardavidas de los hoteles cercanos; de hecho, la torre del Hard Rock se encuentra prácticamente pegada al acceso principal y único para el público en general.
El estacionamiento se encuentra en la calle Ballenas, de la que el balneario adoptó el nombre, pero por lo general los usuarios no suelen encontrar espacios libres, por lo que se ven obligados a dejar sus vehí­culos sobre la empinada pendiente que es su acceso, tan destruida por los trabajos de construcción del Secrets The Vine, que representa toda una proeza llegar hasta allá.
Sin contar con que a los mismos capataces de la obra a punto de concluir parece molestarles que los particulares dejen sus automóviles en el acceso… o al menos eso es lo que reflejan las caras de pocos amigos con las que miran a los turistas y locales que optan por instalarse en Ballenas.
De hecho, son muy pocos los baí±istas que eligen esta playa para disfrutar de unas horas de esparcimiento al aire libre, precisamente por las pésimas condiciones de su entrada, donde incluso se forman grandes depósitos de lodo cuando llueve que demoran varios dí­as en desaparecer.
No obstante, con las vacaciones de verano se observó una mediana afluencia de usuarios en Ballenas, tanto locales como turistas nacionales, tal y como reflejaban las placas de los vehí­culos que, a pesar del terrible acceso, quedaron estacionados sobre la entrada, concretamente en la colindancia con el hotel Hard Rock.
Se platicó con la familia Zamudio ívila, oriunda de Veracruz, la cual se hospeda en un hotel del centro de la ciudad, misma que manifestó su molestia por las condiciones de la playa.
”El paisaje es muy bonito y la playa está bastante bien, pero la entrada es horrible, supongo que será porque se está construyendo ese hotel; vinimos aquí­ porque unos amigos que estuvieron en Cancún hace unos aí±os nos la recomendaron, dijeron que es muy tranquila y no demasiado concurrida, pero la verdad es que nos ha decepcionado mucho, no hay nada, ni baí±os ni siquiera un comercio en el que comprar», expresó Guillermo Zamudio Rodrí­guez.
Aí±adió que confí­a en que cuando la obra concluya se reparará el acceso, que hoy por hoy no refleja una imagen digna de nuestro destino.

Graciela Machuca

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