La obsesión: emoción malsana que destruye a los seres humanos
Las enfermedades emocionales hacen el mismo daí±o que las físicas
Graciela Machuca
Todo inicio entre una joven de 19 y un joven de 22 aí±os, él la jaloneaba y ella le gritaba que la dejara en paz, gritos tormentosos de la chica, ante la vista de varios compaí±eros que angustiados observaron la escena, sin embargo decidieron respetar y alejarse por que sabían que tenían una relación de ”noviazgo» aunque ahora que su compaí±era esta hospitalizada por haber sido herida con un arma punzo cortante por el joven que puso en riesgo su vida, tienen sentimiento de culpabilidad por no haber atendido en apoyo a su compaí±era.
Todo inicio cuando la chica se negaba a continuar una relación, aunque él estaba convencido de tener el derecho de imponer sus impulsos emocionales a los sentimientos de la chica; tanto así que planeó llevar una navaja a la escuela para apuí±alarla a ella y luego supuestamente suicidarse con un ”si no eres mía no serás de nadie».
Ellos los que vieron, al no intervenir y permanecer indiferentes, o consideraron un hecho normal la violencia en una pareja no entienden, tampoco ella entiende la gravedad de los hechos; como tampoco parecen entenderlo las autoridades universitarias que en un comunicado seí±alaron el ataque mortal como ”un asunto de carácter privado».
La violencia en el noviazgo no es un asunto privado, sino un problema de salud pública y educación, que ocasiones como esta, termina en causas penales. Y están llenas las cárceles de acusad@s por ”intento de homicidio en grado de tentativa» y cuando dan su ”mochada» se les consigna como lesiones o simplemente ”violencia familiar» con el argumento de que ella lo provoco….y así la espiral de la violencia asciende los porcentajes que solo sirven para justificar presupuestos por que de prevención nunca se habla.
No es cosa menor que tres de cada diez adolescentes denuncian que sufren violencia durante el noviazgo y el 90 por ciento de las mujeres que denuncian violencia grave en el matrimonio admiten que habían vivido agresiones, psicológicas y físicas desde antes de casarse, pero que siempre creyeron que su pareja cambiaría porque así se los prometió.
Desde 1980, en México se llevan a cabo encuestas serias para medir los niveles de violencia en el noviazgo, a pesar de ellos pocas universidades tienen programas que la visibilicen y la acoten para que el estudiantado comprenda y asimile que resulta inaceptable. En nuestro país, el 76 por ciento de las y los mexicanos de entre 15 y 24 aí±os con relaciones de pareja, han sufrido agresiones psicológicas, 15 por ciento han sido víctima de violencia física y 16 por ciento, en su mayoría mujeres, han sido víctimas de al menos un ataque sexual.
La confusión entre violencia y amor es una patología en una buena parte de nuestra sociedad.
¿Cómo diferenciar el amor de la obsesión?
Entiéndase obsesión a la emoción malsana, iresponsable, patológica y enfermiza en las relaciones sin salida, es simple saberlo ¿Te sientes querida, amada y respetada? ¿Te apoya y comprende tu pareja? ¿Sientes más energía para vivir o te la quita?
Si no hay comprensión, apoyo para un proyecto de vida y respeto mutuo, no hay que engaí±arse: no es amor. Es baja autoestima. En realidad, por una extraí±a razón, atraemos a personas que están en sintonía con nuestros pensamientos dominantes no sanos. Y si nuestros pensamientos son negativos, de baja autoestima… con seguridad es que atraigas a personas con los mismos características. Cuando se tiene baja autoestima, se encuentra el sentido de la vida en el conflicto y solo traerás contigo conflictos que terminarán en ocasionarte un caos.
Como no consigues la atención de nadie, descubres que en el conflicto puedes hacer sentir al otro culpable y recibir carií±o. Y llamas la atención. Es por eso que te haces adicta a las relaciones destructivas. En la pelea se llama la atención del otro. Esto es daí±ino. Y no es amor. Tiene que encontrarse un@ mism@ lo que realmente motive. Tiene que mejorar la autoestima. para dar la bienvenida a una nueva relación que esté en sintonía con una nueva forma de ver la vida.
Muchas veces el ocio nos lleva a desviarnos de los positivos planes de vida y a construir una obsesión, ”es que sí lo amo». En realidad, es una necesidad egoísta de hacer sufrir a otra persona y que esta nos haga sufrir cayendo así en un circulo vicioso que bien podría llamarse conmiseración.
En Puebla como en casi todas las ciudades de este país pasan a diario situaciones como esta de la Universidad Iberoamericana que ha trascendido y hecho pensar en los ”renglones torcidos» de nuestra sociedad, y hay también grupos de Neuróticos Anónimos en los que podríamos confiar para llevar un control emocional y una vida plena y sin violencia.