Mujeres y polí­tica: Lastrampas de la ley

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Soledad JARQUíN EDGAR

En un paí­s como el nuestro, en una entidad como la nuestra, elaborar ”recetas», con definiciones cientí­ficas, explicaciones de cada uno de los pasos que se deben dar – que pueden ser cinco o más de cien-, como mecanismos para resolver problemáticas donde lo que está en riesgo es la vida de las personas y en especí­fico de las mujeres, simplemente parecen operar en contra de los supuestos objetivos para los que han sido creados.

Un ejemplo concreto y real es que a casi 50 dí­as del asesinato de Dafne Denis Carreí±o Bengochea, el ”presunto» feminicida Alejandro Enrique Rivera López, todaví­a no declara, porque supuestamente está delicado de salud.

Desde el asesinato de Dafne Denis reportado por los medios de comunicación el 10 de abril, la vida de otras siete mujeres han sido terminadas mediante esta violencia en Oaxaca. Pero a nadie parece indignarse de verdad excepto a las propias familias que deben ser ”tolerantes». Eso sin contar el altí­simo número de casos donde los seí±ores asesinos ni siquiera son detenidos. El colmo, es que el presunto responsable de haber apuí±alado en varias ocasiones a Dafne, me refiero a Alejandro Enrique Rivera López, dentro de su departamento, quien amenazó a las vecinas cuando ella pidió auxilio, que fue detenido por policí­as a unos metros del lugar donde habrí­a cometido tan horrendo crimen, con un cuchillo en mano, todaví­a no declara porque está delicado de salud…¿qué tal?

Primero hablaron de defensa propia, luego de que tení­a problemas mentales, luego que está delicado de salud porque el mismo, frente a los policí­as, se lesionó el cuello, pero fue tan benévolo con él mismo como no lo fue con su ex novia…bueno, esas son las trampas de las que debemos hablar, de esos mecanismos de papel que sirven para unos pero no para todos ni mucho menos para todas.

No se trata de vivir en la arbitrariedad, ni de actuar conforme al criterio de una y otra persona, o para satisfacer la voluntad de unos cuantos ni mucho menos los caprichos de un grupo determinado. Pero, a veces, hay tanta falta de funcionalidad en todos los ámbitos de la vida cotidiana, tantos trámites, tanta burocracia que una empieza a sospechar qué detrás de cada uno de estos actos sigue como la vigencia y muestra su mejor estado de salud el patriarcado.

Lo peor, explica la feminista y periodista Sara Lovera, el problema es cómo muchas de esas leyes, esos reglamentos, son hechos para, al final, actuar en contra de nosotras mismas y hoy estamos viviendo esos resultados. Se pidió, porque se pensó que eso resolverí­a el problema se tipificara como delito (autónomo) el feminicidio, pero hoy resulta una muy cómoda camisa, casi hecha a medida de los servidores públicos de todos los niveles y de todos los poderes, que parece que se ponen a limpiar frijoles y a escoger ”este sí­ y este no». Entonces en lugar de 200 casos de asesinatos de mujeres (por cierto los ocurridos en lo que va de esta administración gubernamental de Gabino Cué) se les hará fácil decir que no son tantos, que realmente sólo un porcentaje son feminicidios. ¿Y…? ¿Acaso no están para salvaguardar la vida de las personas?

Para tipificar el feminicidio pasaron aí±os. La primera propuesta sobre el tema fue puesto ante el Congreso local por el Instituto de la Mujer Oaxaqueí±a en tiempos de Ulises Ruiz, hace unos seis aí±os. Finalmente se aprobó en agosto pasado y no la propuesta primera del IMO sino otra propuesta, esta vez elaborada por el nuevo IMO, del IMO del gobierno democrático, que rechaza el autoritarismo… En 2007, la entonces titular del IMO, Norma Reyes Terán, sugirió que se solicitara una alerta de género en la zona triqui, pero nada pasó, como nada pasa ahora.

Las truculencias burocráticas y las ineptitudes de algunos servidores públicos se repiten. Son como magos sacando conejos de sus chisteras para entretener al público. Con toda calma, apareció el más lento de todos los organismos de gobierno, me refiero a la cámara de diputados local —donde desde enero pasado el quehacer principal era buscar presidencias municipales, así­ que las tortugas se volvieron chapulines -.

Este lento aparato de gobierno pidió el 19 de abril a Arturo Peimberg que solicitara la alerta de género para Oaxaca. El aplauso fue generalizado ¡Bravo! ¡Un conejo! El ”ombudsman» tomó nota, consultó el oráculo y  casi ocho dí­a después hizo su tarea, pero… ¡Oh, oh! En lugar de conejo sacó una flor porque el mensaje estaba equivocado.

A pesar de todo, otra vez aplausos y bravos. Peimberg como titular de la DDHPO envió la solicitud, como decí­a el mandato del Congreso, ”al titular de la Secretarí­a de Gobernación del Gobierno Federal». Una tras otra…

Quien ya leyó el Reglamento de Alerta de Violencia de Género, le tuvo que decir al oí­do que el receptor estaba equivocado, que no era a Miguel íngel Osorio Chong a quien se debí­a destinar el documento sino a la Secretarí­a Ejecutiva del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Otro organismo sin pies ni cabeza donde tarde o temprano se detiene todo y vuelve la calma chicha. Sabemos que Arturo Peimberg enderezó el error que le transmitieron desde el Congreso, el conejo no salió tomado por las orejas sino de las patas. Lo cierto es que hoy la ciudadaní­a, la preocupada por el altí­simo número de asesinatos que se cometen contra mujeres en Oaxaca,  no sabe qué  pasó con la solicitud presentada por el titular de DDHPO.

Todo esto a pesar de que hoy sabemos que esos llamados solicitando la Alerta de Género no sirven para nada, como sucedió esta semana con el caso Guanajuato, donde las titulares de 20 entidades lo rechazaron, ocho se abstuvieron y ya saben solo tres aprobaron: Distrito Federal, Michoacán y Puebla, según se informó. ¿Y cuál fue el papel de la titular del IMO, Anabel López? O se abstuvo o lo rechazó. Ella sabe.

Así­ que la burocracia del género, toda una institución, sigue recibiendo mandatos del patriarcado, enredando las cosas con definiciones y reglamentos que luego nadie puede alcanzar y entreteniendo al público con esos chispazos mágicos que de vez en cuando nos regalan, acompaí±ados de la ”declaracionitis» de los titulares, una enfermedad severa que padece el sistema de gobierno.

Pero esta burocracia de reglamentos y leyes, que dejan rendijas para que se gesten toda clase de trampas, sigue, como hemos visto, obstaculizando la paridad en los partidos polí­ticos; sigue obstaculizando el bienestar social que se interpreta en su máxima expresión en cocinas comunitarias y en apoyos miserables para las madres solteras por tres meses o cuándo ya se murieron como ahora lo hace el gobierno de Enrique Peí±a Nieto, además, claro está en la falta de justicia, como podemos ver pasa todos los dí­as.

El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) hizo que los partidos polí­ticos corrigieran sus listas para cumplir con la cuota de género. Y todo esto ocurrió la noche de este viernes, a última hora, es decir, veremos qué paso, lo que sí­ es que tuvieron que bajar a más de uno. Este sábado sin recato alguno empezó Joel Castillo del PRI su campaí±a, y por populista más que por católico, empezó con una misa en San Bartolo Coyotepec, como éste son los diputados que luego se amarran el dedo y piensan que los derechos de las mujeres tienen que ver con el demonio (por ignorantes, claro está).

Graciela Machuca

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