De cada 10 alcohólicos cinco son menores de edad A los centros de ayuda de A.A acuden jóvenes de entre 12 y 19 aí±os de edad.

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SIPSE
CANCíšN, Q. Roo.- De cada 10 personas que acuden a los centros de ayuda Alcohólicos Anónimos cinco son menores de edad entre 12 y 19 aí±os de edad.

La Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos A.C explicó que desde el 2005 a la fecha aumentó el número de jóvenes que participan en los 70 grupos de ayuda deCancún y actualmente acuden jóvenes de 12 y 19 aí±os de edad.

Para resolver la problemática impartirán pláticas de orientación y sensibilización a jóvenes de escuelas de nivel media superior a partir del 27 al 31 de enero y visitarán al Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis) 111, Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) y el Colegio de Estudios Cientí­ficos y Tecnológicos(Cecyte).

”Cindy» probó alcohol a los 16 aí±os de edad, lo conoció en la escuela preparatoria y en sus inicios rellenaba termos con cerveza y los bebí­a con sus amigos en la parte trasera del colegio. En varias ocasiones «Cindy» entró a clases ebria y para que ningún profesor notara su estado alcohólico ocultaba sus ojos con lentes de sol.

Después de un aí±o consumió por primera vez drogas y a los 19 aí±os se provocó un accidente automovilí­stico al conducir en estado de ebriedad, al salir del hospital continuó consumiendo alcohol y drogas más fuertes como la cocaí­na y el crack.

Explicó que cuando no bebí­a sentí­a que no podí­a platicar con sus amistades porque se mantení­a en un estado amargado y que al beber alcohol se convertí­a en una persona amigable, sociable y divertida.

«Cindy» comentó que los jóvenes entran al mundo de las drogas y el alcohol por la falta de vigilancia de un tutor como fue su caso, sus dos padres trabajaban.

”Yo jamás imagine que terminarí­a embriagándome y que tendrí­a problemas más graves en el futuro, comencé tomando una como la gente, como muchos dicen», dijo.

Al crecer tuvo a su primer hijo, perdió cinco veces seguidas el empleo por llegar a su trabajo en estado de ebriedad, además mientras cuidaba de su pequeí±a escondí­a botellas de alcohol en su casa para consumirlas cuando sus padres no la supervisaban.

Nueve aí±os consumió alcohol y a los 24 aí±os su familia la invitó a pertenecer a un grupo de Alcohólicos Anónimos A.C. donde escuchó las experiencias de más personas que padecí­an alcoholismo, «Cindy» desde hace seis aí±os no consume más alcohol.

”Recupere mi vida, a mi hija, a mi familia, tengo un trabajo que puedo conservar y sobre todo el programa me funcionó y me sirvió para tener una vida mejor», comentó.

Graciela Machuca

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