Sibarita, polí­glota, empedernido jugador de ‘bridge’ y habitual de los casinos más exclusivos. Omar Sharif, la leyenda árabe de Hollywood cincelada por ‘Lawrence de Arabia’ o ‘Doctor Zhivago’, ha muerto este viernes a los 83 aí±os, ha informado la televisión estatal egipcia. El ‘bon vivant’ del celuloide egipcio ha fallecido de un ataque al corazón en un hospital de El Cairo.

Desde hacia algunos aí±os la desmemoria habí­a ido carcomiendo la vida de Michel Demitri Shalhoub, el nombre que se ocultaba tras el icono de Omar Sharif. Fue el pasado mayo cuando su único hijo, Tarek Sharif, desveló el alzheimer que padecí­a el actor en una extensa y exclusiva entrevista a EL MUNDO. El testimonio recorrió el planeta y sirvió como despedida anticipada del galán que ganó tres Globos de Oro y obtuvo una nominación al Oscar.
En los últimos meses su salud se habí­a resentido obligándole a alejarse de los focos. A principios de este aí±o hizo su última incursión en el cine, con un pequeí±o papel en una pelí­cula irlandesa junto a su nieto Omar Sharif Jr., un joven que trata de emular la epopeya de un hombre que llegó a la interpretación mientras cursaba matemáticas y fí­sica en la Universidad de El Cairo y debutó en la gran pantalla egipcia -la entonces llamada Hollywood de Oriente Próximo- en 1954.

Hasta la publicación en mayo de su dolencia, Sharif viví­a refugiado en un hotel a orillas del mar Rojo fiel a la vida nómada de la que siempre presumió. «Yo solo vivo en hoteles y solo como en restaurantes», declaró en una de sus últimas entrevistas. Según su vástago, Sharif se negaba a reconocer su enfermedad y seguí­a disfrutando de los pequeí±os placeres a los que se habí­a acostumbrado durante seis décadas y más de un centenar de pelí­culas.

A pesar de su vasta filmografí­a, Sharif pasará a la Historia asociado a dos filmes memorables: ‘Lawrence de Arabia’ (1962) y ‘Doctor Zhivago’ (1965). Unos tí­tulos y personajes que mezclaba y confundí­a en los últimos meses alcanzados por el olvido. Su figura también apareció en ‘La caí­da del imperio romano’, ‘He aquí­ un caballo amarillo’ (1964), ‘El Rolls-Royce amarillo’ (1964), ‘La noche de los generales’ (1967), ‘Funny Girl’ (1968) o ‘El seí±or Ibrahim y las flores del Corán’ (2003).

El actor más universal de la tierra de los faraones perdió el pasado enero a la que siempre consideró el amor de su vida: la actriz egipcia Faten Hamama, con la que se casó en 1955 y se divorció en 1974. Pero para entonces el alzheimer habí­a hecho tanta mella que ni siquiera fue consciente de su óbito. «No estaba al tanto de la actualidad ni asistió al funeral. Ni siquiera sabí­a que habí­a muerto. Se lo dije más tarde. Y aún así­, unos dí­as después de contárselo, me preguntó: ¿Cómo está Faten?», relató a este diario su hijo. Descanse en paz, Omar Sharif.

Graciela Machuca

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