Veracruz: Un cráter se traga el rí­o Atoyac

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CIUDAD DE Mí‰XICO.- En lo que puede catalogarse como un hecho insólito, el rí­o Atoyac, de unos siete metros de ancho en la mayor parte de su cauce, que nace en una zona montaí±osa de Veracruz y desemboca en el Golfo de México, desapareció misteriosamente casi de la noche a la maí±ana, dejando a 50 mil personas sin agua.

Los especialistas presumen que este insólito fenómeno, que desconcertó a los miles de pobladores de las zonas ribereí±as porque su principal recurso hidrológico se esfumó en unas 48 horas, podrí­a deberse a una «fractura geológica».

Gigantescos sorbos de agua se esfumaron en poco tiempo por la grieta en el subsuelo, que mide 30 metros de largo por 20 de ancho, seí±aló el director de Emergencias de Protección Civil del estado de Veracruz, Ricardo Maza.

La fractura en esta zona montaí±osa central de un estado rico en recursos naturales alarmó a los campesinos que se sirven de este cauce que atraviesa ocho municipios de la región, no solo para satisfacer la sed sino también para preparar sus alimentos y para obtener recursos pesqueros.

A causa del fenómeno las autoridades locales llamaron de inmediato a expertos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Expertos informan que continúan las fisuras
La tarde del jueve, la agencia Notimex informó que un grupo de geólogos de la Secretarí­a de Protección Civil y técnicos de la Conagua trabajan para determinar las causas del fenómeno geológico y sus posibles efectos.

En un comunicado, el Gobierno de Veracruz seí±aló que durante una primera visita de supervisión se reportó que la fractura no está cerca de ninguna comunidad, así­ que no hay afectaciones directas a la población por el hecho.

Se comunicó que ”la grieta tiene una longitud de aproximadamente 30 metros de largo y de 17 a 20 de ancho, atraviesa el Rí­o Atoyac y ocasiona que se sigan afectando los terrenos, porque continúan las fisuras».

Asimismo se mencionó que el sitio donde existe el socavón presenta resumideros que datan de aí±os atrás. Por su parte, autoridades de PC aseguraron que se encuentran en comunicación con expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) que conocen la situación y han ofrecido apoyo con personal técnico especialista, así­ como equipo de investigación en caso de requerirse.

Testimonios
Habitantes de la comunidad llamada Rancho San Fermí­n, donde se originó la gigantesca ranura, dijeron que el pasado domingo por la noche se escuchó un estruendo y una sacudida telúrica similar a un terremoto.

Muy pronto, los habitantes de las riberas notaron con preocupación que disminuí­a en forma alarmante el flujo de agua.

El diario Noreste de Veracruz atribuyó esta hendidura a la caí­da de un «aerolito» (meteorito), aunque por ahora ninguna autoridad ha confirmado esta versión.

El matutino cita a Juan Salas, vecino del Rancho San Fermí­n, donde se formó la zanja, y dijo que el domingo por la noche vio una luz de un objeto incandescente que cayó del cielo, se escuchó una explosión que cimbró la tierra.
Geologos de la SPCVer realizan estudios para determinar causas y efectos de grietas en el rí­o Atoyac.

Ahora, el panorama no puede ser más tétrico, pues donde el agua corrí­a por el cauce con toda su fuera, ahora solo hay un lecho de piedras y barro y los campesinos cruzan el cauce caminando totalmente azorados.

El diario dijo que pobladores se organizaron para enviar una carta el presidente Enrique Peí±a Nieto, y al gobernador Javier Duarte para que se investigue este extraí±o fenómeno.

La Secretarí­a de Protección Civil de Veracruz seí±aló que la abertura presuntamente conduce a mantos freáticos y se cree que podrí­an surgir otras grietas.

Rezos y oraciones
La falla surgió a tres kilómetros del nacimiento del rí­o, en el municipio de Amatlán de los Reyes, que abastece de agua a más de 10 mil familias y a industrias azucareras de la región.

La ví­a fluvial recorre los municipios de Atoyac, yanga, Cuitláhuac, Carrillo Puerto, Cotaxtla y Medellí­n y desemboca en el municipio de Boca del Rí­o, vecino al puerto de Veracruz, en el Golfo de México.

Los residentes están angustiados y han convocado a rosarios y oraciones en las iglesias católicas y evangélicas locales, pero también reconocen que el caso podrí­a deberse a la sobrexplotación del rí­o.

En ciertas áreas lo que antes era una caudaloso corriente sólo quedan algunas lagunas que se teme se sequen en poco tiempo, provocando la muerte de plantas, peces y animales de los alrededores.

El alcalde de Atoyac, Agustí­n Mollinedo, conserva la esperanza de poder todaví­a rescatar el rí­o y lanzó un llamado a las autoridades para recuperarlo.

«Me da tristeza y coraje. Esto es preocupante. No puedo imaginar algo más catastrófico. Tenemos que rescatar este afluente, porque se mata no solo a las especies, sino que es el alma y vida de las comunidades», seí±aló.

El intendente dijo que el rí­o todaví­a puede salvarse porque se conserva el nacimiento, debido a que la grieta se ubica a varios kilómetros debajo de donde surge, pero habrí­a que desviar el cauce y construir diques, lo que podrí­a resultar muy complicado y costoso.

(Con información de www.ansa.it y Agencia Notimex)

Graciela Machuca

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