La primera candidata a la presidencia de EE.UU., 143 aí±os antes que Hillary Clinton

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La mujer que Barack Obama describió como una «candidata formidable» volvió oficialmente al ruedo este domingo.
La exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton anunció su intención de buscar la nominación presidencial demócrata para las elecciones de 2016. Pero otra mujer de la que muy pocos habrán oí­do hablar se le adelantó más de un siglo.

Una mujer tan radical que fue amada y rechazada con igual intensidad. Tan rebelde que defendió en el siglo XIX el amor libre y la prostitución legal.
Tan innovadora que no sólo se postuló a la presidencia de Estados Unidos sino que fue corredora de bolsa en Nueva York en un mundo financiero dominado por hombres.
Victoria Woodhull tení­a 33 aí±os cuando fue nominada como candidata a la Casa Blanca por el Partido por la Igualdad de Derechos. Su candidatura fue presentada en mayo de 1872, casi medio siglo antes de que las mujeres obtuvieran el derecho a votar en Estados Unidos.
«La agitación del pensamiento es el comienzo de la sabidurí­a. Pero eso me gusta», escribió Woodhull, una mujer cuya vida fue una sucesión de confrontaciones con las creencias de su época.
¿Quién fue esta joven autodidacta y con escasa educación formal que hoy es recordada como una pionera?
Matrimonio «insoportable»

Victoria fue la quinta de los siete hijos -diez según algunos relatos- de Reuben y Roxanna Claflin.
Algunos historiadores ven las raí­ces de la rebeldí­a de la joven en su crianza nada convencional.
Su madre era adivina, médium y clarividente, y su padre trasladaba a la familia incesantemente con su venta itinerante de medicinas «milagrosas». Reuben Claflin participó además según historiadores en diferentes negocios al margen de la ley y los viajes constantes habrí­an sido ante todo para escapar de la justicia.
Victoria y su hermana Tennessee se iniciaron como adivinas y médiums siendo adolescentes, pero abandonaron tempranamente el hogar paterno. «De la crueldad de sus padres, Victoria huyó a la crueldad insoportable de su primer esposo», escribió sobre la futura candidata su biógrafo Theodore Tilton.
La joven se casó con apenas 15 aí±os con Canning Woodhull, también vendedor de medicinas. Tuvieron dos hijos, Byron, quien nació con problemas mentales que Victoria atribuyó al alcoholismo de su marido, y una nií±a, Zula.
Algunos relatos seí±alan que Woodhull golpeó frecuentemente a su joven esposa antes de abandonarla. La pareja se divorció en 1864.
Defensora del amor libre
Caricatura, Libreria del CongresoImage copyrightLIBRARY OF CONGRESS
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Woodhull se casó tres veces. Esta imagen de la época muestra a una mujer que prefiere las penurias de un marido borracho, antes que seguir las ideas del amor libre de Woodhull, caricaturizada al frente.
Seguramente su dolorosa experiencia con Woodhull contribuyó a que Victoria se convirtiera en devota defensora del amor libre.
La joven se habí­a interesado en las ideas del pensador socialista francés Charles Fourier, quien pregonaba la libertad en materia sexual y quien habrí­a utilizado por primera vez el término «feminista».
Cuando Victoria y su hermana fundaron en 1870 su propio semanario, Woodhull and Claflin’s Weekly, utilizaron la publicación para defender los derechos de la mujer como agente libre e independiente, capaz de tomar sus propias decisiones en materia de negocios o relaciones sexuales.
Lo que Victoria defendí­a era, en sus propias palabras, «la libertad sexual para todos, la libertad de los monógamos de practicar la monogamia, y la de los que eligen múltiples parejas de tenerlas».
Corredora de bolsa en Wall Street
En 1866, según relatos de la época, Victoria se casó con su segundo esposo, James Harvey Blood, también defensor de ideas radicales sobre la libertad sexual.
La pareja se mudó a Nueva York, donde Victoria y su hermana conocieron al financista acaudalado Cornelius Vanderbilt, que habí­a quedado viudo a los 76 aí±os.
Las hermanas ejercieron como médium para que Vanderbilt contactara a su difunta esposa y Vanderbilt les ayudó a su vez a conocer los secretos de la bolsa de valores.
El financista también las respaldó para que fundaran la primera empresa de corredores de bolsa propiedad de mujeres en Wall Street, una compaí±í­a llamada Woodhull, Claflin and Company.
Las ganancias permitieron a las hermanas fundar su semanario, en el que no sólo publicaron el Manifiesto Comunista de Marx, sino que dejaron en claro sus ideas progresistas en materia polí­tica.
Para Victoria, el gobierno se habí­a convertido en un mero instrumento «para que una clase imponga sus reglas sobre las otras».
La joven era partidaria de un sistema basado en la igualdad polí­tica y económica, no sólo de derechos sino de acceso a oportunidades.
Voto femenino

Woodhull sufrió en carne propia el horror de un matrimonio abusivo cuando tení­a apenas 15 aí±os.
En enero de 1871, Victoria asistió en Washington a un encuentro de la Asociación para el Sufragio Femenino, National Woman Suffrage Association, o NWSA.
Victoria sostuvo en su discurso que el derecho al voto femenino ya estaba garantizado en las enmiendas trece y catorce de la Constitución.
En ese encuentro la joven conoció a algunas de las lí­deres de la lucha por el voto femenino en EE.UU., un derecho que sólo serí­a garantizado en 1920.
Susan B. Anthony, Isabella Beecher Hooker y otras mujeres destacadas expresaron admiración por Victoria, pero otras se mostraron «horrorizadas», según algunos relatos, ante las ideas de la joven sobre el amor libre.
Candidata a la presidencia
En mayo de 1872 un grupo que se habí­a separado del NWSA, los Reformistas Radicales Nacionales, nominaron a Victoria Woodhull como candidata a la presidencia por el Partido por la Igualdad de Derechos.

Victoria y su hermana fundaron en Nueva York la primera empresa de corredores de bolsa propiedad de mujeres. Foto de Mathew Brady, gentileza de Wikimedia Commons.
Pero en el perí­odo de las elecciones Victoria y su hermana estaban en la cárcel.
Las hermanas habí­an denunciado en su semanario la hipocresí­a de personajes conocidos de la época que pregonaban, pero no respetaban, una estricta moralidad, y llegaron a revelar escándalos de adulterio.
Su osadí­a las enfrentó con el puritanismo de Anthony Comstock, inspector de Correos quien habí­a implementado reglas rí­gidas que prohibí­an la distribución de «material obsceno» en publicaciones como el semanario.
Ambas fueron encarceladas durante meses y no se sabe si Woodhull tuvo algún tipo de apoyo en los comicios presidenciales.
Inglaterra
Victoria se divorció de James Blood y en 1877 se mudó con su hermana y su madre a Inglaterra, donde se casó con su tercer esposo, el banquero John Biddulph Martin.
Aunque viajó ocasionalmente a Estados Unidos, Victoria permaneció en Inglaterra, donde se involucró en la larga y desgastante lucha por el sufragio femenino liderada, entre otras, por Emmeline Pankhurst y sus hijas.
Emmeline Pankhurst, lí­der de la lucha por el voto femenino en Inglaterra arrestada en 1910Image copyrightPA
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En Inglaterra, Woodhull se involucró con la larga y desgastante lucha por el voto femenino. En la foto vemos a Emmeline Pankhurst, lí­der de la lucha, arrestada en 1910. El voto sólo fue garantizado en 1918 a las mujeres propietarias mayores de 30 y recién en 1928 a las mayores de 21 aí±os.
La excandidata a la presidencia de EE.UU. falleció en junio de 1927, a la edad de 88 aí±os.
Algunos crí­ticos apuntan inconsistencias en sus ideas, como la defensa de la igualdad económica por un lado, y sus actividades en Wall Street, por otro.
Pero más allá de las crí­ticas, Victoria Woodhull transformó la dureza de sus circunstancias personales y las restricciones que enfrentó como mujer en el siglo XIX en un camino de crecimiento.
Su mayor acto de rebelión contra las creencias que subyugaban a las mujeres de su época fue su propia vida.

Graciela Machuca

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