¿Se convertirá México en un paí­s en el que los periodistas ya no puedan firmar con nombre y apellido?

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Opinión: México se escribe con ”M» de Muerte

Escribir sobre el narco en México se paga con la vida. ¿Se convertirá México en un paí­s en el que los periodistas ya no puedan firmar con nombre y apellido? Un comentario sobre un paí­s en peligro.

Es el sexto periodista asesinado en lo que va del aí±o: Javier Valdez. Un nombre más que se suma a una triste lista: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Máximo Rodrí­guez y Filiberto ílvarez.

Y hoy (16 de mayo de 2017), pasados solo 137 dí­as del 2017, el gatillo asesino parece estar especialmente flojo: el asesinato de Jonathan Rodrí­guez se suma a un abominable recuento que crece ininterrumpidamente.

México es, después de Irak y Afganistán, el paí­s más peligroso para ejercer la profesión de periodista según Reporteros sin Fronteras. La diferencia entre estos paí­ses radica en que en México no hubo ni hay una guerra, por lo menos no una reconocida como tal por la comunidad internacional. Y este penoso rango se mantendrá si se sigue tolerando y minimizando lo que sucede en ese paí­s latinoamericano.

¿Cómo calificar a un paí­s en el que periódicamente se descubren fosas comunes con cientos de cadáveres sin nombre? ¿Cómo calificar a un paí­s en el que el asesinato de estudiantes queda impune durante aí±os? ¿Cómo calificar a un paí­s en el que dí­a a dí­a se desplaza o asesina a poblaciones enteras para dar paso al cultivo de drogas? ¿Cómo calificar a un paí­s en el que las redes entre narcos, policí­a, militares y polí­ticos están tan enmaraí±adas que ya no se sabe quién tiene las manos limpias y quién no? ¿Cómo calificar a un paí­s en el que se asesina a sacerdotes, a madres, a padres, a hijos y hermanos, a bebés, a familias enteras para «cobrar» cuentas abiertas? ¿Cómo calificar a un paí­s en el que se ha asesinado hasta el dí­a de hoy a más de 104 periodistas, desde que comenzó este recuento en el aí±o 2000, por tratar de responder las preguntas anteriores y no cerrar los ojos a esta realidad?

México navega por el mundo con dos caras. Hacia afuera la de motor económico emergente, una nación inteligente, siempre amable y educada. Una amiga que recibe con los brazos abiertos y con la que se festeja a gusto. Esa es la cara bonita.

Pero su realidad interna es una muy distinta. Altas tasas de criminalidad, corrupción extrema, ineficiencia judicial. El Estado hace tiempo perdió el monopolio del uso legí­timo de la fuerza, la autoridad está erosionada.

México no logra garantizar a su población un derecho tan básico como poder vivir en paz. Y, en lo que respecta a sus periodistas, harí­a bien, si no quiere ser calificado como Estado fallido, en empezar por garantizarles la posibilidad de trabajar, de darles la seguridad de poder firmar con nombre y apellido sin tener que temer por sus vidas en su tarea por desenmaraí±ar la madeja de sangre y muerte que amenaza con hacer sucumbir a este hermoso paí­s.

Enlace: http://m.dw.com/es/opini%C3%B3n-m%C3%A9xico-se-escribe-con-m-de-muerte/a-38863958

Graciela Machuca

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