Historia y leyenda de la única mujer en la guerrilla del Che

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La Paz, Bolivia. En su corta e intensa vida debió adoptar personalidades y nombres distintos como Haydée, Tamara, Vittoria, Marta y Laura, pero la luchadora internacionalista que siguió la ruta del Che por la selva boliviana pasó a la historia como Tania la Guerrillera.

Nacida en Argentina, de padre alemán y madre polaca, esta joven llegó a Bolivia en 1964 con el nombre de Laura Gutiérrez Bauer, a fin de crear condiciones para abrir un frente revolucionario.

Vino como especialista en etnologí­a y estudiosa del folclore y logró infiltrarse en todas las esferas del gobierno, dijo en exclusiva a Prensa Latina el investigador e historiador cubano Froilán González, quien junto a su esposa Adys Cupull, ha escrito varios libros sobre la gesta del Che.

Era una muchacha fí­sicamente atractiva, carismática, culta, que dominaba cuatro idiomas y tocaba el acordeón y la guitarra, además de practicar deportes.

Hugo Herrera, quien tuvo oportunidad de conocerla cuando trabajaba en el departamento de Folclore del Ministerio de Educación, la recuerda como una joven hermosa y activa, que siempre estaba muy atenta a todo lo que ocurrí­a.

Tania conoció al general René Barrientos, presidente de Bolivia en ese entonces, y se codeó con importantes figuras, entre ellas el jefe de la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia, Gonzalo López Muí±oz, y el ministro de Defensa, Alfredo Ovando.

En La Paz se vinculó a los pintores Juan Ortega Leytón y Moisés Chire Barrientos e impartió clases de idioma alemán a hijos de la oligarquí­a con el propósito de relacionarse con sus familiares y obtener información útil para el movimiento rebelde.

”Su vida fue muy intensa», afirma en la conversación con esta agencia el historiador cubano, a quien entrevistamos durante el estreno en La Paz del documental ”Historia de Ita: Relatos inéditos de la vida de Haydeé Tamara Bunke Tania la Guerrillera», con guion de Adys Cupull y realizada por sus hijos Leandro y Livan.

Escogimos este paí­s para la premier porque ella amó a Bolivia, admiró su folclore y su cerámica y aquí­ organizó la primera exposición de trajes tí­picos, recordó el investigador.

El filme lleva el tí­tulo de ”Historia de Ita» porque su madre nos contó que cuando era nií±a la llamaban Tamarita y como estaba tan pequeí±a sólo pronunciaba Ita y ese fue el nombre que usó en toda la correspondencia con la familia, dijo González.

Tania nació en Argentina y a los 14 aí±os se trasladó con sus padres a la República Democrática Alemana, desde donde siguió de cerca todos los acontecimientos en su paí­s y en América Latina, en particular el triunfo de la Revolución Cubana.

En Berlí­n trabajó como traductora de delegaciones latinoamericanas y fue así­ como conoció a Ernesto Che Guevara, cuando era ministro de Industria, y a la directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, quien la llevó a La Habana.

En el paí­s caribeí±o trabajó en el Ministerio de Educación, en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y en la dirección de la Federación de Mujeres Cubanas, se hizo miliciana y participó en varios trabajos voluntarios.

Cuando le encargaron la misión en Bolivia adoptó el nombre de Tania en honor a una joven rusa llamada Soja que luchó contra los nazis bajo ese seudónimo y fue apresada, torturada y ahorcada.

Tamara salió de Alemania en 1961 y nunca regresó, y su madre Nadia Bider —desesperada por no tener noticias de ella— decide hacer un viaje a Cuba en 1964, cuenta el historiador.

Allí­ se entrevistó con un oficial, quien le dice que ella estaba bien, estudiando en un curso y le muestra una foto donde está muy transformada y es casi imposible reconocerla, pero su madre miró fijamente sus ojos y dijo: sí­ es ella.

Tania vino a Bolivia para una red clandestina, sin embargo, se ve precisada a incorporarse a la guerrilla en marzo de 1967 cuando en un viaje al campamento de í‘ancahuazú dos miembros del movimiento rebelde desertan e informan de su presencia y ya no puede salir de allí­.

En su diario, el Che escribe: ”todo parece indicar que Tania está individualizada, con lo que se pierden dos aí±os de trabajo bueno y paciente…».

Ella integraba el grupo de la retaguardia comandado por Juan Vitalio Acuí±a (Joaquí­n) y una de sus tareas era escuchar las distintas emisoras de radio bolivianas, argentinas y cubanas e informar de lo que estaba sucediendo, afirma el historiador.

Durante cinco meses debió enfrentar la dura vida en la selva boliviana, la falta de agua y de alimentos, el mal tiempo y la constante hostilidad enemiga.

El 31 de agosto de 1967 la columna guerrillera cae en una emboscada cuando cruzaba el Rí­o Grande. Tania fue la penúltima en sumergirse en la corriente, justo delante de Joaquí­n, quien cubrí­a las espaldas de sus compaí±eros.

Cuando se escucharon los primeros disparos, ella intentó tomar el fusil, pero una bala le atravesó el pulmón y fue arrastrada por las aguas. Su cuerpo fue encontrado una semana después. Le faltaban poco más de dos meses para cumplir 30 aí±os.

De acuerdo con el historiador cubano, en Vallegrande la imagen que tienen los pobladores de la única mujer en la guerrilla del Che es un poco mí­stica.

El pueblo boliviano la convirtió en leyenda y se dice que sale del rí­o cuando hay niebla con una gran cesta de flores y frutas, narra el investigador.

Un poema escrito en su libreta de notas dice: ”¿Nada será mi nombre alguna vez?/¿Nada dejará en pos de mí­ en la tierra? / Al menos flores, al menos cantos…».

A Tania se le conoce como la Flor del Rí­o Grande y en el sitio donde fueron hallados sus restos en Vallegrande hay una lápida cubierta por rosas blancas.

Carmen Esquivel/Prensa Latina

Enlace: http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2017/06/05/historia-y-leyenda-de-la-unica-mujer-en-la-guerrilla-del-che/?utm_source=phplist195&utm_medium=email&utm_content=HTML&utm_campaign=Contral%C3%ADnea+542

 

Graciela Machuca

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