Videgaray: ”Solo apoyaremos una resolución clara sobre Venezuela»

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La tensión entre México y Venezuela marca la jornada en la que la OEA busca una declaración que frene la Asamblea Constituyente

JACOBO GARCíA | EL PAíS

El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

”Uff, se está negociando» dice llevándose la mano a la frente. El venezolaní­simo gesto de la embajadora bolivariana en México durante una conversación informal es un buen resumen de la intensidad con la que se ha vivido las últimas horas de la reunión de Cancún. Hasta el último momento, los secretarios y cancilleres han intercambiado llamadas, borradores, ofertas y cálculos sobre el ábaco para convencer a las islas del Caribe que se sumen a la condena a Venezuela.

Por el momento, un bloque de 14 paí­ses, entre ellos los de más peso de la región, como México, Colombia, Argentina, Perú -con el respaldo de Estados Unidos- buscan una resolución que condene de manera rotunda la gestión de Nicolás Maduro y la exigencia para que frene la Asamblea Constituyente que pretende cambiar el actual modelo polí­tico del paí­s. Para ello necesitan del apoyo de los paí­ses caribeí±os, tradicionales aliados del chavismo.

”Sólo apoyaremos una resolución clara» dijo el canciller mexicano Luis Videgaray en referencia a la búsqueda de un texto que refleje ”el deterioro de condiciones democráticas en Venezuela» así­ como la necesidad de mantener ”el respeto a la Asamblea Nacional, la elaboración de un cronograma electoral, la libertad de presos polí­ticos y el freno al proceso Constituyente que polariza más a la sociedad» afirmó.

Las delegaciones negocian in extremis dos resoluciones presentadas el pasado 31 de mayo, en el último encuentro que mantuvieron los cancilleres: la primera, apoyada por Perú, Canadá, Estados Unidos, México y Panamá -respaldada por otros paí­ses, como Colombia y Argentina- y la segunda, propuesta por los paí­ses caribeí±os. En ambas se piden el cese de la violencia en Venezuela y el inicio de un nuevo proceso de diálogo pero la primera incluye una exigencia para que Venezuela cese el proceso Constituyente y la liberación de los presos polí­ticos.

Ante la posibilidad de un fracaso diplomático, Videgaray apuntó que en el caso de no lograrse un texto de consenso el caso Venezuela podrí­a aplazarse o pasar al seno de la Asamblea y salir del escenario de la reunión de consulta, un instrumento jurí­dico distinto donde se encuentra ahora el debate En cualquier caso, insistió en que ”se están agotando todos los esfuerzos diplomáticos tal y como exige la carta democrática».

A defender la causa venezolana en Cancún acude la canciller de Venezuela, Delcy Rodrí­guez, convertida en la estrella emergente del bolivarianismo. Rodrí­guez es la cabeza visible de una inmensa delegación con más de 20 diplomáticos que, a pesar de que Venezuela ha anunciado que dejará el organismo, ha decidido jugar con más personal que nadie su última batalla ideológica. Los más suspicaces apuntan a que los diplomáticos quieren estar presentes en todas las negociaciones, públicas y secretas, que se realizarán con las islas del Caribe a fin de frenar cualquier deserción.

En la esquina opuesta, el nuevo contendiente, México, ha tomado la bandera de los paí­ses crí­ticos con Venezuela. Además de que juega en casa y buscará el éxito diplomático con una dura condena al gobierno de Nicolás Maduro jamás conseguida hasta el momento.

La tensión entre ambos actores, México y Venezuela, y la que se vive en las calles del paí­s caribeí±o llegó hasta el lobby del hotel Moon Palace, sede de la Asamblea de la OEA y donde se alojan las delegaciones. La noche de ayer el diputado Luis Florido, a nombre de un grupo de cinco diputados de oposición, y el articulista Gustavo Tovar tuvieron un barriobajero enfrentamiento verbal con miembros de la delegación venezolana. Después de varios minutos de insultos y reproches la canciller Delsy Rodrí­guez, quien llegará este lunes a Cancún, reaccionó colgando en Twitter fotos del encontronazo y responsabilizó de cualquier problema de seguridad al Canciller mexicano. «Ni México ni la OEA puede controlar el acceso de miles de personas que vienen a otra cosa a Cancún. El gobierno de México es responsable dentro del perí­metro y lo que ocurrió, que sólo fue un incidente verbal, sucedió fuera de este espacio» respondió Videgaray.

Graciela Machuca

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