POR ESTO

COZUMEL, 1 de marzo.- Encuentran otros aparatos explosivos en un Barco Caribe, así­ fue confirmado por la empresa naviera, en el casco de la embarcación, uno en la parte de proa y otro en popa. Este tema es considerado un asunto de seguridad nacional que ha sido tergiversado por la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) y autoridades estatales.
Uno fue un cilindro de alrededor de 30 centí­metros de longitud que fue amarrado a la ”pala», ubicado en la parte de popa del barco Caribe II, que desde hace un aí±o, se encuentra fondeado en rada, frente a la Capitaní­a de Puerto. En términos marí­timos le llaman ”pala» a la especie de alerón que da dirección al barco al estar conectada directamente con el timón en el puente de mando.
El hallazgo ocurrió alrededor de las 13:00 horas del miércoles, cuando un buzo contratado por la naviera propietaria de Barcos Caribe, ingresó al mar para sujetar la embarcación a dos ”muertos» de concreto y para el cambio de cabos.
Pasada una media hora de labor, le dio un chequeo visual al casco de la embarcación, logrando percatarse a eso de las 15:30 horas, de los objetos cilí­ndricos sujetados, por lo cual salió y dio parte a la tripulación que de inmediato lo comunicó a la directiva de la naviera, reportándose enseguida al Sector Naval Militar de Cozumel.
Cinco minutos después, una embarcación modelo Defender de la Secretarí­a de Marina, hizo su arribo al lugar, para controlar el tráfico marí­timo en la zona por la cercaní­a con el Puerto de Abrigo Banco Playa, un resguardo marí­timo al que a esa hora empiezan a entrar las embarcaciones de turismo náutico. No se permitió a ninguna lancha navegar en el litoral comprendido entre el Caribe II y la lí­nea de costa, sino por afuera.
Desde la explosión sucedida en el Caribe I, el pasado 21 de febrero de este aí±o, se ha considerado el suceso como un tema de seguridad nacional por la intervención de la Procuradurí­a General de la República (PGR), Seguridad Nacional, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos, y ahora con la aparición de las bombas que ha sido una noticia propagada con celeridad a nivel internacional, la PGR ha ordenado enviar peritos desde la ciudad de Cancún, la noche de ayer jueves para coadyuvar con las investigaciones.
Mientras que este tema ha sido tergiversado por autoridades estatales y por la misma Apiqroo, que tras la explosión del Caribe I, salieron por medio de su directora Alicia Ricalde Magaí±a, a mencionar que la explosión habí­a sido por una falla mecánica y con esa postura pretendí­an seguir dentro de la reunión que sostuvieron en el mismo muelle de Navega en Playa del Carmen, según para no afectar al turismo ni la imagen del destino.
De hecho en la manipulación de la información del ente estatal, pretenden incluir y dar crédito a una manta que apareció en Cozumel firmada por dos pseudo narcomenudistas, sin un peso preponderante en el submundo del crimen organizado.
Por lo que parece que la aparición de la misma, obedeció para desviar y confundir el curso de las investigaciones con un claro objetivo que es exculpar a las autoridades de la Apiqroo y la naviera Ultramar, propiedad de Germán Orozco Sarro, quien de la mano de Barcos México, apenas unas horas después de las sanciones impuestas a Barcos Caribe como la suspensión de sus cruces, incrementan las tarifas sin regulación alguna.
En un recorrido marí­timo realizado por las cercaní­as al barco por el diario POR ESTO! Quintana Roo, se pudo constatar que estaba siendo resguardado a distancia prudente por la embarcación de la Secretarí­a de Marina. De igual forma, a cierta distancia del Caribe II, se moví­a el barco Caribe III, el único operable que tení­a la naviera.
Cabe destacar que la presencia del Caribe III en la zona, fue porque desde el miércoles por la tarde, la Apiqroo decidió retirarlo de la banda de atraque que tení­a en el muelle San Miguel, por esa razón tuvo que fondear en la rada junto al Caribe II, justamente al que le amarraron los artefactos explosivos.
Corrí­an las 20:15 horas, cuando comunicaron que especialistas de la Secretarí­a de Marina, llegaron al sitio discretamente y entraron a bucear para reconocer el artefacto y proceder a su retiro y que estaban acompaí±ados de peritos de la PGR, procedentes de la ciudad de Cancún.
En el malecón de esta parte de la ciudad no habí­a movimiento de fuerzas federales o municipales, controlando el acceso a la zona hotelera norte, donde todo transcurrió con normalidad, salvo por la dificultad que representaban vehí­culos para pavimentar calles. Mientras, se dio la alerta de las bombas en el barco Caribe II, alrededor de las 16:00 horas, se dio la movilización de soldados de la Secretarí­a de Marina en el muelle San Miguel, donde únicamente pasaban las personas con boleto en mano para abordar algún barco hacia Playa del Carmen.
A los pocos minutos, se sumaron a la terminal marí­tima elementos de la Policí­a Federal, de la PGR, e incluso del Estado Mayor Presidencial, juntamente con elementos de inteligencia de la Secretarí­a de Marina, con quienes intercambiaban información y se colocaron en sitios estratégicos de manera discreta para no crear alarma, y a eso de las 21:00 horas, se retiraron del lugar.

Graciela Machuca

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