30 de abril, un dí­a nada especial para muchos nií±os

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POR ESTO

El Dí­a del Nií±o deberí­a ser para los infantes un dí­a especial, pleno de sorpresas y felicidad, pero lamentablemente no siempre es así­ y mientras muchos pequeí±os disfrutarán este 30 de abril con una salida al cine, a comer una hamburguesa o simplemente compartir una merienda casera con la familia, otros muchos deberán pasar su dí­a trabajando, sin ningún incentivo especial.
En Cancún no existen cifras oficiales reales sobre el número de nií±os que se ve orillado a trabajar, generalmente para contribuir al gasto familiar y, en este sentido, la mayor parte de los infantes laboran fuera de sus jornadas escolares o los fines de semana.
También hay otros pequeí±os que, precisamente por su edad, no pueden quedarse en casa mientras sus progenitores trabajan fuera y los acompaí±an; generalmente se trata de comerciantes informales que ofrecen sus mercancí­as en la ví­a pública, cruceros o camellones.
Y aunque el futuro de los nií±os en un destino turí­stico como Cancún está plagado de oportunidades de desarrollo, factores como la inseguridad, la precaria situación económica de buena parte de las familias y la presencia de la delincuencia organizada, propician que muchos infantes se vean orillados a contribuir al ingreso familiar y en ocasiones terminen abandonando sus estudios, se integren en alguna pandilla, incursionen en el mundo de las drogas y lleguen al extremo de convertirse en sicarios o, en el caso de las nií±as, se embaracen a corta edad.
Algunos de estos nií±os trabajadores acuden a la escuela y una vez concluye su jornada se lanzan a las calles, generalmente integrados en el comercio ambulante, voceadores de periódicos, repartidores de volantes publicitarios, payasitos e incluso pepenadores, mientras que otros tan siquiera tienen la oportunidad de estudiar.
También se dan casos en los que los menores se dedican de lunes a viernes a las actividades escolares, en tanto que los fines de semana acompaí±an a sus padres e incluso les ayudan con las ventas, al no tener los progenitores con quién dejarlos encargados mientras trabajan, lo que se observa especialmente en las madres solteras.
Aunque no hay una estadí­stica concreta ni actualizada sobre el número de nií±os trabajadores en Cancún, se estima que son más de mil los infantes que de algún u otro modo se ven obligados a contribuir al gasto familiar con su trabajo, de los cuales, según fuentes del Desarrollo Integral para la Familia municipal (DIF), alrededor del 50 por ciento lo hace por convicción propia, en virtud de la precaria situación económica en la que viven ellos y sus familias y el otro 50 por ciento lo hacen obligados por sus padres, quienes les exigen que trabajen, aunque esto represente que no acudan a clases.
Las fuentes mencionaron que a través del DIF, los nií±os que son rescatados de trabajar en la calle tienen la oportunidad de encontrar otras alternativas, como es la entrega de becas en efectivo a fin de que puedan ayudarse en sus estudios, esto en virtud de que a todos los nií±os que se encuentran integrados en dicho programa les exige continuar con sus estudios.
A decir de especialistas, las múltiples facetas de nuestro destino turí­stico les permitirán tener ventajas sobre los nií±os de otras ciudades del interior del paí­s, aunque también es cierto que precisamente por su naturaleza los pequeí±os corren aquí­ mayores riesgos, especialmente de integrarse en algún grupo delincuencial o comenzar a consumir drogas, legales o ilegales, desde temprana edad.

Graciela Machuca

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