Colegas, creo que Marichuy y ellos tienen razón

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Miradas de reportero

Rogelio Hernández López

Leo con detenimiento un balance sobre la participación de Marichuy en el proceso electoral. Lo hizo el profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Arturo Anguiano y tengo que coincidir con él, y con dos recuentos de colectivos indí­genas. Este México no es de ellos.

Esa conclusión la explica mejor el académico Anguiano: ” La iniciativa del CNI y el EZLN de postular a una mujer indí­gena a la Presidencia de la República no ha logrado pasar a su fase final, pero ha desnudado la ausencia de salidas institucionales a la crisis del Estado».

O como dicen que dijo hace unos dí­as, durante un encuentro de colectivos, la indí­gena mixe Yásnaya Aguilar: ”disculpe si los contradigo más que buscar un nunca México sin nosotros, estamos creando ya un nosotros sin Mexico.»

Los balances

La cobertura periodí­stica amplia que algunos periodistas comenzamos a dar con la precandidata Marí­a de Jesús Patricio decayó en cuanto se supo que no habí­a alcanzado las firmas que el Instituto Nacional Electoral estableció para los independientes. Después de eso, han sido esporádicas las noticias en su rededor. Salieron del infortáculo.

Ella y los pocos colectivos indigenas e indigenistas que la apoyaron sabí­an que el sistema de partidos actual no la dejarí­a pasar e incluso que nosotros, en la prensa comercial, la desatenderí­amos al ser expulsada de la atmósfera electoral.

Entre los recuentos que se han realizado de esa campaí±a con identidad indí­gena se pueden encontrar tres que permiten hacer un mí­nimo balance, tras el que nuevamente aflora la conclusión de que los herederos de los pueblos originarios no tienen cabida más que para programas de dádivas y/o de nichos eventuales de votantes.

De estas recopilaciones hay que destacar las notas y crónicas periodí­sticas, en mayo de Ernesto Méndez de Al-Dabi Olvera y del ensayo del académico Arturo Anguiano. De todas ellas opto por los datos duros de lo que fue la precampaí±a y algo de los balances.

”Marichuy visitó 120 sitios en 26 estados, la mayor parte en una Urvan (prestada), viajó entre las serraní­as de Veracruz, Guerrero, Chiapas, Puebla, Oaxaca, escuchó a mujeres en Nezahualcóyotl, Ciudad Universitaria y Apizaco.»

Para la recolección de firmas ”hubo alrededor de 5,000 auxiliares activos. Instalaron mesas en las plazas de diversas ciudades del paí­s, realizaron conciertos, conversatorios, rifas, festivales».

”Marichuy alcanzó 267 mil 115 firmas, una cuarta parte de lo necesario» Y no alcanzó el registro, agrega este reportero.

¿Qué querí­an?

En uno de los recuentos, se atribuye parte de esta explicación a ”Carlos González, integrante de la comisión de coordinación del Congreso Nacional Indí­gena (CNI), que una de las intenciones primarias de esta

iniciativa era reactivar la organización de los pueblos originarios de México».

Recontó González que después del recorrido de Marichuy:

”…de 38 concejales indí­genas que el Consejo Indí­gena de Gobierno (CIG) tení­a en mayo de 2017, hubo un crecimiento que llegó hasta los 157 concejales» Chiapas es la entidad con más concejales: 43.

”Además, el Congreso Nacional Indí­gena se ha extendido a lugares que en dos décadas no habí­a alcanzado: los náyeris de Nayarit, los mayas de Quintana Roo y representaciones de Sinaloa y Durango.

”¿Valió la pena?», cuentan que les preguntó a González y a Marichuy el subcomandante Galeano (antes Marcos) y respondieron: ”Sí­»

Era eso lo que querí­an, como lo afirmaron en conferencia de prensa los representantes de la A.C. y del CIG: ”con el pretexto del perí­odo de recolección de firmas» se recorrieron los territorios indí­genas del paí­s donde hicieron crecer su propuesta polí­tica de abajo, ”desde donde se visibilizó la lucha de muchos pueblos originarios, sus problemas y sus propuestas».

Como era lógico, en su comunicado conjunto aparecieron, otra vez, las recriminaciones que ya se volvieron ancestrales:

”Con nuestra participación en este proceso electoral, le reiteramos a los pueblos indí­gena y no indí­genas de México que no permaneceremos quietos mientras se destruyen y nos arrebatan la tierra, que heredamos de nuestros abuelos y que se la debemos a nuestros nietos, mientras contaminan los rí­os y perforan los cerros para sacar minerales, no nos quedaremos quietos mientras convierten la paz y la vida que venimos construyendo diariamente en guerra y muerte mediante los grupos armados que protegen sus intereses.

Nuestra respuesta, no tengan duda, será la resistencia organizada y la rebeldí­a para sanar al paí­s».

Ni alianzas ni abstención

Y frente al proceso electoral, de acuerdo a notas de prensa, el movimiento de los colectivos indí­genas determinó no hacer alianzas con coalición o candidato alguno, pero tampoco llamar a no votar.

”Marí­a de Jesús Patricio Martí­nez, Marichuy, aun vocera del Congreso Nacional Indí­gena (CNI) informó el 2 de mayo que el padre Alejandro Solalinde les invitó a sumarse a la campaí±a de la coalición Juntos Haremos Historia’ y a su eventual gobierno, pero le dijeron que no, al considerar que Andrés Manuel López Obrador es parte del mismo sistema capitalista.

”Igual detalló que durante la etapa de recolección de firmas recibió también cartas de Margarita Zavala, Armando Rí­os Pitter y Jaime Rodrí­guez Calderón, para buscar incorporarlos a sus campaí±as. Se negaron.»

En consecuencia, también se anunció que no harán alianzas electorales ni llamados a votar por ningún candidato o partido polí­tico.

Por todo eso y más el investigador Anguiano considera que ”… la inclusión en la ley electoral de las candidaturas independientes se hizo de forma que prácticamente las anula con requisitos, condicionantes y fiscalizaciones que ningún ciudadano común está en posibilidad de seguir y cumplir … Tal vez la movilización del CIG, el CNI, la asociación civil Llego la hora del florecimiento de los pueblos podrí­a haberse iniciado imponiendo una demanda constitucional al respecto, pues es evidente que se violan de manera expresa el ejercicio de derechos establecidos en la Constitución…»

Por lo pronto, se sabe que en octubre de 2018 se realizará la Asamblea General del Congreso Nacional Indí­gena (ahora con más adherentes) ” para conocer los resultados de la valoración de los originarios agrupados en el CNI y avanzar en el siguiente paso.»

Y todo indica que, otra vez, machacarán con sus cientos de razones que tienen para sentirse que los tratamos como si México ya no les pertenece.

Graciela Machuca

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