¡INGENUA LA PROCURADURíA DEL MEDIO AMBIENTE DE QUINTANA ROO! (UNO POR UNO; LA COLUMNA)
Por: íngel Ramírez Hernández
Maestro en Periodismo Político, Miembro Fundador y Presidente del Colegio de Profesionistas en Comunicación de Quintana Roo, A.C.
Chetumal, Quintana Roo a 29 de mayo del 2018.- ¡Ingenuidad! La de la Procuraduría de Protección al Ambiente de Quintana Roo (PPA), mira que tratar de liquidar a mano y rastrillo la plaga de lirio acuático que afecta más de 5 hectáreas de la sabana de Chetumal, solo a una mente ”chiquita» se le pudo haber ocurrido.
Es un trabajo enorme que en esas condiciones, a mano limpia, rastrillo y una pequeí±a lancha, era imposible quitar de la sabana, cientos de toneladas de lirio o lechuguilla como se le conoce, en el plazo que usted diga y mande.
Imagínense, la cantidad de recursos económicos y horas hombre que se requiere para ello, el Estado no está en condiciones de gastar a lo tonto, y lo hace, mire, ¿Sabe usted cuantos viajes necesita hacer un camión de volteo para sacar la lechuguilla del área afectada o de trabajo, y llevarla al tiradero final?
Muchísimas, los camiones y las maquinarias que hacen esas labores cobran por hora, y no cobran cacahuates, piense en la cantidad de dinero tirado a la basura, es obvio, los primeros trabajos desarrollados en la zona no lograron quitar ni el 5 por ciento de toda la plaga.
Hacerlo a mano, es un trabajo inútil, ¿Que estuvo pensando el Procurador de Protección al Ambiente cuando planeo la estrategia, quien lo asesoró, quien del gobierno le autorizó?, era de esperarse que a mano limpia es imposible acabar con una encomienda mayúscula, además de que expuso a sus hombres.
Pero lo irrisorio de esto, es que se llevó entre las ”piernas» a instituciones serias, como la Marina, entre otras, que apoyaron en las labores de remoción del lirio acuático, no hubo alguien en la Marina que le dijera a los de la PPA que su idea era más que un suicidio.
El lirio (Pistiastratiotes) es una planta acuática que se cree perteneció a un particular, la tuvo en su pecera o estanque y, cuando creció o ya no la quiso, lo más fácil fue tirarla a la sabana, es una planta exótica conocida como repollito de agua o lechuga, originaria de ífrica, abundante en el Rio Nilo, es una planta invasora que entre sus ”virtudes» está acabar con el oxígeno del cuerpo de agua, matando todo tipo de especie marina y hasta terrestre.
El excesivo uso de nutrientes provenientes de contaminación de aguas negras, hace que el cultivo sea muy rápido de propagarse, erradicarla es bastante difícil, particularmente cuando lo haces manual, quitas una planta rebotan 100, y a mano, está más cabrón que bonito.
í‰sta planta en los acuarios la venden fácilmente por 30 pesos, la Procuraduría Ambiental debiera generar políticas u acuerdos para que la lechuguilla ya no se venda en ninguno, por daí±ar el entorno, sobre todo porque es una especie invasora, perjudicial para muchas especies.
Volviendo a los trabajos de limpieza, mire, hace unos aí±os en Tabasco sucedió una situación similar con el lirio acuático, estaba afectando la laguna conocida como el Jícaro, ahí se dieron cuenta que hacer la limpieza a mano era prácticamente imposible, costosa e implicaba poner en riesgo la seguridad del personal, ¿Qué hicieron entonces?, ahí una mente no muy brillante, pero sensata, astuta, de las que ni siquiera de esas hay en la Procuraduría Ambiental del Estado, sobre todo para desarrollar las políticas ambientales, se le ocurrió contratar una maquinaria especial.
La maquinaria que contrataron los tabasqueí±os es la que se usa en otros lugares, no creo que aquí lo hagan, pero por lo menos doy el beneficio de la duda, es la misma que se utiliza para levantar el sargazo, sencillo y mucho más barato, sin poner en riesgo tanto personal.
Esa máquina tiene una especie de banda que va desplazando todo el lirio a una cuchara frontal, pasa a un triturador para después depositarlo a una lancha que sirve de carguera, la hoja de la lechuga de agua es muy frágil, se tritura fácilmente y se deposita en un lugar para que se descomponga con el medio ambiente, sin correr el riesgo que vuelva a retoí±ar.
Aquí, a los dos días de que comenzaran los trabajos en la sabana, el personal ya no quería ir, pues como, es un trabajo duro, agreste, sobre todo con oficinistas que no están acostumbrados a ello, bien uniformaditos, con sombrero y perfumados para la foto; pero después, presentaban ronchas en la piel, comezón en casi todo el cuerpo, podría ser por el agua contaminada o por la resina de la planta.
Vaya cabeza la que tiene la PPA, no piensa en su gente, es más, no piensa y lo digo con todo respeto, sin ánimos de ofender, pero parto de la idea de que los que están ahí son expertos en el tema, con contactos, aleados para que los ayuden a resolver problemáticas ambientales.
No hubiera sido más fácil investigar que Estados del país, habrían enfrentado este tipo de problemática, y en consecuencia su resolución, no era más sencillo para nuestro procurador ambiental haberse acercado a ellos, asesorarse, antes de regar el tepache.
En fin, ahí le ponemos algunas fotos de la máquina que se utilizó en el Jícaro; pero claro puede haber muchos más y mejores ejemplos; pero de inicio no investigaron y expusieron a su personal a los peligros que implica la fauna endémica que abunda en la sabana, culebras y lagartos, entre otros.
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