Sin acceso público a Xcacel-Xcacelito

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POR ESTO

TULUM, 9 de julio.- Las autoridades estatales a través de Sema persisten en mantener cerrado el acceso público a Xcacel-Xcacelito, a modo de preservar esa reserva estatal del Santuario de la Tortuga Marina, pero en donde seí±alan ciudadanos se contaminan los mantos acuí­feros por el campamento establecido.
Ni autoridades estatales, ni municipales se preocupan por rehabilitar los accesos a las playas en la Riviera Maya, a pesar de que en ambos casos han prometido trabajar en el tema, al ser el estado de Quintana Roo un destino turí­stico en donde miles de turistas arriban con el propósito de acceder a las playas, que antes del sargazo contaban con playas de fina y blanca arena y aguas cristalinas.
Los turistas que hasta un aí±o atrás ingresaban a la bahí­a de Akumal, hoy si lo quieren hacer tienen que pagar por ello, presuntamente por los servicios que allí­ ofrecen.
Al no haber otra opción y buscando ingresar al mar por esa zona, incrementó el número de visitantes a la zona de Xcacel-Xcacelito, mismo que era controlado mediante el estacionamiento, es decir, al momento en que notaban que el estacionamiento estaba lleno cerraban desde la carretera federal, donde se podí­a notar la fila de vehí­culos en espera salieran vehí­culos y pudieran ingresar otros. Fue hasta que asumió el cargo Elvira Carbajal Hinojosa, como directora del Instituto de Biodiversidad y íreas Naturales Protegidas de Quintana Roo (Ibanqroo) , que en esta temporada alta los turistas se topan que ese lugar se mantiene cerrado.
En cuyo interior dicen se lleva a cabo la contaminación a los mantos acuí­feros, ya que en el campamento habitan alrededor de 50 personas que generan aguas jabonosas y aguas residuales al rebosar el tanque de éstas. Solicitan se respetan las normas federales del manejo de aguas residuales para ese lugar.
Tras el problema ambiental, un grupo de personas están pensando poner la denuncia ante la Procuradurí­a Federal de Protección al Ambiente (Profepa), al ser un írea Natural Protegida.

Graciela Machuca

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