El nuevo discurso de la Semarnat sobre el Tren Maya y sus pendientes en la agenda del cambio climático

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martí­nez
La agenda medioambiental de los gobiernos federal, estatales y municipales de los estados por donde se construirá el Tren Maya no debe estar desvinculada ni de los preceptos asentados en la Constitución Polí­tica de los Estados Unidos Mexicano, ni de los compromisos internacionales signados por el Estado mexicano y mucho menos de las prioridades de los pueblos originarios y demás asentamientos humanos de la región.
La salida del doctor Ví­ctor Manuel Toledo Manzur, como secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el pasado 31 de agosto, es muestra que a la actual administración federal no le interesa escuchar a todos los cientí­ficos y técnicos, sino solo a quienes no disienten de las opiniones del titular del Poder Ejecutivo Federal.
Todas las áreas de la administración pública federal son de gran relevancia para el desarrollo del paí­s, pero en particular, la medioambiental tiene la encomienda de preservar los recursos naturales que aún tenemos, mismos que constituyen el legado para las por lo que las acciones de gobierno y polí­ticas públicas que se pongan en marcha, deben ser transversales, así­ como los presupuestos de los tres niveles de gobierno, los cuales deben tener un enfoque de derechos humanos, con énfasis en el derecho a vivir en un ambiente sano.
Toledo Manzur es un experto en cuestiones ecológicas, reconocido a nivel internacional, con la autoridad como académico y el compromiso con la sociedad por lo que aceptó ser secretario de la Semarnat, al cual tuvo que renunciar por congruencia al percatarse que la agenda del gobierno no es la misma que la del movimiento medioambientalista a nivel nacional e internacional.
Recientemente, en su perfil de Facebook publicó lo siguiente:
SEMARNAT: NACE UNA NUEVA DEMAGOGIA AMBIENTAL.
Invito a todo verdadero ambientalista y a todo académico serio a ver el video en la página de la Secretarí­a, subido el 10 de octubre bajo el tí­tulo ”SEMARNAT ACOMPAí‘A EL PROYECTO DEL TREN MAYA DESDE UNA VISIí“N DE CUIDADO Y CONSERVACIí“N DE LA VIDA». En solo 1 minuto y 48 segundos se construye un nuevo discurso demagógico dentro de la 4T. LAMENTBLE!
Aquí­ se puede ver el referido video:
https://www.youtube.com/watch?v=vfPcEtrrgK0&feature=emb_logo
El dos de septiembre pasado Toledo Manzur confirmó su renuncia a la Semarnat por medio de un video en el que aparecí­a en compaí±í­a del presidente Andrés Manuel López Obrador y Marí­a Luisa Albores, quien se desempeí±aba como secretaria de Bienestar y lo sustituyó en el cargo.
En ese video el académico e investigador dijo:
”Soy el primero en lamentar esta decisión, pero fue decisión mí­a y de mi familia exenta de toda implicación polí­tica… 4 elementos se conjugaron: mis casi 75 aí±os; una cardiopatí­a de más de una década, que se estuvo complicando y resolviendo; la amenaza de la pandemia y una alta conflictividad social y ambiental que se debe enfrentar desde la Secretarí­a del Medio Ambiente».
Previo a su renuncia de fecha 31 de agosto, se difundió un audio el 5 de agosto que el entonces servidor público federal comentó en una reunión pública que la llamada cuarta transformación es un gobierno de contradicciones y lucha de poder. Con ello, sus sustitución en el cargo ya estaba garantizada, pues ese audio se sumó a los quejas que recibí­a de él y de su equipo el presidente de la república por parte de altos directivos de Fonatur, quienes no estaban de acuerdo en cumplir la normatividad técnica para diseí±ar el proyecto del Tren Maya, porque eso implicaba salirse de los tiempos definidos desde la Presidencia de la República.
Toledo Manzur conoce desde dentro del gobierno federal las instrucciones que hay para acotar la agenda medioambiental en torno al Tren Maya y sabe que lo que diga la institución al respecto es demagogia porque no hay sustento. Es fácil construir un discurso y para ello están los expertos en mercadotecnia y propaganda gubernamental, pero el discurso no se puede adaptar a las diferentes realidades medioambientales que se desarrollan en los estados de Quintan Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.
La Semarnat, el dí­a que difundió el citado video también dio conocer un comunicado de prensa, por medio del cual recalcó que
el Tren Maya ”está llamado a consolidarse como un proyecto de desarrollo integral con sustentabilidad ambiental y económica, porque se convertirá en una oportunidad para que las poblaciones planeen sus territorios con una perspectiva ecológica y comunitaria».
Estas palabras las emitió la actual secretaria del ramo, en presencia de López Obrador, a quien acompaí±ó en su segundo dí­a de gira por la pení­nsula de Yucatán para la supervisión de la obra del Tren Maya ”que confluye en 15 íreas Naturales Protegidas, desde el Parque Nacional de Palenque hasta la colindancia de la Reserva de la Biósfera de Calakmul».
Con este cambio discursivo institucional, Albores González, ”desde su primer dí­a como responsable de la polí­tica ambiental federal estableció comunicación con el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, para conocer el estatus del proyecto en materia de impacto ambiental y dar el acompaí±amiento técnico necesario». Al no oponerse a las instrucciones de su jefe inmediato superior, Albores González no será acusada de insubordinada por funcionarios de Fonatur.
Semarnat, instancia que diseí±a y aplica la normatividad, ya tiene una nueva encomienda, no ponerle trabas a Fonatur, con eso de pegarse a la normatividad, porque quien nada sabe de medioambiente, tampoco nada teme, pero como Toledo Manzur si sabí­a, de allí­ su rebeldí­a.
Incluso, la ahora titular de la Semarnat se reúne todas las semanas con el equipo directivo de Fonatur, ”para resolver dudas sobre cómo este proyecto tan importante para el desarrollo y bienestar de la pení­nsula puede ser amigable con el medio ambiente, fomente su cuidado y conserve su belleza para las futuras generaciones».
Mientras la construcción del Tren Maya va en marcha, sin que nada ni nadie se interponga en su camino, el Senado de la República aprobó la extinción de 109 fideicomisos, entre ellos el que administraba el Fondo para el Cambio Climático, por lo que organizaciones ambientalistas han manifestado su temor por la transparencia en el manejo de recursos para la atención del cambio climático.
Diversas organizaciones civiles medioambientales han sostenido que la decisiónfue tomada bajo el argumento de eliminar la corrupción en el manejo de estos recursos, sin haber revisado previamente la situación particular de cada uno.
En el caso del Fondo para el Cambio Climático, su manejo era sometido a auditorí­as trimestrales en donde se revisaba su gestión a través de Nacional Financiera (NAFIN), el ente que serví­a de fiduciario. A su vez, este Fondo contaba con un Comité Técnico, encargado de la toma de decisiones, presidido por la Semarnat y conformado por otras secretarí­as y órganos de gobierno.
El decreto aprobado por Diputados y más tarde por Senado, propone se extinga el fideicomiso, pero que ”los recursos para la atención del cambio climático» sigan operando, bajo procedimientos que tendrá que definir la Semarnat. La ambigí¼edad del decreto no permite evaluar cuál será el manejo, la gobernanza y los mecanismos de transparencia bajo los cuales se llevarán a cabo dicho manejo.
”Si bien el Fondo para el Cambio Climático requerí­a ser fortalecido para incrementar los recursos que lo alimentaban, su eliminación es parte del desmantelamiento del aparato público que se ha creado para atender problemas como el cambio climático, que no son prioridad para este gobierno», mencionó Sandra Guzmán, Coordinadora de la Agenda Internacional del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC).
Como primeras consecuencias de la eliminación de este fideicomiso, queda en el aire cómo será el pago a los ganadores de la convocatoria 2019. Además, se desconoce el destino de los 40 millones de pesos destinados a la segunda convocatoria que ya habí­a sido aprobada por el Comité Técnico.
La preocupación se centra en que la atención del cambio climático debe ser vista de manera transversal, teniendo repercusiones en sectores económicos, sociales y ambientales. Al carecer de este fideicomiso, ya no se cuenta con una entidad que gestione los recursos de manera transparente, como lo hizo NAFIN, incluidos recursos presupuestales y recursos internacionales. Además de que se reduce la posibilidad de conectar el impuesto al carbono y los recursos generados por el Sistema de Comercio de Emisiones en su fase operativa, con el Fideicomiso que podrí­a a su vez reasignar dichos recursos ví­a convocatorias públicas.
Para la actual administración en México, la crisis climática resulta un tema secundario, muestra de ello es la asignación en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2021, en la que se contempla únicamente 1.1% de los recursos para atención del cambio climático. De modo contrario, el 11.6% del PPEF será destinado a explotación de combustibles fósiles, una de las principales causantes del calentamiento global. Al carecer del Fondo para el Cambio Climático, se agrava el acceso a recursos destinados para tal fin, y se corre el riesgo de que los recursos que lleguen sean gestionados de manera arbitraria y poco transparente.
Lo anterior de acuerdo a un análisis difundido por: Extinction Rebellion México, Fridays for Future México, Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), Huerto Roma Verde y Ruta Cí­vica, organizaciones mexicanas expertas en el cambio climático.

Graciela Machuca

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