Más mexicanos debieran saber del comunista Marcos Leonel

0

Miradas de reportero

Rogelio Hernández López 

Desde el mediodí­a del lunes 28 de diciembre el chat de Exmilitantes del Partido Comunista Mexicano comenzó a rebullir por el nerviosismo colectivo… 

— ¿Alguno de ustedes sabe cómo sigue Marcos Leonel Posadas? —inquirió Rodolfo Echeverria Martí­nez, el Chicali: 

— Buscaré información—reaccionó Francisco Rosas, el administrador del chat. 

Se querí­a saber la condición de uno de los principales continuadores de esta corriente de pensamiento en México porque no aparecí­a noticia en algún medio de prensa. Era inexplicable el desinterés del periodismo no obstante su importante personalidad entre la izquierda polí­tica mexicana. 

— Está hospitalizado con neumoní­a en el hospital Ajusco Medio. Hoy no hemos recibido noticias, hasta ayer (domingo 27) su estado era grave—informó la exguerrillera Marí­a de la Luz Aguilar Terres. 

— Continúa mal—confirmó Alejandro Encinas Rodrí­guez, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretarí­a de Gobernación. 

— La situación de Posadas es muy grave, efectivamente tiene neumoní­a y para colmo se le fracturó la tráquea lo que dificulta que le llegue el oxí­geno. Está muy mal—ratificó Martha Recasens, viuda de Arnoldo Martí­nez Verdugo… 

La preocupación se incrementaba junto a mensajes deseosos para que se recuperara Posadas. 

Brotaron también decenas de chispazos de memoria sobre la personalidad y acciones de quien ya acumulaba 64 aí±os de comunista. Posadas ingresó en 1956 al destacamento juvenil de su partido, casi simultáneamente a que se convirtiera en obrero electricista en Petróleos Mexicanos. 

A las 0:16 horas del jueves 31 de diciembre cundió allí­ la noticia temida. Daniel Carlos Garcí­a, coeditor la revista Tribuna Comunista y Luciano Concheiro, Subsecretario de Educación Superior fueron de los primeros en confirmar que Marcos Leonel Posadas habí­a fallecido horas antes. 

Dejadez en el periodismo 

El extendido duelo entre las decenas de participantes de ese chat tampoco interesó a ningún medio de prensa el 31 de diciembre ni el primer dí­a de 2021. 

Hasta el 2 de enero los lectores de La Jornada se enteraron del fallecimiento por una esquela que pagaron comunistas. Ese mismo dí­a hizo públicas sus condolencias la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y Teresa Gil Gálvez, periodista de izquierda, dedicó una parte de su columna a Marcos Leonel en la agencia Quadratí­n. Dí­as después hizo una mención en su columna el periodista Humberto Musacchio. 

Tere Gil reprochó en su texto el desinterés de la prensa: ”la muerte de un dirigente que hizo de la lucha comunista toda su vida quizá no tendrá la repercusión de la muerte de un músico popular, ni su foto se repetirá por centenares en los medios.» 

Y tuvo razón. El 31 de diciembre, los medios de prensa impresos o digitales mexicanos destacaron al menos 17 fallecimientos del dí­a anterior que les parecieron trascendentales, entre otros del polí­tico británico Ronald Atkins, del pianista de jazz estadounidense Frank Kimbrough, de la actriz mexicana Martha Navarro y hasta de Joel Higuera Acosta, integrante del grupo Los Tucanes de Tijuana… 

Y de Marcos Leonel Posadas, nada. 

Esa trayectoria 

Desde horas antes de su fallecimiento decenas de recuerdos, en el chat de los comunistas, formaron un cúmulo de escenas –de él y con él– que perfilaron esa dimensión singular que ignora la prensa polí­tica. 

La compilación más completa la hizo en un dí­a Arturo Martí­nez Nateras, ex secretario de organización del PCM y la compartió con este reportero. 

Marcos Leonel Posadas nació en Tampico hace 82 aí±os y 3 meses (el 7 de octubre de 1938) y muy pronto se decidió por la militancia polí­tica desde la izquierda comunista. Nunca cambió de filiación. 

De nií±o a adolescente Posadas fue vendedor ambulante; a los 18 aí±os ingresó a la Juventud Comunista de México (JCM); de los 19 a los 25 fue obrero electricista en PEMEX; de los 26 a los 31 fue secretario general de la JCM. Desde los 29 aí±os (1967) fue parte del Comité Central de su partido hasta 1981 cuando se acordó disolverlo para unificarlo con otras izquierdas y dar paso a Partido Socialista Unificado de México (PSUM), luego al Partido Mexicano Socialista (PMS) y el PRD, En todos cumplió responsabilidades directivas, pero en el PRD se mantuvo pocos meses. 

Sus responsabilidades, de acuerdo con la compilación de Martí­nez Nateras, aparte de dirigente de la JCM, fueron las relaciones internacionales del PCM y del PSUM, editor de la Revista Internacional de los comunistas del mundo, director del semanario Oposición (órgano oficial del PCM) cuando circulaba en los puestos de periódicos y de mano en mano entre miles de militantes. Fue autor de ensayos sobre educación, democracia en México, problemas internacionales y muchos para formación de militantes. 

Después de abandonar los partidos electorales se incorporó al equipo de Arturo Martí­nez Nateras primero como director editorial de una edición ilustrada del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha (premiada internacionalmente) y luego como director de contenidos de cinco tomos de la enciclopedia de La Izquierda Mexicana del Siglo XX. Además, colaboró para el libro: El 68. Conspiración comunista. 

Paralelamente, desde 1989 cuando ya contaba 51 aí±os impulsó varias iniciativas de reagrupamiento de socialistas y comunistas tales como la Corriente del Socialismo Revolucionario, la Corriente del Socialismo Democrático, Dignidad Ciudadana, Coordinadora Socialista. Desde enero de 2011 fue el principal promotor del Movimiento Comunista Mexicano donde fue Director de su revista-libro semanal Tribuna Comunista. Desde allí­ promovió la unidad con otras expresiones marxistas. Y todo este tiempo se negó a la formación de un partido electoral ”porque eso corrompió la polí­tica», dijo varias veces. 

Promesa incumplida 

Al saber de la muerte de Marcos Leonel este viejo reportero especializado en las izquierdas resintió, en automático, un impacto por incumplimiento de una promesa hecha en 2013. 

A fines de ese aí±o le busqué para una entrevista periodí­stica formal con los temas del fallecimiento reciente de Arnoldo Martí­nez Verdugo y el inminente registro del partido Morena que confirmaba la gran segregación del movimiento de izquierda socialista y comunista. 

Para entonces Marcos Leonel ya no militaba en partidos formales, tení­a unos tres aí±os coordinando la revista Tribuna Comunista y era de los más activos en proponer la reunificación de las izquierdas. 

En una cafeterí­a de insurgentes sur, en Tlalpan conversamos de esos temas. En algún momento fui invasivo de lo personal con una broma: 

— ¿Supiste cómo alguien te caracterizó en Oposición? 

— ¿Cómo? mano —preguntó. 

— Como abúlico y despótico, por autoritario y frio—le dije. 

Y reaccionó con una tremenda carcajada con ese tono profundamente cavernoso de siempre. Varios comensales se alertaron con lo impactante de su voz. 

Luego se soltó a hablar de su formación, de algunos intereses personales más allá de la polí­tica… 

En realidad, con la guasa yo querí­a aprovechar para restaí±ar tensiones personales que habí­amos tenido por allá de 1978 cuando él era mi jefe como director del semanario del PCM, Oposición. Allí­ empecé como reportero profesional con salario. 

La charla prosiguió con más amenidad. Mostró singularidades que explicaban su personalidad, más bien introvertida, formal, circunspecta esencialmente. Nnada despótica. Le propuse una segunda entrevista para completar su perfil personal, más que polí­tico. Se resistí­a. Al final, convenimos encontrarnos pronto. 

Pero… 

Alteridad de comunista 

De la compilación de Martí­nez Nateras y otras historias narradas estos dí­as de enero de 2021 este reportero puede completar un poco más el perfil de un polí­tico mexicano que conjuntó las tres caracterí­sticas fundamentales de integridad: sensible a lo social, organizador natural y con capacidad de elaboración prospectiva. 

Además, Posadas agregó la decisión personal de ser un militante indómito y permanente, aportar sin aspavientos, moderado y sin ostentaciones hasta en el vestir, no buscar fama ni poder personal, formador de militante atentos a los problemas de la gente, editor empeí±oso, elaborador teórico, pero sobre todo considerado con los otros, a veces dando la espalda a sí­ mismo. Murió sin riquezas materiales. Lo que más atesoró fueron sus miles de libros. Un polí­tico mexicano de los que quedan pocos. 

A eso puede llamarse alteridad comunista. Principios de vida del Ser polí­tico: ocuparse permanentemente por el bienestar de los cercanos y los demás, pero con disposición a modificar la propia perspectiva con otras visiones y opiniones. 

Gabriel Garcí­a Márquez, escribió que ”un hombre público puede tener dos muertes, la privada y la pública». Así­ se entiende porque sus camaradas cercanos reflejen ternura y duelo por su muerte y también decidan mantener vivos sus aportes: alimentar los recuerdos, editar sus escritos, seguir sus ejemplos; no dejarlo morir públicamente. 

Más mexicanos debieran saber del comunista Marcos Leonel.

Marcos Leonel Foto La Vanguardia noviembre 2019

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *