Falta validar como no lucrativas a miles de pequeí±as empresas periodí­sticas

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Miradas de reportero

Por Rogelio Hernández López 

Desde que colegas de Hidalgo, bien desarrollados profesionalmente, comenzaron a buscar expositores asomaron dos noticias y varios buenos augurios para el periodismo mexicano: 

UNA. A pesar de la contingencia sanitaria lograron organizar, por cuarta vez, la Semana del Periodismo en Pachuca para los dí­as 22 al 26 de febrero con dieciséis expositores que revisarán situaciones y futuro del periodismo. 

Dos. Tendrán el apoyo de las agencias EFE (espaí±ola), Xinhua (china), Quadratin (mexicana), de la cadena de televisión internacional UCL y de al menos 16 pequeí±as empresas pequeí±as vinculadas al periodismo. 

Augurios 

De resultar lo planeado, tras esa jornada se enviará implí­citamente el mensaje de una actividad unificadora de medios y periodistas para mejorar su ecosistema; acción que invita a emularse en otros estados y estimular más acciones colectivas para otros objetivos. 

Paralelamente, la coparticipación de unas 16 empresas pequeí±as para realizar esas jornadas en Hidalgo, (uno de los estados menos poblados) evidencia otro fenómeno reciente de la transformación acelerada en la estructura económica del periodismo mexicano: se multiplicó el modelo de empresa pequeí±a de prensa. 

Probablemente sean ya 4 mil las pequeí±as empresas de periodistas en todo el paí­s que, con muchas dificultades buscan arraigar, que necesitan reconocimiento legal como agentes de servicio a la sociedad. Su proliferación las convirtió en otro sujeto activo de la comunicación social en México, junto a los medios públicos y los comunitarios, que también compiten o enfrentan el poder de las empresas mercantiles grandes y sus corporativos que por décadas acapararon agenda mediáticas, públicos y el gasto publicitario. 

Insertar el modelo en dos leyes 

Desde los últimos meses de 2020, Alberto Witvrun el reportero director de la agencia Ví­a Libre y Alejandro Gálvez director de Quadratí­n en Hidalgo planearon que entre los periodistas expositores invitarí­an a tres mexicanos que promueven el modelo de prensa no lucrativa y su reconocimiento jurí­dico: Andrés Solí­s ílvarez, Gerardo Albarrán de Alba y Rogelio Hernández López. 

Propondrán que en las conclusiones de la jornada se incluya la exigencia a la Presidencia de la República, a la Secretarí­a de Gobernación y a las dos cámaras del Congreso de la Unión de que se incorpore la figura jurí­dica de Empresas de prensa no lucrativas en dos leyes que se reformarán en los próximos meses, la de Comunicación Social y la de Protección a personas defensoras de los derechos humanos y periodistas ya aprobada por los diputados y que espera turno en el Senado. 

No son lucrativas 

Las propuestas iniciales de estos expositores se distribuirán en un solo texto a los participantes en la cuarta semana del periodismo. En ese documento se explica cómo se ha ido conformando el perfil general de estas empresas: 

Son las que producen servicios de información periodí­stica, que se integran con 3 y un máximo de 20 personas, una alta proporción son informales legalmente, la mayorí­a obtienen ingresos insuficientes para 

recuperar costos de producción y salarios. Por supuesto, no tienen remanentes para reinversión de capital ni capacitación. 

Este es el perfil de las miles de empresas de periodistas que, en los hechos, no pueden ser lucrativas porque se ha restringido severamente el gasto público y privado de la publicidad, se ha achicado el mercado de la información por la evolución de las nuevas tecnologí­as y por los cambios de gobierno y más todaví­a, por la pandemia. Además, porque los grandes corporativos siguen aparando la mayorí­a de los ingresos. 

Esta es una realidad y hay que reconocerla. Para ello se requiere un marco jurí­dico que reconozca su existencia como sujetos mercantiles de interés social. Un andamiaje legal que las dote de personalidad jurí­dica como ”empresas pequeí±as de prensa con actividad de interés público sin fines lucrativos». 

En la tesitura legal de no tener fines lucrativos entrarí­an los medios públicos, los medios sociales y comunitarios y estas asociaciones o empresas pequeí±as de periodistas con menos de 21 personas empleadas. Esta figura de empresas de prensa no lucrativas la propuso desde 2009 el periodista Miguel íngel Granados Chapa a pesar de que no habí­an proliferado por miles. 

Tienen que ser éticas 

Para este nuevo modelo de empresa de prensa pequeí±a y no lucrativas es indispensable reconocer dos necesidades sociales y así­ especificarlas en las normas jurí­dicas: garantizar que no las mueve el interés de la ganancia (lucro) y prestar servicios informativos altamente confiables. 

Para lo no lucrativo se requiere la condición legal de que todo remanente económico que se obtenga, después de los costos de producción y salarios, se destine a reinvertir en equipos, tecnologí­a y enseres para la empresa y para la actualización profesional de sus empleados. 

La otra condición legal es para la confiablidad social. Estos medios deben garantizar que tienen y aplican códigos de ética, que aceptan supervisiones profesionales de sus pares e instancias con autoridad moral como universidades o asociaciones de ética periodí­stica. 

El principio es que la sociedad tiene el derecho de acceder a información confiable, amplia, investigada suficientemente, cercana a sus vivencias y necesidades y que refleje la pluralidad de opiniones. Así­, sus productos serí­an de periodismo confiable que significa un valor agregado para el mercado de la información. 

Estos condicionamientos ayudarí­an a atajar varios defectos detectados en estas empresas pequeí±as de periodistas: que no siempre generan contenidos periodí­sticos propios ni confiables por falta de recursos monetarios o por incapacidad profesional. Son demasiados los grupos o colegas que ”copias y pegan» contenidos de otros sin autorización, que con frecuencia plagian descaradamente, además de otras malas prácticas que causan inconformidades y hasta agresiones. 

De lograrse el reconocimiento de esta realidad y darle organicidad institucional a este modelo de empresa periodí­stica se iniciarí­an, de paso, otras condiciones favorables que estimularí­an una red de autoprotección para empresas y periodistas en todo el paí­s, ya sea para enfrentar tensiones de carácter editorial o mercantil o para alertas tempranas y reacción rápida ante agresiones violentas. 

De esto y más hablaremos el martes 23 de febrero a las 12:00 horas mediante el Enlace Digital de la Cuarta Semana de Periodismo, Hidalgo 2021. Ojalá se interesen colegas de todo el paí­s, especialmente quienes necesitan arraigar sus empresas y hacer periodismo no lucrativo. (rogeliohl111@gmail.com)

Graciela Machuca

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