Quintana Roo México Makers, Fab Lab Maya y su historia de producir equipos de protección para personal médico durante los primeros meses de la pandemia
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
**La grandeza y solidaridad de un grupo de personas se impuso en Quintana Roo
**Vencieron retos para ayudar con insumos ante el Covid 19 en los hospitales.
Ante las deficiencias gubernamentales para enfrentar la pandemia de la COVID-19, por falta de recursos presupuestales suficientes, políticas públicas inadecuadas a la situación, falta de conocimiento técnico y, más que nada, falta de vocación de servicio de muchas personas servidoras públicas encargadas de tomar decisiones, unas cien personas voluntarias se unieron durante los primeros meses de 2020 en torno al proyecto de la red #QuintanaRooMéxicoMakers y Fab Lab Maya, para producir unas diez mil viseras desechables para el personal médico que carecían de un equipo de protección y que a pesar de ello estaban dando el servicio a las personas contagiadas.
A este proyecto se unieron mujeres y hombres de diferentes partes de Quintana Roo, quienes en su mayoría no se conocían, para formar un equipo que se dedicó a conseguir recursos económicos, materias primas, tecnología, asesoría técnica para producir equipos que en esos momentos eran de vital importancia para el personal de hospital que estaban en la primera línea del combate de la pandemia, pero a quienes no les había llegado el equipo de protección que el gobierno federal decía que ya estaba distribuyendo.
El único interés de las personas que donaron recursos económicos, materiales o prestaron tiempo de sus equipos como cortadoras laser o impresoras 3D o dieron asesoría técnica, así como de quienes coordinaron las actividades y de aquellas personas que se dedicaron a conseguir donaciones, coordinar la logística de producción, así como de la distribución, fue ayudar al personal médico con un equipo de protección con el que retomaron esperanzas para seguir combatiendo la epidemia.
La Familia Quintana Roo México Markers se reunieron el pasado 21 de abril en un conversatorio que se transmitió por https://www.facebook.com/fablabmaya y otras redes sociales para recordar esos momentos de comunidad, de trabajo bajo presión, momentos en los que pudieron conocer la bondad del ser humano, pero también, lo negativo, los agandalles de quienes, tienen por costumbre, aprovecharse de las crisis, de las desgracias para sacar provecho económico o político.
EL ANONIMATO FUE LA MEJOR CARTA DE PRESENTACIí“N DE QUIENES DONARON RECURSOS, TIEMPO Y SUS CONOCIMIENTOS
Sin embargo, estas mujeres y hombres pudieron conocer la solidaridad, el desinterés de muchas personas que ayudaron sin esperar nada a cambio, porque el anonimato fue su mejor carta de presentación.
Las experiencias narradas durante ese conversatorio de la Familia Quintana Roo México Makers, conducido por Trinidad Gómez y Miguel íngel Juárez, permitieron conocer el esfuerzo de estas personas voluntarias para lograr su objetivo, cuando la movilidad estaba restringida, las materias primas subieron de precio y escaseaban, así como el dolor, la angustia y el coraje de médicas y médicos que sentían que la vida se les iba porque no recibían el equipo de protección y vieron en esta iniciativa su única salida.
Ver y escuchar los testimonios de estas personas voluntarias a un aí±o de esos momentos de angustia, de incertidumbre e intenso trabajo, es una muestra de empatía con la situación que vivían y siguen viviendo muchas personas trabajadoras de la salud, que por negligencia y razones políticas no se les resuelven sus demandas en sus centros de trabajo, en los espacios en donde tienen que atender cara a cara a las personas infectadas con el coronavirus que produce la enfermedad COVID-19.
En los próximos párrafos iré reproduciendo fragmentos de algunos testimonios que se dieron a conocer durante el conversatorio, mismos que son una muestra de solidaridad, bondad, coraje e importancia.
Después de que desde Fab Lab Maya se conoció el trabajo de Makers México, se tomó la decisión de concentrarse en generar apoyo para Quintana Roo y así fue como muchas personas se sumaron a la iniciativa, ”por lo que poco a poco hicimos la Familia Quintana Roo México Makers», dijo Trinidad Gómez en la parte introductoria del conversatorio.
Con el apoyo logrado se pudo apoyar a personal de hospitales de diez ciudades de Quintana Roo, como Cancún, Chetumal, Felipe Carrillo Puerto, Playa del Carmen, Bacalar, entre otras. A nivel nacional México Markers entregó alrededor de 40 mil viceras para personal médico, mientras que solo Quintana Roo produjo y distribuyó unas diez mil de ese total. También se donaron dos mil trajes de protección como parte del trabajo del diseí±ador David Salomón entre otras personas voluntarias.
EL APOYO LLEGí“ A HOSPITALES DE LA ZONA INDíGENA DE QUINTANA ROO
La iniciativa de Quintana Roo instaló centros de acopio en Chetumal, Carrillo Puerto, Cancún y Playa del Carmen. Se cubrió a más hospitales y unidades médicas en comunidades indígenas.
Aquí algunos de los testimonios:
Abraham Trujillo:
”Lo más complicado fue el tema de coordinación, porque iniciamos esta intención de México Markers sin la intención de volverlo nacional, al principio lo que hicimos era imprimir caretas para mi familia, para mis papás, para mis hermanos y al final el movimiento creció tanto y nosotros teníamos una falta de experiencia muy grande en temas de coordinación y nos enfrentamos a un movimiento nacional, la parte más complicada fue la de agarrar experiencia, aprender a coordinar los recursos, porque los recursos caían hacia nosotros y teníamos que andar enviando filamento, a diversas partes del país, llevar un inventario de todas las caretas que se hacían, donde se entregaban, quien las entregaba, quien las recibía, asegurarnos que los hospitales realmente necesitarán las caretas, esa parte de logística fue el reto más grande que nosotros llevamos». Coordinador y fundador de México Markers.
David Salomón:
”Estábamos viviendo un momento complicado, a mi en lo personal me tocó trabajar más directamente en la parte de coordinación de lana, de juntar lana, junto con Charid y yo andábamos haciendo esa chamba, de broma le decía de prostituirnos con todos los grupos de Whatsapp dentro de la comunidad para hacerles ver que necesitábamos apoyo para poder apoyar a México Makers y de alguna manera fuimos como una especia de enlace entre México Makers y la comunidad médica que nos interesaba mucho apoyarlos a ellos, no te podría decir que haya sido una cosa más complicada que otra, porque literal hubo días que estábamos desde las ocho de la maí±ana frente a la computadora, nos daban las once de la noche y nosotros seguíamos frente a la computadora y en el teléfono, chateando y organizando donativos y organizando grupos para poder reunir recursos para hacer posible todo esto, además, metiéndonos en un tema, yo en lo particular no soy conocedor, yo reconozco que yo, ustedes son mileneals, yo soy centeneas, yo soy milenario más bien y ni siquiera entendía muy bien que es lo que se estaba produciendo, Atenas hizo una chamba maravillosa conmigo de explicarme sobre los materiales y para qué… Quizás el apoyo material no fue tanto, pero sí que la comunidad médica supieran que no estaban solos encerrados en cuatro paredes combatiendo un virus que estaba destrozándonos la vida a todos, sino que también habíamos gente afuera que estábamos haciendo algo desde nuestras trincheras».
Mariana Claveran: ”El reto en lo persona fue él salir, cuando todo mundo te decía que no debías de salir, porque te contagiabas y te morías; la otra parte complicada, fue tener el contacto directo con el personal médico, eso fue lo más duro, pues porque veías todo, la crisis de los médicos, finalmente todo fluyó, después fue lo de la organizada de los voluntarios, porque se entiende que en pandemia nadie quería salir y necesitábamos apoyo para organizarnos y salir por las cosas y repartirlas, esa parte también fue difícil, fue un reto, pero superado.
MOMENTOS DIFICILES ANTE LA DESESPERACIí“N DEL PERSONAL MEDICO QUE RECLAMABA EQUIPO DE PROTECCIí“N
Trinidad Gómez: ”Me acuerdo que una vez me habló una doctora y entré en Shock, porque ella estaba enojada y me estaba diciendo que por , por qué no nos apurábamos, porque no habían llegado las donaciones a su hospital, pero gritándome, en ese momento me quedé en Shock, pues lo entiendes totalmente, pues ellos si se están muriendo… después Mariana difundió por sus redes sociales el mensaje de una doctora que llorando agradecía el apoyo: Muchas gracias Mariana, de verdad, muchísimas gracias, hoy que llegaba yo al hospital con las mascarillas y las compartía yo con mis compaí±eros, la verdad que más de uno, más de uno estaba muy agradecido y yo espero que en algún momento tengamos la oportunidad de agradecértelo personalmente, yo ya lo hice, pero me gustaría que uno de ellos también lo hiciera. Muchas gracias».
Shadid Camino: ”El no ser una asociación y decirle a la gente que te depositen dinero en tu cuenta y el Cancún Chiquito de cuando yo era chiquita si te conocen y nos juntamos, David, Tavi, Cayetana y yo, que somos de aquí de toda la vida, y la gente que es de aquí nos conoce, pero el Cancún de ahora es diferente, porque tenían que depositarnos a mi cuenta, pero es satisfactorio ver como es que la gente que menos tiene, mucha gente desempleada, fueron los que más nos donaron, gente que decía, es que de verdad nada mas tengo 50 pesos, pero mi prima es enfermera, tómalos, y te ayudaban a conseguir y veías que cada semana te depositaban…la compra de material para mi fue un gran reto, porque me decían, necesito PVC de tantos milímetros y ¿dónde fregados consigo yo eso?, pero fuimos aprendiendo. Mucha gente pasada de lanza, si aprendí mucho, recuerdo que alguien de Makers de México me llamó y me dijo es que está increíble lo que están haciendo en Cancún, queremos replicarlo para toda la república y queremos que lo coordine y le decía, espérate, en Cancún me conocen, pero llego en San Luis Potosí y no voy a juntar ni un peso… Tenías el tiempo muy limitado, habíamos dado un depósito para los overoles y teníamos que pagar medio millón de pesos y teníamos que pagar en tres días y no teníamos ni un quinto, la verdad estuvo muy padre, muy satisfactorio, lo que tu recibes a la hora que das es muchísimo, a mi me llena mucho, lo hice feliz y lo volvería a hacer».
Atenas: ”Lo más complicado fue dar producción a todos los que necesitaban tanto las caretas como las cajas. Me toco todo el contacto con el personal médico y escuchar tanto las historias de terror como las historias de desesperación por recibir lo que se necesitaba, el corazón apachurrado de darles 20 cuando se necesitaban cien o darles dos cajas cuando su necesidad era de 50, es parte de enfrentarte a la situación emocional también del otro, para mi fue algo muy retador también, hablando de esta parte desde mi experiencia psicológica también, pues yo tenía a los doctores dándoles terapia en taller, también lo de escuchar todo lo que vivían, a lo que se enfrentaban, los recursos con los que trabajaban, pues te daban ganas de sacarle más de 24 horas al día para poder producir más y eso que yo también cumplí como taller el record de la máquina trabajando 24 horas, nos turnábamos mi esposo y yo con alarmas para que la máquina no parara, para mi el reto más grande fue el reto emocional de vivir el dolor del otro, de vivir las necesidades del otro y de no tener manos, ni tiempo suficiente para poder ayudar, siento que en algunas veces me quedaba corta.
El conversatorio termino reconociendo que sin el apoyo y la articulación de esfuerzos de Gina Alferian, Viky Moro, Alan Sousa y Viridiana Sánchez, simplemente los apoyos no hubieran llegado en tiempo y forma como llegaron a los hospitales donde en ese momento se necesitaban con URGENCIA DE VIDA O MUERTE!…..