Venir o vivir en Quintana Roo es como jugar a la ruleta rusa

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Necesariamente Incómoda


Graciela Machuca Martí­nez

Ante la ocurrencia sistemática de hechos violentos en los diferentes destinos turí­sticos del estado de Quintana Roo, se están generando las condiciones para que el proyecto más acabado de la economí­a turí­stica del paí­s termine como Acapulco, Guerrero, donde la delincuencia organizada tiene copada a la administración pública, mientras la violencia carcome el tejido social tanto de la zona turí­stica como de la periferia.

Desde el gobierno de Felipe Calderón Hinojoza, pasando por el de Enrique Peí±a Nieto, se argumentó en diversos foros nacionales internacionales y nacionales sobre la defensa de los derechos humanos que Estado mexicano habí­a perdido la batalla en muchas regiones del paí­s, conocidas como las zonas del silencio, donde la presencia del Estado desapareció.

Desde luego que esos cuestionamientos y comparaciones incomodaban a la clase gobernante en turno, como sucede hoy en dí­a, cuando quienes gobiernan siguen teniendo la piel muy sensible, porque son incapaces de gobernar en beneficio de la población residente como la flotante, en este caso, los miles de visitantes que llegan al paí­s y en particular a Quintana Roo una derrama económica de miles de millones de dólares, de la cual también se beneficia los gobiernos, a través de los diversos impuestos y derechos que pagan.

Cuando la información sobre la violencia en Quintana Roo la consultamos en las estadí­sticas que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública da a conocer mensualmente, tal parece que estamos hablando de otro paí­s, pero esos números frí­os y quizás descontextualizados tienen su origen en miles de historias de dolor e impunidad de personas de carne y hueso, tanto de ví­ctimas y victimarios, como de sus familias.

Muchas historias de ese tipo se quedan en el anonimato, porque no llegan ni a las estadí­sticas, pues las mismas instituciones, como el Inegi, sostienen que la cifra negra llega a más del 93 por ciento, sin embargo, hay historias que si llegan a las instancias de procuración y administración de justicia, que evidencian el grado de barbarie que se vive en el paí­s, donde la ley del más fuerte, en complicidad con agentes del Estado, es la que prevalece.

La mayorí­a de los municipios de Quintana Roo están inmersos en la violencia, pero llevan la delantera los más conocidos a nivel internacional, como son Benito Juárez, Solidaridad y Tulum, pero a pesar de que esta situación ya tiene muchos aí±os que viene en aumento, las autoridades de los tres niveles de gobierno no han hecho nada eficiente para revertir el crecimiento, pero eso sí­, se han gastado miles de millones de pesos del presupuesto para emprender ocurrencias de personas que ignoran como prevenir el delito y brindar seguridad pública a la sociedad, si supieran lo que hacen, la entidad no estuviera en este clima de violencia y terror.

Las personas servidoras públicas responsables de la seguridad pública en Quintana Roo, de los tres niveles de gobierno, ignoran el daí±o que le hacen a la economí­a estatal y nacional con su negligencia, cada hecho de violencia en contra de un nacional o extranjero se impacta la economí­a, porque la credibilidad en los destinos turí­sticos va a la baja.

Las instancias responsables de haber parado la violencia en Quintana Roo son tres: la federal, la estatal y las municipales, cada una de ellas tienen sus facultades muy bien limitadas desde la Constitución federal, pasando por la estatal y las respectivas leyes secundarias, además, del cúmulo de tratados internacionales que están obligadas a respetar, porque el Estado mexicano, los suscribió.

En este asunto están involucradas desde la Guardia Nacional, el famoso mando único, las policí­as estatales, las municipales y las instancias encargadas de prevenir el delito. Se supone que debe existir una coordinación interinstitucional, pero hasta el momento, en Quintana Roo no existen resultados, si se ha dado esa coordinación, solo está arrojando resultados negativos en agravio tanto de la seguridad de la población como del erario.
Los resultados de la Guardia Nacional son similares en todo el paí­s, a pesar del multimillonario presupuesto que recibe, por lo que podemos debatir que este proyecto del gobierno de la 4T ha fracasado, pues el objetivo principal es militarizar al paí­s, con una falacia de una policí­a civil, pero muy pronto dejarán a un lado la máscara, cuando se reforme la Constitución federal y esa Guardia Nacional dependa directamente de la Secretarí­a de la Defensa Nacional (Sedena), una aberración constitucional, porque una policí­a para la seguridad pública no debe depender de las fuerzas armadas.

El pasado 20 de octubre, durante la conferencia matutina encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el comandante de la GN, Luis Rodrí­guez Bucio, informó que la meta para finales de este aí±o es contar con 266 coordinaciones regionales en el territorio nacional.

Actualmente, la Guardia Nacional cuenta con 99 mil 946 elementos, de los cuales 90 por ciento (89 mil 951) está desplegado en territorio con labores operativas y el resto en apoyo a las operaciones, detalló Bucio.
Ahora que fueron asesinadas una turista alemana y una estadounidense, de origen Hindú, la Guardia Nacional desplegó un fuerte operativo en Tulum, una acción que desde hace meses se le estaba pidiendo por la sociedad, ya que ni el Mando íšnico fue incapaz de controlar los repetidos ataques armados en esa zona turí­stica, incluso, después del feminicidio de Victoria, por agentes de la Policí­a Municipal de Tulum, el gobierno federal solo actúo diplomáticamente, pero en todo momento se negó a tomar el control de la situación.

Fue necesario que el gobierno alemán emitiera una alerta de viaje para sus ciudadanos que visitan México, como resultado de los hechos violentos durante los que murió una de sus connacionales y otros resultaran gravemente heridos, para que el gobierno de México decidiera movilizar en Tulum a la Guardia Nacional, ya que los elementos que patrullaban la zona, solo han estado de decoración.

López Obrador, durante la conferencia de prensa matutina, lamentó los hechos y adelantó que se está reforzando la presencia de la Guardia Nacional (GN) en la Riviera Maya para garantizar seguridad a ciudadanos y visitantes.
Sobre estos lamentables hechos, que muestran la inseguridad que se vive en Tulum, el fiscal General de Quintana Roo, í“scar Montes de Oca Rosales, dio a conocer que hay una persona detenida por los hechos ocurridos la semana pasada en un establecimiento en Tulum, derivado de la rápida actuación de los agentes de investigación, quienes – a través de las cámaras de vigilancia del C5, así­ como de las cámaras de los establecimientos cercanos- pudieron identificar a uno de los probables participantes, quien habrí­a ingresado a un hospital en Playa del Carmen para su atención médica por herida de arma de fuego.

Conforme a los protocolos de comunicación existentes con los Servicios Estatales de Salud, se notificó de inmediato a la Fiscalí­a y mediante comparativo, se determinó que la persona era el objetivo de los agresores, y que repelió la agresión con el uso de arma de fuego. Actualmente esta persona ya se encuentra a disposición de la autoridad judicial y se espera próximamente dar con el paradero de los demás probables participantes del suceso.
Hay que recordar que los paí­ses europeos rara vez han emitido una alerta para viajes a Quintana Roo, pero en esta ocasión, la realidad le ganó a la diplomacia y tuvieron que emitir la alerta respectiva, en particular para Tulum y Playa del Carmen, donde se han registrado ataques que han afectado a viajeros alemanes.

”Estos hechos ocurrieron en restaurantes, clubes y discotecas frecuentados por turistas», de acuerdo al ministerio de relaciones exteriores alemán.

Es una vergí¼enza para Quintana Roo, que el gobierno alemán le diga a sus ciudadanos que se encuentran en la zona ”no dejar las instalaciones de sus hoteles». También les recomendó ”utilizar únicamente compaí±í­as de taxis con base en el aeropuerto o recomendadas por el hotel para el traslado desde y hacia el aeropuerto». ”Los automóviles de alquiler también han sido robados allí­ en repetidas ocasiones y, a veces, con el uso de armas de fuego», destaca el comunicado del gobierno alemán. Viajar o vivir en Quintana Roo es como jugar a la ruleta rusa.

Graciela Machuca

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