Necesariamente Incómoda

**Ahora despiden al personal de la oficina del diario en Chetumal; trabajadoras y trabajadores quedan en medio de disputas entre hermanas Alicia Menéndez Figueroa y Patricia Menéndez Cámara, por la herencia.

Graciela Machuca Martí­nez

El proyecto periodí­stico de Mario Renato Menéndez Rodrí­guez en la Pení­nsula de Yucatán ha llegado a su fin, por que él ya perdió todo control sobre la dirección y administración de la empresa, ahora en disputa entre sus hijas, quienes se pelean la herencia, sin importarles daí±ar a las personas trabajadoras que si tienen que devengar su salario, para sacar a la luz el periódico aun en diferentes regiones de la entidad y elaborar los contenidos para sus plataformas digitales.

Sin duda, Mario Menéndez logró construir un emporio periodí­stico con la empresa que edita el diario PorEsto! con el apoyo de grupos polí­ticos y empresariales, sus ganancias han sido multimillonarias, pero conforme les fue cediendo la dirección de la empresa a su decendencia el periodismo que hizo lo hizo crecer empezó a tener tropiezos al priorizar solo las ganancias.

Desde que llegó Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, quien siempre recibió apoyo de Mario Menéndez, incluyeron al PorEsto! en los contratos de publicidad de la presidencia de la República.
A partir de ese momento, las primeras ví­ctimas fueron grupos de trabajadores que fueron despedidos de sus diferentes redacciones, sin ser indemnizados conforme a la ley, solo les dijeron que se terminaba la relación laboral y les prohibieron el acceso a las instalaciones del diario. Empezaron las demandas laborales, las cuales hasta el momento no han sido resueltas, dejando sin ingresos económicos a decenas de familias y sin derechos laborales a los trabajadores que contribuyeron a la expansión de la empresa.
El último caso de despido injustificado fue de unos 50 trabajadores de limpieza, rotativa, sistemas, edición y redacción de la oficina de Chetumal, a partir del 30 de noviembre de 2021. Como en los casos anteriores al personal se les prohibió la entrada a las instalaciones, perdieron su fuente de ingresos, además, que se han violado sus derechos laborales porque no recibieron la liquidación conforme a la ley.


Para la empresa solo es un litigio más ante las autoridades del ámbito laboral, pero para el personal despedido implica una etapa de crisis económica, pues fueron despedidas mujeres que tienen a su cargo una familia, jóvenes que tienen que apoyar a su familia o pagar sus estudios, adultos mayores, personas con retenciones por pensión alimenticia y créditos hipotecarios.


El esquema administrativo que construyó Mario Menéndez fue crear diversas empresas que contrataran al personal que elabora el diario, lo que, además de ser ilegal, pone en riesgo los derechos laborales del personal.
En Chetumal, entrevisté a unos de los trabajadores despedidos y esto es lo que declararon.
Shamir Alberto Palacios López, editor, con diez aí±os seis meses de antigí¼edad, considera que este despido no debió haber sucedido, «los veo inaudito, lo veo cruel en estas fechas, 30 de noviembre fue nuestro último sueldo, cortado, nos mocharon el 25 por ciento y de allí­ ya no hay gente en las instalaciones. Solamente hay un guardia y no nos dejan pasar, entonces nos dejan a la deriva, en la calle, sin ninguna noticia más por parte de los empresarios».
Lo que piden es la liquidación justa, «nuestras prestaciones justas y todo lo que son derechos irrenunciables como el aguinaldo, entre otras prestaciones». Tiene dos hijos por mantener.


Por su parte, Moises Soto Suárez, reportero durante 26 aí±os por la empresa que edita PorEsto!, que ha pasado por varias razones sociales, nos resumió el conflicto de la siguiente manera:
La situación se vino tornando hace medio aí±o un poco complicada por la mecánica de trabajo de una empresa que ya empezamos al mando de Alicia, una de las hijas de Mario Renato, a veces nos exigí­an más allá de las 12 horas, durante el último aí±o, un terrorismo laboral, de tal manera que si habí­a algo o un seí±alamiento, no es necesario maltratar a las personas, no solamente era en el área de reporteros, sino de editores, sobre todo en los departamentos habí­a conflictos.


En algunos casos nos citaban a cursos de capacitación para que acudiéramos el sábado, cuando el sábado varios tení­amos que descansar, en mi caso yo acudí­a porque era capacitación, pero era de forma irregular y yo les llegué a comentar, pues que lo hicieran en un momento idóneo de acuerdo a la ley, pero definitivamente ese tipo de situaciones no les importaba, no la apreciaban, Se da un entramado que fueron fraguando, de tal manera que estaba una empresa a nombre de una de las hermanas, Alicia, les ganan, al parecer, un juicio mercantil, por las instalaciones ubicadas en Constituyentes del 74 y llega un presunto embargo otra de las hermanas, Patricia, llegan unas personas, representantes de ellos, como Iván Bas y Joaquí­n Tamayo, diciéndonos que el proyecto sigue, les ganan el juicio y que nos van a garantizar la quincena, la antigí¼edad y que va a seguir».


Sin embargo, con las personas con las que trabajamos, de Alicia, entre ellas Nallely Raya, de la otra empresa, nos dicen, vénganse con nosotros y tomamos una decisión, la mayorí­a, no por traicionar a una persona, sino por conservar nuestro trabajo y nos quedamos con la nueva empresa en las instalaciones y no por traicionar a Alicia, sino por prudencia y conservar nuestro trabajo.


Seguimos trabajando allí­, nos pagan la quincena, efectivamente, el 15 de noviembre, se suscitan situaciones que mandan a Cofepris, al parecer la otra empresa, por el protocolo sanitario que no se tení­a, cuando, con ellos no existí­a. Ponen un aviso de suspensión del ingreso, pasan otros dí­as, se acaba el contrato de la luz que tení­a la otra empresa, lo rescinden y nos quedamos sin luz, estaban operando unos dí­as con la planta que tiene la empresa y nos avisan que no es necesario que nos presentemos a las instalaciones.


Pasan otros dí­as, en el inter del 15 al 30, nos llaman un dí­a antes de la quincena, nos citan alrededor de la seis, siete de la tarde, vamos todos, ya habí­an unos abogados, sus auxiliares y los representantes que mencioné de la empresa que contrataron, Iván Baéz y una administradora, Osiris Caamal y nos empiezan a decir que nos van a pagar el 75 por ciento de nuestro salario y sin la garantí­a que nos paguen la próxima y los dos abogados a un lado.
Veo que esto es irregular y les digo, prácticamente esto está siendo nuestro despido, me dirijo a la administradora y se encoge de hombros y me dice, por eso aquí­ están los abogados para que les den su datos y demanden a la otra empresa, lo cual no aceptamos, por desconfianza, pues quien los llevó fue la empresa.


Dí­as después fuimos a las instalaciones y el policí­a no nos dejó entrar, se guardó cuando vio que estábamos tomando fotos y videos. Ya no hemos podido entrar, nos hemos mantenido en este proceso legal, en etapa de conciliación, proque lo que queremos es una liquidación, si ya no quieren el proyecto, si ya cayeron en algunas carencias económicas, pues el personal, en estas presuntas rií±as entre familia de Mario Renato, el trabajador ha quedado vulnerable y lo que queremos es una liquidación justa, pues los derechos económicos irrenunciables que tenemos los vamos a defender.


Fue de una manera inhumana, cruel, esta situación, maquiavélica en la que, en diciembre nos echan a la calle y yo quisiera aquí­ mencionar una situación, pues cuando estaba el difunto Mario Renato (hijo), él era una persona de carácter fuerte, recio, pero legal en lo que te decí­a, mirándote a la cara, se cumplí­an las cosas, habí­a una prosperidad de la empresa, habí­a convenios, hubo este cambio de administración y ya empezaron este tipo de turbulencia, de transición, de una manera extraí±a, empezaron con el maltrato a la gente, hubo una ocasión en que nos pidieron que firmáramos documentos en blanco, yo estaba de vacaciones y cuando ya me incorporo, ya no me lo solicitaron, pero habí­an pedido que firmáramos unos documentos, como que ellos nos habí­an dado un dinero. Continuará ….

Graciela Machuca

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