En el municipio de Felipe Carrillo Puerto no se ven ni las luces de la 4T, solo complicidades, corrupción e impunidad

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Necesariamente Incómoda

**Un niño de nueve años perdió la vida por las deficientes obras de la Unidad Deportiva recibidas sin cuestionamiento alguno por la actual administración.
**La Inseguridad pública es el Talón de Aquiles del gobierno de Maricarmen Hernández Solís.
**A la presidenta municipal le falta conocimiento sobre los principios de transparencia y rendición de cuentas.

Graciela Machuca Martínez

En el municipio de Felipe Carrillo Puerto, en el turístico estado de Quintana Roo, no se ven ni las luces de la llamada 4T, porque a la presidenta municipal Maricarmen Hernández Solís no le interesa el bienestar de la sociedad que paga sus impuestos para que ella siga cobrando su salario como lo hizo durante el periodo de José Esquivel Vargas, cuando ella se desempeñó como regidora y solapó todas las anomalías financieras y falta de compromiso con el desarrollo de la municipalidad, no se conoce ninguna protesta ni propuesta en beneficio de los habitantes de la zona maya .

Para quedarse al frente del Ayuntamiento, con una verborrea casi perfecta le ofreció a la ciudadanía que gestionaría auditorias y que denunciaría penalmente al presidente municipal saliente por la serie de irregularidades administrativas y actos de corrupción que llevó a cabo durante su gobierno, pero solo fueron promesas de campaña, porque al final de cuentas ella fue cómplice del mal gobierno de Esquivel y juntos llevaron a la quiebra al ayuntamiento.

El refrán popular mexicano dice que peca tanto el que mata como el que le detiene la pata a la vaca y Hernández Solís, durante tres años estuvo cobrando más de 126 mil pesos mensuales de las arcas del ayuntamiento para dejar pasar la podredumbre del munícipe, quien ni tardo ni perezoso le financió su campaña electoral (y sin ningún pudor lo grita Esquivel en publico y en privado) para tenerla de aliada y mantener el pacto de complicidad.

Ahora que funge como presidenta municipal se ha olvidado de las promesas de campaña para castigar la corrupción y la impunidad, pero esta conducta de omisión y solapamiento ya ha generado perdidas de vidas humanas por el clima de inseguridad que se vive en el municipio, resultado de la falta de capacidad para poner en marcha acciones de gobierno idóneas que garanticen seguridad pública a los habitantes.

Un hecho lamentable y cuestionable que se registró hace unos días en Felipe Carrillo Puerto es la muerte de un niño de nueve años de edad, por las malas condiciones en que se encuentran las instalaciones de la Unidad Deportiva, obra de José Esquivel Vargas y que Maricarmen Hernández Solís recibió y validó sin cuestionar su calidad.

En Felipe Carrillo Puerto se recuerda que la administración de José Esquivel Vargas invirtió más de diez millones de pesos para obras de remodelación en la Unidad Deportiva, obras que la actual administración municipal recibió sin cuestionar su calidad, por lo que la presidenta municipal y demás integrantes del Cabildo son responsables por acción y omisión.

Las condiciones en que se recibió cada una de las instalaciones a cargo del gobierno municipal es responsabilidad del nuevo gobierno supervisar y emitir los dictámenes correspondientes, con la finalidad de saber si son aptas para el uso público, sin embargo, nadie cuestionó, nadie realizó los dictámenes técnicos respectivos y ahora tenemos que un menor de edad pierde la vida por las malas condiciones de esas instalaciones, por lo tanto le corresponde al gobierno municipal reparar de manera integral a la familia, es su responsabilidad y no aparecer en las redes como la gran benefactora ni llorar frente a las cámaras de sus fotógrafos.
Por la muerte de este niño se deben fincar responsabilidades y a la familia le corresponde una indemnización que si bien es legal debe ser generosa para la familia, no solo las fotos de la presidenta y el pago de 8 mil pesos que les dio para el sepelio, administrativas y penales a diversas personas servidoras públicas tanto de esta administración como de la anterior, porque son las responsables de que la obra tenga tantas deficiencias y por no tomar medidas de prevención.

La transparencia y la rendición de cuentas son principios que no van con la forma de pensar y trabajar de Maricarmen Hernández Solís, pero por si lo ignora, existe la normatividad necesaria que la obliga a conducirse conforme a la ley, a pesar, que el poder que tiene en este momento la haga sentir intocable y soberbia .

A pesar que la normatividad dice que la administración municipal entrante tiene 60 días para hacer las observaciones necesarias sobre la calidad de las obras de la administración anterior, quienes la encabezaron ni quedan exentos de responsabilidades, porque al final de cuentas son coparticipes de la omisión y de la falta que se haya concretado.

El gobierno de Felipe Carrillo Puerto poco le interesa lo que opine o quiera saber la ciudadanía, pues en repetidas ocasiones se la ha solicitado que informe sobre las obras de la administración municipal y a toda persona que solicita información se le integra a una lista negra como parte de la oposición, como enemiga de la administración municipal, simplemente por la ignorancia de la presidenta municipal y colaboradores, quienes confunden el derecho a solicitar información pública gubernamental y el derecho a disentir políticamente.

A la cabecera municipal de Felipe Carrillo Puerto y sus diversas localidades les faltan servicios públicos eficientes, los sistemas de agua potable, drenaje y alcantarillado están colapsados; el mercado público es obsoleto y un peligro tanto para los vendedores como para los usuarios, el rastro es un foco de contaminación y un riesgo para la salud pública del municipio, ya ni se diga del alto índice delictivos, la inseguridad pública toca a la población todos los días, mientras la policía municipal no reúne los estándares mínimos de eficiencia y confianza para la ciudadanía.

Para gobernar un municipio como Felipe Carrillo Puerto no es suficiente la verborrea y el falso discurso, se requiere capacidad de gestión y administración, no basta con repetir el discurso del presidente de la República, ni agachar la cabeza ante decisiones erróneas y promesas falsas, en el territorio municipal es donde el gobierno local se enfrenta a las necesidades reales de la población y si la presidenta municipal no se da cuenta de ello, le quedó brande el puesto.

La ciudadanía de Felipe Carrillo Puerto sigue pagando las consecuencia de la falta de capacidad de gobernar de la actual administración y de sus excesos. Este 5 de abril se informó que hombres armados asaltaron una joyería dentro del Mercado Benito Juárez, sin que la policía municipal hiciera su trabajo, al propietario del establecimiento no le quedó otra más que presentar su denuncia penal ante el Ministerio Público, porque el gobierno municipal omite su obligación de garantizar seguridad.

Los hechos se registraron alrededor de las ocho y media de la mañana cuando el propietario de la Joyería Cristo Rey estaba abriendo el establecimiento. Llegaron tres hombres quienes con armas de fuego lo obligaron a entregarle las joyas de oro que tenía en exhibición, cuyo monto aún no determina.

Este tipo de robos no solo se dan en la cabecera municipal sino en las diferentes poblaciones, ante la falta de un programa eficiente de seguridad pública, por la falta de interés y el desconocimiento de la autoridad municipal de los establecido en el Artículo 115 Constitucional en materia de seguridad pública.

UNA DESGRACIA FAMILIAR ANTE LA IMPUNIDAD POR OBRAS MAL HECHAS

La sociedad carrilloportense está de luto porque un niño de nueve años de edad, murió aplastado por una de las rejas del portón de la Unidad Deportiva “Chan Santa Cruz”, la noche del sábado dos de abril, cuando tropezó con la pesada estructura metálica que estaba mal colocada.

El niño y otros familiares, alrededor de las nueve y media de la noche, regresaban de ir a pastar su rebaño, cuando tropezó con la reja y esta se le vino encima.
Una familia, un pueblo está de luto indignado ante la muerte de un niño, mientras José Esquivel Vargas y Maricarmen Hernández Solís disfrutan de las ganancias económicas por haber sido y ser parte del gobierno municipal de Felipe Carrillo Puerto. Complicidades, corrupción e impunidad.

Pero esta solo es una pequeña entrega de otros excesos, incapacidades y corruptelas detallaré en próximas entregas.

Graciela Machuca

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