Mientras no se atienda la seguridad pública con políticas públicas eficientes, el Ministerio Público estará saturado

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Necesariamente Incómoda 

Graciela Machuca Martínez

**La prevención del delito y la construcción de una cultura de la legalidad, son tareas olvidadas por instancias gubernamentales.

**Los 20 millones de turistas al año que visitan Quintana Roo no serían razones suficientes para abordar en serio la inseguridad acaso?

**Las cámaras del C5 y la Guardia Nacional un “MITO”

En la administración pública, así como en todo tipo de organización, cada instancia, cada poder, cada institución tiene sus facultades muy bien definidas con el propósito de que no haya duplicidad de funciones y mucho menos usurpaciones, de allí que cada persona servidora púbica va a tener responsabilidades y facultades muy concretas, por un principio básico de la gobernanza: la optimización de los recursos para tener resultados, también óptimos.

Por lo tanto, en México y en cada una de sus entidades federativas hay instituciones que se dedican a la prevención del delito, a la seguridad pública, a la procuración y a la administración de justicia; así como la división de poderes es esencial para que el Estado mexicano funcione, dentro del Poder Ejecutivo cada instancia se debe hacer responsable de lo que le mandata la Constitución y las leyes secundarias.

Querer responsabilizar de la violencia y de los resultados gubernamentales solo a una autoridad muestra que como ciudadanía aún nos falta fortalecer la cultura de la legalidad, de los derechos humanos y de gobernanza.

Ya pasaron los tiempos en que de todo se le responsabilizaba al gobierno, como si el gobierno fuera un ente monolítico, esta visión es la que ha convertido a gobernantes mexicanos en todopoderosos, autoritarios y unidireccionales.

En el estado de Quintana Roo, tanto en las constituciones políticas federal y estatal, así como en la legislación secundaria, se establece con claridad las funciones del Poder Ejecutivo Estatal y de los gobiernos municipales en materia de seguridad pública, así como en la prevención del delito. De la misma manera, a nivel constitucional se les dio autonomía a las fiscalías para que financiera y técnicamente realicen las funciones de Ministerio Público y de la Agencia Estatal de Investigaciones, si que no tengan que depender políticamente del gobernador o de la gobernadora en turno.

 

¿PARA QUE SIRVEN LAS LEYES, SI LA AUTONOMÍA DE LA FISCALÍA SIGUE A EXPESNSAS DE INTERESES POLÍTICOS?

 

La sociedad de Quintana Roo se vería beneficiada con una fiscalía autónoma del gobierno del estado, porque de lo contrario tiene que depender políticamente de éste, como en el pasado, cuando el titular del Poder Ejecutivo Estatal ponía y quitaba procuradores, para que las investigaciones de delitos tuvieran un enfoque político, partidista y en beneficio de los intereses personales y de grupo de quienes ostentaban el poder.

Ahora, sustituir a un fiscal que fue nombrado por el Congreso, en otros escenarios políticos, es retroceder 30 años en materia de Procuración de Justicia en el estado; desde luego que se cuentan con personas que tienen la capacidad técnica para asumir el cargo, pero lo que no tendrán es la autonomía y la independencia política, porque terminarán respondiendo a los intereses de la mayoría del Congreso y del gobierno estatal en turno, igualito como lo hacía el PRI, hace 30 años. ¿Entonces, para que se reformó la Constitución, para qué sirven las leyes?

 

PRIMERO SE DEBE ATENDER LA CRISIS EN SEGURIDAD PÚBLICA PARA DESPUÉS FORTALECER A LA INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO

 

La institución del Ministerio Público está en crisis en todo el país, a pesar de las reformas constitucionales para pasar de los juicios escritos a la oralidad, incluyendo la mediación y la resolución de conflictos por medio de convenios, los juicios abreviados, pero en Quintana Roo tenemos otra realidad, si el Ministerio Público no se da abasto para atender todos los casos que le llegan, es porque quienes tienen que hacer la tarea de prevención del delito y atender los diversos aspectos de seguridad pública no hacen su trabajo. Aquí tienen que ver desde las policías municipales, las estatales y la famosa Guardia Nacional, que está resultando ser una falacia, un mito, porque opera con recursos mínimos, sin estrategias, solo por orden presidencial-

Por ejemplo, la Policía Municipal de Benito Juárez está imposibilitada para atender el elevado número de hechos delictivos que día tras día se registran en su jurisdicción y que el fin de semana se elevan drásticamente, a tal grado que han llegado a perpetrarse 10 asesinatos entre sábado y domingo, más las personas que resultan lesionadas por agresiones dolosas, los incendios, las balaceras, a esto hay que agregarle los delitos culposos con sus resultados que debe atender la Policía Municipal como primer respondiente.

Benito Juárez, Quintana Roo, uno de los municipios más importantes del país solo tiene unos cien agentes de la Policía Preventiva Estatal, quienes se movilizan en unas siete u ocho patrullas en mal estado, con presupuesto limitado para combustible, y mucho menos para reparaciones. Desde luego que hablar de sustitución de patrullas es solo una ilusión.
Al personal de esta policía se le tiene en el olvido, con bajos salarios, les regatean los cambios de uniformes y equipo, el armamento está para llorar, y las municiones se las racionan como si fuera agua en el desierto. A esto hay que agregar que muchos se encuentran comisionados con servidores públicos, por lo que el número de policías su trato directo con la ciudadanía es mínimo.

El papel que desempeña la Guardia Nacional en tarea de seguridad pública es un mito, porque desde hace muchos meses, se anuncian que llegan elementos a Cancún y a los otros destinos turísticos de la entidad para lo cual se hace un despliegue publicitario, pero a los pocos días o semanas, les dan otra comisión y se tienen que ir del estado en silencio, dejando a la sociedad en el desamparo.

 

LA GUARDIA NACIONAL DESDE QUE LLEGÓ A QUINTANA ROO SOLO HA SIDO UN MITO O UNA FALACIA

 

Los pocos efectivos de la Guardia Nacional en Quintana Roo viven en la incertidumbre porque los cambian constantemente de zona de trabajo, pero lo más grave es que esa corporación policiaca trabaja sin un presupuesto adecuado, las patrullas no pueden desplazarse a más de cien kilómetros por hora, porque los motores ya no le sirven, corren el riesgo que un neumático se les pueda reventar en la carretera; si se presenta la necesidad de iniciar una persecución o replegarse ante el poderío de las armas y vehículos de la delincuencia, pues los policías se encuentran en serio peligro, porque esas patrullas ya son de desecho, por los años que tienen de servicio, ya rebasaron el tiempo que el fabricante les dio para operar, pero el deterioro se agudiza porque no se les da el debido mantenimiento.

Cuando los efectivos de la Guardia Nacional tienen que atender una comisión o ampliar sus recorridos no reciben viáticos, por lo que de su peculio tienen que pagar la comida y hasta el agua, con una Guardia Nacional sin recursos no se pueden atender las tareas de seguridad pública, como lo ha determinado el gobierno federal.

El personal de la Guardia Nacional, así como de la Policía Estatal y de las policías municipales es insuficiente para atender los requerimientos de seguridad pública que requiere Quintana Roo, por lo que la titular del Poder Ejecutivo Estatal se vio obligada a gestionar la llegada de elementos de la Secretaría de Marina para sumarse a tareas de seguridad pública, le autorizaron 200 y por el momento han llegado 130, un número muy limitado, si se toma en cuenta la crisis en materia de seguridad pública que vive la entidad.

Mientras no se realicen tareas efectivas en la prevención del delito, en la construcción de una cultura de la legalidad, así como poner en marcha políticas públicas efectivas para eliminar las causas de la violencia, además, de diseñar estrategias coordinadas para brindar seguridad pública a toda la población de Quintana Roo y a sus visitantes, la institución del Ministerio Público estará colapsada y ninguna fiscalía, por más autonomía que tenga, logrará responder a los requerimientos de la sociedad.

Si a ello le agregamos que la mayoría del Congreso y el Poder Ejecutivo tienen una sola agenda y responden a un mismo interés político, la división de poderes solo seguirá siendo una falacia, como lo fue en los tiempos del PRI de donde vienen la mayoría de los integrantes de MORENA.

Graciela Machuca

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