Personas médicas en formación son víctimas de la violencia institucional en todos los hospitales de México

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Necesariamente Incómoda 

Graciela Machuca Martínez 

**Médicos residentes de especialidad violentados buscan llevar sus quejas a la CNDH y que se instale una representación en los hospitales
**La violencia entre médicos residentes de especialidad llega a la deserción y al suicidio 

Cada persona médica general o especialista en México recuerda la violencia con que fue formada tanto en las aulas universitarias como en los hospitales o clínicas donde realizaron su servicio social, su internado o sus residencias de especialidad, porque el sistema educativo, principalmente en el área médica está diseñado de esa manera, donde impera la ley del más fuerte, la discriminación, el acoso sexual y laboral, sin embargo, a pesar de esa difícil etapa de sus vidas, muy pocas personas profesionales de la medicina se atreven a ir contra el sistema y decidir cambiarlo, solo con tener una actitud diferente hacia las nuevas generaciones que llegan a esta profesión que desde su origen es humanista, pero en la vida real viven una violencia encarnizada.
Desde el ángulo que se le quiera ver este es un asunto de violación a derechos humanos, e incluso, de ética y comisión de delitos, porque este tipo de violencia se da en establecimientos tanto públicos, como privados, en los que están involucradas personas públicas que dirigen las instituciones médicas públicas, como aquellas, quienes desde las instancias gubernamentales deben regular el actuar de las empresas privadas con un código de ética encaminando el sano juicio de los médicos de todos los niveles a mejorar la calidad de atención a los pacientes .

Los directivos de las instituciones de salud es decir en los hospitales, son omisos y cómplices de este grave problema de trato inhumano entre pares, por que ellos los ejecutivos solo les interesa que cubran los servicios en los hospitales sin tomar en cuenta la calidad con el trato que procuren sus médicos, aunque dejen de lado la enseñanza y se conviertan en fuerza de trabajo mal pagada que les permita ahorrarse plazas.

Lamentablemente, ya se ha normalizado este tipo de violencia y muchos lo han equiparado a una “novatada”, pero no, se trata de una violencia sistemática en contra de jóvenes que llegan con mucha voluntad, vocación y sueños para formarse en medicina y poder servir a la comunidad, pero a los pocos días se dan cuenta que esos espacios son parte del “infierno”, a tal grado que los suicidios de residentes van en aumento en México, así como en otros países de América Latina y el Caribe.

¿Por qué es una violación a derechos humanos?, porque la autoridad responsable de los hospitales púbicos tienen la obligación de velar porque se cumpla lo que establece el Artículo Primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de Derechos Humanos, así como todos los tratados internacionales sobre derechos humanos suscritos por México, además, este tipo de violencia está sancionada por la normatividad en contra de la discriminación y México es un país que ha desarrollado sus normas al respecto por medio de la operación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

 

TODA AUTORIDAD TIENE LA OBLIGACIÓN DE PROMOVER, RESPETAR, PROTEGER Y GARANTIZAR LOS DERECHOS HUMANOS

 

No está por demás, volver a reproducir en este espacio lo que dice el Artículo Primero Constitucional al respecto, y lo seguiremos difundiendo hasta que a todas las personas les quede claro: “Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley”.

La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación dice en su Artículo Primero: El objeto de la misma es prevenir y eliminar todas las formas de discriminación que se ejerzan contra cualquier persona en los términos del Artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como promover la igualdad de oportunidades y de trato.

En la fracción tercera del mismo artículo detalla que es la discriminación: Para los efectos de esta ley se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud o jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo; También se entenderá como discriminación la homofobia, misoginia, cualquier manifestación de xenofobia, segregación racial, antisemitismo, así como la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia.

En la fracción VI nos habla de lo qué es la igualdad real de oportunidades: Es el acceso que tienen las personas o grupos de personas al igual disfrute de derechos, por la vía de las normas y los hechos, para el disfrute de sus derechos.

Además, hay un cúmulo de instrumentos jurídicos y administrativos que se pueden ejercer en el país para eliminar esta violencia en contra de las nuevas generaciones de personas médicas que están en formación, pero desafortunadamente son letra muertas, porque en este escenario predomina la costumbre, las malas prácticas y la deshumanización, que de manera sistemática están llevando a las víctimas a desertar de sus estudios o al suicidio. Esto es una realidad en México.

El pasado 9 de diciembre, la Organización Editorial Mexicana (OEM), difundió una nota informativa por medio de la cual queda en evidencia lo anteriormente dicho y que hasta el momento, ninguna autoridad ha querido atender.

“Estudiantes de Medicina en México son víctimas del abuso del poder público, un abuso legalizado y promulgado que tiene que ser nombrado cuantas veces sea necesario”, expuso Francisco Domingo Vázquez Martínez, investigador del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana.

A PERSONAS MÉDICAS EN FORMACIÓN SE LES VIOLA SU DERECHO A LA EDUCACIÓN, A LA SALUD, A UNA VIDA DIGNA LIBRE DE VIOLENCIA

El especialista recordó que, según datos oficiales, en 2020, al inicio de la pandemia, el sistema de salud mexicano tenía 227 mil 564 médicos en contacto directo con los pacientes, de los cuales 57 mil 362 eran médicos en formación, estudiantes de la licenciatura de Medicina (internos y pasantes) o de especialidades médicas (residentes).

En el texto, firmado por Maribel Sánchez, el experto advierte: “La arbitrariedad que sufren implica violación a sus derechos a la educación, a la salud y a una vida digna y libre de violencia; por la interdependencia de los derechos humanos, también significa violación a los derechos a la vida y a la salud de la población nacional”, puntualiza en un ensayo que fue reconocido a nivel nacional con una mención especial en el Premio MEY 2022.

Este investigador sostiene que los internos, pasantes y residentes son considerados parte importante de la fuerza de trabajo médico en las instituciones de salud pero en estas circunstancias se favorece la explotación laboral y se violan sus derechos. En este contexto, sostiene que profesionales de la salud en formación son una población vulnerable: tienen obligaciones de trabajadores y estudiantes pero no gozan de todos sus derechos, ni como trabajadores ni como estudiantes.

El especialista subraya que la reforma Constitucional de Derechos Humanos de 2011 obliga a dejar de ver a los médicos en formación como la solución a la carencia de personal médico en las instituciones de salud. Esta reforma recuerda que existe la obligación de proteger los derechos y suprimir de la legislación nacional la figura de los “médicos en formación”: o son estudiantes o son trabajadores.

Esta es otra de las realidades en México. La viven las personas médicas en formación en todos los hospitales de México. Desde luego que los de la Península de Yucatán no son la excepción.

Graciela Machuca

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