Ecos del juicio de Genaro García Luna en la estructura de la 4T y en Quintana Roo

0

Necesariamente Incómoda 

**Personajes como Alberto Capella Ibarra, quien se refiere a García Luna como su “papá”, Juan Ignacio Hernández Mora, León Ricardo Lizárraga Cubedo y Elías Antonio Prado Laguardia, deben explicar sus negocios con el exservidor público sujeto a juicio en Estados Unidos.

Graciela Machuca Martínez 

Mientras el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, avanza en los Estados Unidos, a la Fiscalía General de la República (FGR) se le ocurrió dar a conocer entre el domingo y lunes pasado que el exservidor público durante el gobierno de Felipe Calderón tiene dos ordenes de aprehensión pendientes en México con fines de extradición, lo que causó revuelo en México a través de redes sociales y medios de comunicación convencionales en contra del gobierno de la 4T, porque se presume que en el lejano caso que la justicia del vecino país del norte accediera a esa petición, sería para dejarlo en libertad, como ocurrió con el ya famoso caso del general Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional (SEDENA) durante la administración de Enrique Peña Nieto, para lo cual se utilizaron los recursos diplomáticos del país.

Dicho posible desenlace tiene sus fundamentos en que el gobierno de Peña Nieto no quiso investigar a fondo a los excolaboradores de Calderón Hinojoza de los cuales tuvo evidencias de que estaban coludidos con el crimen organizado por información de la misma inteligencia militar; López Obrador cómo máximo jefe de las fuerzas armadas del país también tuvo esa información militar, pero se negó a que se iniciaran investigaciones serias en contra de García Luna para detenerlo o pedir su extradición de Estados Unidos, antes de que la DEA diera la orden de llevarlo a juicio.

Ahora que los círculos de poder político y económico en México sienten pasos en la azotea por lo que se llegue a conocer en el juicio desempolvaron las ordenes de aprehensión por un caso en el que México perdió desde hace tiempo con Estados Unidos, referente a la introducción de armas a México para darles seguimiento, a través de un acuerdo bilateral.

Si quieren procesar a García Luna por ese asunto lo tendrán que dejar libre en unas cuantas semanas o meses, porque actuó como representante del Estado Mexicano para dar seguimiento a un acuerdo diplomático entre ambos países, no actuó a título personal, sino por mandato del gobierno de México y en todo caso, a quienes tendrían que sancionar es al entonces presidente de México y a quienes integraban el Senado de la República, por validar dicho acuerdo.

En ese contexto García Luna quedaría en libertad por falta de pruebas para procesarlo. La 4T sabe muy bien que eso sucedería por lo que buscar su extradición es sinónimo de ofrecerle su libertad. Los tentáculos del crimen organizado al que presuntamente pertenece Genero García Luna se mueven por los Tres Poderes de la Unión por lo que ya hay una estrategia institucional para devolverlo al país, antes de que hable lo que sabe.

LA ESCUELA DE GARCÍA LUNA SE EXPANDIÓ POR TODO EL PAÍS TANTO EN POLICIAS ESTATALES Y MUNICIPALES, COMO EN EL SISTEMA DE READPTACIÓN SOCIAL ESTATAL Y FEDERAL Y EL PANISMO ACOMODÓ MUY BIEN A LOS RECOMENDADOS POR GARCÍA LUNA EN QUINTANA ROO

Desde que Genaro García Luna era el poder tras el trono durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojoza empezó a consolidar un equipo de colaboradores en los tres niveles de gobierno, cuyos integrantes, antes de rendirle cuentas a sus jefes inmediatos lo hacían a la estructura cercana a García Luna. Hoy en día podemos encontrar aún a jefes policiacos y directores de reclusorios que estuvieron a las órdenes de Genaro García Luna y que después de que salió del gobierno federal siguieron trabajando para él, y no precisamente en tareas institucionales.

Integrantes de ese equipo de García Luna emigraron a otras áreas estratégicas de la administración pública federal, estatal y municipal, donde aún siguen laborando bajo el cobijo de gobiernos morenistas, cuyo jefe máximo lo ha cuestionado por lo que hizo y dejó de hacer a su paso por el gobierno de Felipe Calderón, pero fue incapaz de ordenar una investigación para demostrar sus señalamientos, a pesar que sabía que en los Estados Unidos si estaban realizando esa tarea.

Ahora que la FGR dio a conocer que ha conseguido tres órdenes de aprehensión en contra de García Luna con fines de extradición habrá que ver cual es la reacción de quienes trabajaron con él y que si el Ministerio Público hace lo que la ley lo mandata podrán salir inmiscuidos muchos que dieron gracias a Dios que lo detuvieron en Estados Unidos y que el gobierno de México no lo molestaba.

En Quintana Roo hay figuras de la política, así como del ámbito policial y de la readaptación social que formaron parte de su equipo y cuyo desempeño institucional no se ha destacado por la transparencia, habría que esperar si pasan la prueba de las primeras investigaciones.

Personajes como Juan Ignacio Hernández Mora, León Ricardo Lizárraga Cubedo, hasta hoy presidente del Consejo Directivo del Instituto de Administración Pública de Quintana Roo durante todo el gobierno de Carlos Joaquín González y reelecto hasta el 2024, así como Elías Antonio Prado Laguardia trabajaron para Genaro García Luna y su estructura dentro del gobierno federal o a nivel estatal.

El poder que tenía García Luna en la administración pública federal durante el inicio del gobierno de Peña Nieto le permitió seguir colocando a piezas en lugares claves, por lo que movió sus influencias para llevar a Juan Ignacio Hernández Mora, quien se desempeñó como subprocurador de justicia en la Zona Norte de Quintana Roo, al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, dependiente del Comisionado Nacional de Seguridad y adscrito a la Secretaría de Gobernación, cesado en 2015 tras la fuga Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien viajó a España para evitar que lo siguieran vinculando con la fuga.

Elías Antonio Prado Laguardia, subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno del Estado, quien se responsabiliza proporcionarle protección a periodistas y personas defensoras de derechos humanos, pero quien vive con una acusación de presunto feminicidio de su pareja sentimental, pero que hasta el momento ese caso como los de otros recomendados de García Luna se encuentra en la impunidad.

Desde los tiempos de García Luna trabajó en el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Hasta ahora se desempeña como representante en Quintana Roo del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal. Su filiación con el dios Baco y sus escándalos personales han rebasado el límite de la privacidad.

Como lo han difundido medios de comunicación como Cambio 22, durante la audiencia del pasado lunes en una Corte de Nueva York, Oscar “El Lobo” Nava Valencia, quien fuera jefe del Cártel del Milenio en Guadalajara, testificó en contra de García Luna y recordó una reunión de 2008 con varios líderes: El Chapo, El Mayo, Alfredo Beltrán Leyva, Nacho Coronel y La Barbie para revisar operaciones en ciudad de México, Quintana Roo, Morelos y Michoacán.

Seguir las pistas de los negocios y relaciones de Genaro García Luna en Quintana Roo, es una tarea compleja para la Fiscalía General de la República (FGR), que ahora decidió buscar su extradición, pero el mismo gobierno federal sabe muy bien que la DEA ya hizo esa tarea no solo en Quintana Roo sino en otras entidades del país.

La pregunta que se hacen los conocedores del tema es por qué Alberto Capella Ibarra no se ha ido de Quintana Roo, sí ya concluyó su tarea al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, si es tan profesional como policía cómo dice, porque no lo han contratado en otro estado, como en su tierra natal o ¿será que tiene un encargo muy especial de Genaro García Luna, a quien en muchas ocasiones, en público, lo llama “papá”?

En el cambio de piezas que se hace en este momento para justificar una eventual extradición de García Luna a México para librarlo de la justicia estadounidense, quienes trabajan o trabajaron para él pueden ir cayendo como piezas de dominó.

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *