La ciudadanía debe convertirse en auditora de las autoridades, advierte Rafael Barajas, director del Observatorio Ciudadano de Tulum

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

Rafael Barajas Valenzuela, director del Observatorio Ciudadano de Tulum, recuerda que este organismo fue fundado en agosto de 2018, cuando empezaron a comunicarse con otras víctimas a ir al Poder Judicial, a las fiscalías para hacer acompañamientos, “gestiones de nuestro propio caso, empezamos el Observatorio como víctimas del estado de Quintana Roo, porque la policía nos brutalizó un día que atropellaron a mi pareja Fernanda, ella iba en su bicicleta la atropellan, porque van a exceso de velocidad en una de esas patrullas llenas de encapuchados, con metralletas, la atropellan imprudentemente y se bajan de la patrulla para golpearla, para arrestarla, para encubrir la atrocidad que acaban de cometer”.

Es así como surge el Observatorio “de las gestiones, de las denuncias que nosotros hacemos y así a otras víctimas se van acercando con nosotros, hacemos la página de Facebook, empezamos a emitir vídeos, comunicados, que nos hacen llegar las otras víctimas y así es como creamos esta comunidad”.

El observatorio empezó con una guerra declarada contra la corrupción “contra el modo de vida de mucha gente en Quintana Roo, que es el estar atracando tanto a gente local, trabajadores, turistas, hay una práctica perniciosa de saquear en Quintana Roo y, pues es una parte de la población, la otra parte de la población es la víctima que su voz se silenciada y precisamente por eso, nosotros creamos este observatorio como una tecnología. El Observatorio Ciudadano de Tulum es una tecnología social nueva, una herramienta que nosotros queremos que la gente la use, es una herramienta, totalmente, al servicio de la ciudadanía, que le da el poder como máxima autoridad al ciudadano, al exhibir a la autoridad. El mecanismo por el cual el Observatorio trabaja se llama auditoría. Nosotros estamos trabajando para crear más auditores ciudadanos que se articulen en su discurso de una manera eficiente y poderosa para poder intervenir en situaciones de abuso”.

Rafael Barajas Valenzuela, menciona, que por ejemplo, “cuando un oficial de Tránsito está asaltando a unos conductores que por primera vez vienen a Tulum y cometieron un pequeño error, pues se les van encima a los tránsitos, a los policías ministeriales que aseguran propiedades, sin órdenes apropiadas, sin órdenes de cateo, teniendo a la gente ahí adentro y la sacan a golpes, nosotros, queremos entrenar a la población para que asuman el poder que la Constitución nos da a todos los mexicanos, como máxima autoridad de los servidores públicos, el Observatorio Ciudadano es una herramienta de auditoría para los servidores públicos, ahora el problema que nosotros hemos enfrentado, es que la cultura no ayuda porque hay una inercia, hacia tener miedo a los policías, a las autoridades, jueces, ministerios públicos, la población le tiene pánico a los uniformados y eso también hemos estado trabajando en hacer la transición del pánico, del miedo que dan estos militares y policías súper armados a observarlos desde otra perspectiva, la ciudadana”.

Añade que como ciudadanos trabajadores, “responsables que obedecemos la ley, tenemos todo el fundamento legal para hacer auditorías ciudadanas y exhibir a los tres niveles de gobierno”.

Entre los casos que ha acompañado el Observatorio Ciudadano de Tulum mencionó el de Paty Rivas “es el más reciente o el más sonado en donde la Fiscalía de Quintana Roo, finalmente después de dos años de largas gestiones, emite una disculpa pública, hacen la faramalla, vamos a llamarle así, hacen el teatro de disculparse, sin embargo, quedan otros retos, otras batallas qué ganar, porque la Fiscalía pues no devuelve esta propiedad que le arrebataron a Paty Rivas. Otra de las batallas que hemos librado y que no ganamos, lamentablemente es para defender a las hijas de Victoria Salazar que fue asesinada por policías de Tulum. Ella, junto a sus hijas se encontraba aquí en México, como refugiadas de El Salvador, tratamos qué sus hijas permanecieran en México con una calidad de vida mucho mayor, que la que tenían en El Salvador, pero no pudimos luchar en contra de un grupo de abogados de la Ciudad de México que tomó la decisión de mandar a estas niñas al El Salvador con su abuela, entonces imagínate estas niñas, pues ya están otra vez allá en El Salvador, sin su madre”.

Explica que como Observatorio Ciudadano de Tulum, “ya les perdimos la pista, porque ellos tampoco se comunican con nosotros, que es algo que ya comentábamos, que las víctimas, generalmente están tan desorientadas, tan afectadas por su dolor que no saben ni siquiera a quién pedir ayuda”.

–¿Cuáles otros casos han acompañado?

–Hemos visto casos de mujeres que son de aquí, que trabajan en bares, que trabajan en restaurantes que han sido asaltadas, golpeadas por la policía y les hemos dado el acompañamiento necesario, que es como un trabajo más callado, en donde no obtienes absolutamente nada, pero cumplimos con el agotamiento de las instancias, que es algo, es el consuelo que nos queda, el agotar todas las instancias de manera apropiada, para exhibir así la incompetencia y el incumplimiento de las autoridades de Quintana Roo, es ahí en donde hemos ido exhibiendo la simulación de funciones que hacen todos estos organismos como la Comisión de Atención a Víctimas, que simplemente sirve como parachoques para las atrocidades que suceden en todas las ciudades del estado de Quintana Roo, es un parachoques, abusan de una niña en Chetumal, no pasa nada, abusan de una niña en Tulum, se pierden niñas, niños.

Menciona que en Quintana Roo no existe el Estado de Derecho “es una Estado de Derecho ficticio en donde la única autoridad la ejercen estos uniformados que tienen los poderes fácticos, es la única autoridad que existe en Quintana Roo, es la ley de la pistola, la ley de quien tiene la pistola en la cabeza de quién y esos son los de la delincuencia”.

–¿Qué le toca hacer a la ciudadanía?

–Desde nuestra trinchera ciudadana, como observatorio y auditores ciudadanos, lo único que podemos hacer es exhibirlos, lo único que nos queda es sobrevivir estos tiempos de caos, estos tiempos de corrupción, de la ley de la pistola, todavía aquí en el salvaje sur de México, este que tiene otros problemas, que son diferentes al salvaje norte de México, pero aquí vemos que la población más vulnerable es la que carga con el sufrimiento que provocan estas corrupciones, sí, aquí no se secuestran grandes rancheros como allá en Sonora, aquí no se secuestra a la gente muy poderosa, aquí, a los que levantan son a los albañiles, a las muchachitas que van desarrollando su cuerpo, ahí en las colonias, en las invasiones, se las llevan y es una cultura de abuso hacia quien ellos ven hacia abajo, como animales, como si fueran una bestia salvaje, que anda cazando en la selva, así nos agarraron a nosotros una noche que violentaron a mi señora, porque la vieron sola, la vieron sola como una presa y la atacaron, pero no contaban con que yo estaba ahí atrás y que yo los estaba grabando y que yo intervine y también me tuvieron que golpear a mí y de ahí nació el Observatorio Ciudadano. Ahora lo que nosotros queremos, es que más gente alce la voz, que la ciudadanía cobre una nueva personalidad. Estamos verdaderamente ambiciosos, nuestra meta en el Observatorio es cambiar la cultura de la zona, renovar el espíritu guerrero que tiene el pueblo de Quintana Roo, el pueblo maya es un pueblo inteligente, creador, guerrero y nos duele muchísimo que estemos hundidos en este miedo en este tiempo de tanto atropello, de tanto arrebatar, es el tiempo del arrebato total, aquí por la locura de las inmobiliarias en Tulum, este es un reto muy grande que nosotros enfrentamos, porque todo es encubierto en pro del progreso, de un desarrollo que solamente beneficia a las inversiones extranjeras y del cual todos los mexicanos que estamos aquí somos títeres, que solamente nos toca bailar al son que nos toquen los patrones”.

Al concluir la entrevista dijo que la ciudadanía no está sola, eso es algo muy importante, “no estamos, por más vulnerable que esté una persona que no habla bien español, si no entiendes de derechos, sino entiendes de cómo funciona la autoridad, quiero que sepas que existe el Observatorio Ciudadano de Tulum y aunque a ti te pase esto en Chetumal o allá en Yucatán o en Durango o en donde sea que estés, quiero que entiendas que el Observatorio Ciudadano te pone el ejemplo de cómo defenderte, porque a ellos, a las autoridades, les duele cuando subimos un vídeo exhibiéndolos, cuando subimos un testimonio, cuando captamos las imágenes de estos corruptos oficiales de policía o burócratas cuando están negando servicios o aprovechándose, abusando de sus funciones, es una victoria. Es una victoria, una batalla que la ciudadanía gana, nosotros eso es lo que queremos heredarle a la ciudadanía. Nosotros probablemente nos borren un día, somos conscientes de que corremos el riesgo de que nuestra vida se acabe, pero nosotros ya acabamos con lo que teníamos que lograr en esta vida”.

Recapituló: desde el Observatorio Ciudadano de Tulum se ha logrado despertar conciencias, “hemos abierto caminos que estaban totalmente cerrados y jamás pensaron que pudiera alguien abrirlos. Nos sentimos muy satisfechos con nuestro trabajo y no nos da miedo que nos maten, pero no nos van a matar: ¿Por qué? Porque lo hemos hecho con inteligencia, porque lo hemos hecho con prudencia, lo hemos hecho con corazón. Esto viene del corazón, viene de un proyecto de amor, no hay ninguna aspiración política, más que la de vivir en paz”.

Graciela Machuca

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