¿Tolerancia cero a la libertad de expresión en Quintana Roo?

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez

Tal parece que de las altas esferas del gobierno del estado de Quintana Roo salió la orden de cero tolerancia a la libertad de expresión, con la finalidad que se oculten todos los hechos de violencia que se registran a diario en los diferentes destinos turísticos de la entidad, pero este tipo de disposiciones viola flagrantemente la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, particularmente los artículos sexto y séptimo, que consagran el Derecho a la Información y a la Libertad de Prensa, respectivamente.

Aún no ha pasado ni una semana de que inició el nuevo gobierno del estado y ya hemos ido documentando una serie de agresiones a la prensa tanto por personas servidoras públicas como agentes estatales que se escudan en el anonimato de las redes sociales.

Es pertinente que las comisiones nacional y estatal de derechos humanos inicien una campaña masiva de capacitación dirigida a todo el personal del gobierno estatal y de los municipios sobre derechos humanos, haciendo énfasis en los derechos que tienen quienes ejercen el periodismo y quienes ejercen su derecho a defender derechos humanos, a pesar que a estas alturas de la vida política y social del país, todo quien ingrese a la administración pública debe tener una cultura de los derechos humanos, desde luego, empezando por las cabezas.

Las cifras sobre índices delictivos que mes con mes difunde el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en su mayoría, con fuentes del gobierno estatal, podrían ser maquilladlas deciden cambiar la metodología e informar solo lo que les conviene, pero Quintana Roo es una ventana al mundo, tanto porque diversos medios de comunicación internacionales tienen una cubertura constante, como por los miles de teléfonos celulares que traen los visitantes, podrán reprimir, censurar, hostigar a la prensa estatal, pero no podrán tapar el sol con un dedo.

El día martes 27 de septiembre, como todos los días, se registraron una serie de hechos violentos en diversos municipios de Quintana Roo, mismo que fueron cubiertos en tiempo y forma por colegas periodistas y publicados oportunamente en sus diversos medios de comunicación, pero extrañamente, durante horas de la noche, muchos de esos medios de comunicación y redes sociales fueron hakqueados y las notas que reseñaban hechos violentos fueron eliminadas, eso es una evidencia que existe la orden gubernamental de evitar, a costa de todo, que en primer lugar, el pueblo de Quintana Roo, los turistas que están por llegar y el mundo entero se de cuenta que la violencia sigue siendo el pan de todos los días en los diferentes centros turísticos de Quintana Roo.

El mismo martes, la violencia estuvo a su máxima expresión en Cozumel, y fue allí, donde dos comunicadores fueron detenidos por elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional, sin haber infringido las normas que protegen las escenas del crimen, los motivos si los sabemos, alguien desde el gobierno del estado dio la instrucción de cero tolerancia a la actividad periodística y quien se atreva a violar ese principio impuesto en contra de todo derecho humano, será detenido y encarcelado.

Uno de los casos fue el del reportero Francisco Díaz, quien trabaja para Enlace del Caribe, entre otros medios de comunicación, fue golpeado y detenido sin causa justificada por el agente de la Policía Estatal, identificado como Luis Manuel Cardona González, con el alías del “Satanás”, quien tiene el cargo de inspector, a este individuo lo ayudaron a la detención del reportero dos agente de la Guardia Nacional, para después esposarlo y llevárselo detenido. Horas después fue dejado en libertad sin cargo alguno.

El argumento del policía fue que la detención se debió a que el reportero lo insultó verbalmente, después que sus colegas lo desmintieron, dijo que estaba dentro del área de la escena del crimen, el asesinato de un hombre frente a una universidad, pero cuando los elementos de la Guardia Nacional extendieron la cinta para preservar el área, ningún periodista estaba dentro o había estado dentro de la misma.

En los mismos hechos, una hora después del asesinato, otra persona que trabaja para la Página de Noticias Esquema Cozumel que tomaba imágenes con el apoyo de un dron fue detenido por agentes de la Guardia Nacional y trasladado a las instalaciones de la Fiscalía, pero al no poder imputarle algún delito, lo dejaron en libertad dos horas después, pero para ello fue necesario la intervención de un abogado particular.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo inició de oficio una carpeta de investigación para indagar por presuntas violaciones a derechos humanos de ambos comunicadores.

Un caso de amenazas en redes sociales por su trabajo periodístico fue la que recibió recientemente Julián Santiesteban, a través de redes sociales, durante su programa de radio.

En su columna Comentario al Vuelo, luego de hacer referencia a una amenaza recibida durante el anterior gobierno de la cual responsabilizó a Jorge Brizuela Guevara, dijo que la primera de esta administración, “es ahora que denunciaba en radio, la necesaria revisión a las mafiosas estructuras que existen en la Secretaría de Salud. De hecho, en ese momento me refería específicamente al área de infraestructura de la dependencia… casualidad??? Es muy probable… el apellido del que amenaza también es casualidad? Muy probable…”.

Añade: “Puede incluso que sea un troll y una idea lanzada a lo estúpido… o tal vez no. Callarme? Eso nunca… es mejor sentar este precedente público… y ya luego veremos… lo cierto es que, al parecer, se tocó Justo una vibra real…”.

Estos agravios a la libertad de expresión en Quintana Roo deben ser atendidos de inmediato por la gobernadora, de lo contrario se convertirán en lugares comunes durante su gobierno y no queremos que los asesinatos a periodistas sigan en Quintana Roo, recordemos que hay al menos cinco casos que esperan justicia.

Graciela Machuca

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