El olvido gubernamental tiene al borde de la hambruna a comunidades rurales de Quintana Roo

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

Gobiernos estatales de Quintana Roo van y vienen, mientras que el campo se encuentra en el abandono, la actividad agropecuaria está en el abandono, a pesar, que uno de los compromisos cuando se fundó el estado y se pusieron en marcha los proyectos turísticos fue el que las comunidades rurales de la entidad recibirían los apoyos necesarios para que fueran las que surtieran de insumos agrícolas y pecuarios a la ahora boyante actividad turística.

En cada proyecto de infraestructura que los gobiernos federal y estatal han financiado en Quintana Roo son utilizadas, como justificación, las familias indígenas y campesinas, que todo se hace en su beneficio, en otros proyectos incluyen a los pescadores, quienes tienen muy claro cual es su realidad: abandono, pobreza, marginación, en tanto, los beneficios directos de esas obras van para los inversionistas, quienes usufructúan las obras y los servicios pagados con la hacienda pública.

Se construyeron las carreteras, los puertos se han ido modernizando y la población originaria de Quintana Roo sigue esperando que le haga justicia la Revolución; ahora le apuestan a que el Tren Maya saque de la pobreza a los quintanarroenses nativos y a quienes desde otras entidades del país emigraron en busca de un mejor nivel de vida, como se empeñan en afirmar quienes diseñan el discurso oficial para justificar la multimillonaria inversión de recursos federales.

Sobre las condiciones paupérrimas de las familias que viven en las zonas rurales de Quintana Roo poco se sabe, entre otras cosas porque carecen de la organización que tienen sus pares en entidades como Oaxaca o Chiapas, dónde a la organización comunitaria se suma el quehacer de organizaciones sociales y políticas, que trabajan de la mano de organismos defensores de derechos humanos.

A LAS FAMILIAS DEL CAMPO SOLO SE LES BUSCA EN TEMPORADA ELECTORAL; UN GRUPO DE EJIDOS SE ORGAQNZIARON Y PIDEN RECURSOS PARA SUBSANAR SUS NECESIDADES

Sin embargo, el abandono de las familias indígenas y de quienes se dedican a las actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras están sumidos en el abandono, y como es común en México, solo se acuerdan de ellos en temporadas electorales, mientras que los recursos destinados a programas asistenciales no les llegan a todos, por la corrupción que se muestra en la integración de los padrones.

Por lo anterior, resulta de trascendencia para Quintana Roo que en días pasados, un grupo de campesinos se hayan manifestado en el Congreso del Estado, para exigir mayores recursos destinados a sus comunidades ahora que se discute el Presupuesto de Egresos, porque solo ven como se destinan cantidades millonarios para diversos rubros, pero para el campo, siempre le toca un presupuesto raquítico.

Independientemente que sea el Poder Ejecutivo el que diseña cuanto y como quiere que el Congreso le apruebe el presupuesto, han hecho señalamientos muy concretos en contra de quienes han integrado e integran el Congreso, porque se han olvidado de las comunidades de Bacalar, Carrillo Puerto y Othón P. Blanco.

Las personas campesinas que se manifestaron, a través de sus representantes, recordaron que, desde hace más de 40 años, no se han realizado obras con beneficios concretos a por lo menos 35 comunidades de los municipios antes mencionados.

Integrantes de la Coordinadora de Autoridades Comunitarias Agrarias Municipales entregaron un pliego petitorio a funcionarios del Congreso para que se conforme un fondo especial en el Paquete Fiscal 2023 destinado a sus comunidades.

SE MOVILIZAN CAMPESINOS EN EL CONGRESO DEL ESTADO ANTE LOS ENGAÑOS DEL GOBIERNO

José Gerónimo Sánchez, presidente del Comisariado Ejidal de Veracruz, dijo que el compromiso del Congreso es aprobar un paquete fiscal en el que se vena reflejadas las necesidades del campesinado, con la finalidad de evitar protestas sociales que lleguen a los extremos, porque solo con movilizaciones los gobiernos le hacen caso a la gente.

Expuso que se vieron obligados a manifestarse porque en las administraciones estatales pasadas los han engañado, por lo que ahora le exigen a las instituciones gubernamentales que los escuchen en este momento que se está discutiendo como se gastará el dinero del pueblo.

Ese fondo especial debe ser destinado para servicios públicos, mantenimiento y construcción de carreteras, caminos “saca cosechas”, proyectos productivos para el sector agropecuario y ecoturismo.

Además, se requiere la dotación de semillas de maíz y frijol para la siembra y “mitigar el hambre y desnutrición que afecta a la población de las comunidades rurales”.

No se trata de una protesta social más, sino del futuro de mas de seis mil ejidatarios y sus familias que vive en los ejidos que conformaron esta organización.

Graciela Machuca

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