Plan Estatal de Desarrollo, un pretexto para seguir haciendo campaña electoral en Quintana Roo
Necesariamente Incómoda
**De planes demagógicos son idénticos los gobernantes, solo hay que recordar aquel plan a 30 años del inefable Joaquín Hendricks.
Graciela Machuca Martínez
La presentación del Plan Estatal de Desarrollo de Quintana Roo 2023-2027 ha sido motivo para justificar una gran fiesta para invertir miles de millones de pesos en el apuntalamiento de la imagen del gobierno estatal, a pesar que se trata de un documento que debe elaborarse y poner en práctica por mandato de la Constitución Política Estatal y de la ley secundaria respectiva, presentar dicho instrumento de gobierno no es producto de la buena voluntad de los gobernantes, sino una obligación que no está a discusión su cumplimiento, se debe acatar y ya.
Pero la clase política morenista no desaprovecha ninguna oportunidad para hacer campaña electoral, sin percatarse que ya son gobierno y que su tarea por el momento es gobernar, diseñar, elaborar y poner en práctica políticas públicas y acciones de gobierno, dejar a un lado la construcción de una imagen personal de utilería, la cual, ante cualquier vendaval se cae, en cambio, la imagen personal construida con base al trabajo, la honestidad, la transparencia y la rendición de cuentas pervive más allá de un cargo público que por su esencia es temporal.
Durante esta semana, con el afán de construir una imagen pública se sigue exponiendo, a ser revictimizadas, a personas en condiciones de vulnerabilidad. El guion es muy sencillo y a la vez perverso, la persona servidora pública se acerca a una persona en evidente situación de pobreza a fingir una conversación, mientras fotógrafos, camarógrafos e ingenieros de audio buscan la mejor toma o el mejor audio, para poder nutrir las campañas mediáticas y justamente para eso los políticos consideran a la zona maya.
¿Los grupos poblacionales en condiciones de vulnerabilidad qué logran cuando una persona que se dedica a la política se acerca a ella a fingir empatía, solo para tomarse una fotografía que será difundida por todos los medios, para vender la idea de que está cercana a la gente pobre?
Los abrazos a los niños, a las mujeres ancianas, a los hombres en sillas de ruedas, las sonrisas adaptadas a determinado ángulo fotográfico resultan grotesco cuando forman parte de un guion propagandístico, porque tomar esas imágenes no significan ni un antes ni un después para las personas que sirvieron de escenografía, mucho menos para el resto de la población, que seguirán igual de pobres, como lo han estado siempre, a pesar que la clase política cambie de color.
El Plan Estatal de Desarrollo de Quintana Roo para el periodo 2023-2027 se está vendiendo como la panacea gubernamental, con el contenido de este documento se considera que la pobreza habrá terminado en la entidad y el desarrollo empezará a florecer como arte de magia. Un Plan Estatal de Desarrollo, según los preceptos constitucionales federales y estatales, solo es el inicio, a partir de esta base vienen el diseño de programas de trabajo, avalados con políticas públicas y decisiones fundamentales de quien gobierna. La administración pública no se desarrolla a base de ocurrencias, se requiere de experiencia, creatividad y principios democráticos para llevarla a buen puerto.
El Artículo primero de la Ley de Planeación para el Desarrollo del Estado de Quintana Roo dice que es de orden público e interés social y tiene por objeto regular la planeación para el desarrollo de la entidad, contemplando las condiciones especiales de desventaja en las regiones insulares, así como establecer las normas, principios y bases para la integración y funcionamiento del Sistema de Planeación Democrática del Estado de Quintana Roo, como un mecanismo permanente, racional y sistemático de acciones, para la transformación de la realidad del Estado en lo político, social, salud, ambiental, cultural, económico, educativo y deportivo.
ESTA LEY ES OBLIGATORIA PARA EL PODER EJECUTIVO, LOS 11 AYUNTAMIENTOS, ASÍ COMO PARA LOS ÓRGANOS AUTÓNOMOS.
El Articulo 6 de la misma ley establece bases como las establecidas en la fracción V: “Las bases para la formulación de los planes estatal y municipales de desarrollo; los programas regionales, sectoriales, institucionales y especiales correspondientes; así como los programas anuales que serán ejecutados por las Marco normativo Ley de Planeación para el Desarrollo del Estado de Quintana Roo”, o la VI que contempla las bases para la instrumentación de los programas anuales que serán ejecutados por las Dependencias y Entidades de la Administración Pública Estatal y Municipal y Órganos Autónomos.
Si revisamos cada una de las 13 fracciones del Artículo 6 de esta ley veremos que el Plan Estatal de Desarrollo solo es el inicio de una serie de trabajos técnicos que se deben ir desarrollando de manera paralela a la tarea de gobernar, porque dejar de hacer una de éstas, es llevar al estado al caos y a la inmovilidad gubernamental.
El plan estatal de desarrollo que se acaba de presentar fue el resultado de la “participación ciudadana” que se realizó del 17 y 25 de noviembre de 2022, “en el que se instalaron 17 mesas en cada uno de estos foros hechos en los 11 municipios de la entidad”.
Para el gobierno estatal, con este documento “se logrará orientar y consolidar la transformación profunda para sustituir el modelo de desarrollo que se agotó, por uno que refleja la solidaridad que caracteriza al pueblo de Quintana Roo y el compromiso de su gobierno con los más pobres”. La fortaleza de un estado como Quintana Roo no puede cambiarse con “un borrón y cuenta nueva”, se requiere analizar la riqueza institucional que tiene la entidad y mejorar, destruir todo para empezar de cero, nunca ha funcionado en la historia de la humanidad.
Graciela Machuca
