Un solo conflicto, la pugna entre taxistas y UBER puso de cabeza a Quintana Roo

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Necesariamente Incómoda 

Graciela Machuca Martínez 

El conflicto entre el gremio de taxistas en Cancún con el proceso legal para que opere formalmente la plataforma Uber en la entidad ya se le salió de control al gobierno estatal y con ello se han ido por la borda los miles de millones de pesos que se invierten todos los días para la promoción de los destinos turísticos de Quintana Roo y no solo de las instancias gubernamentales, sino también de la iniciativa privada.

Sabemos que a pesar de los conflictos internos en Quintana Roo, Cancún y los demás destinos se venden, pero no se puede estar estirando la liga, porque el desarrollo se ve afectado de manera directa con este tipo de falta de gobernabilidad.

Las diferentes fracciones del taxismo en Quintana Roo tiene sus razones para inconformarse por la entrada de UBER a la entidad, pero también tienen sus argumentos los usuarios que prefieren el servicio de una plataforma digital que utilizar el servicio de los taxis locales, pero el mercado global, con su ley de oferta y demanda, también permite que el libre mercado se desarrolle en un centro turístico de nivel internacional como Cancún. Los gobiernos, federal, estatal y municipales también tienen compromisos con inversionistas para que este tipo de servicios vengan a beneficiar al turismo que nos visita.

Se trata de un complejo sistema de intereses de todos los actores que participan en el sector turismo de Quintana Roo, cuya responsabilidad de conciliar esos intereses recae en el gobierno estatal, instancia, cuyos representantes dijeron que sabían gobernar cuando salieron a las calles y plazas a pedir el sufragio del electorado, pero ahora resulta, que se les olvidó que este asunto está dentro de la esfera de sus obligaciones y que debieron preverlo desde meses atrás, ahora ya les explotó la bomba en las manos y buscan a quien culpar, pero se olvidan que entre sus facultades constitucionales está resolverlo.

El mensaje inicia diciendo que el sindicato no avala ninguna acción de protesta que afecte a terceros, ni a ciudadanos, y mucho menos a turistas.; ni actos de violencia de ninguna índole, como el cierre de vialidades o la persecución de vehículos de la plataforma Uber, como ha ocurrido en días pasados.

El secretario del interior del sindicato Andrés Quintana Roo, Rubén Carrillo Buenfil, difundió un mensaje a su gremio el pasado miércoles, por medio del cual se pronunció respecto “a los últimos hechos violentos” en los que se han visto involucrados sus agremiados y culpan a la plataforma Uber.

Carrillo Buenfil asegura que “sin justificar los hechos”, es su deber como directiva del gremio, brindar todo el apoyo a los taxistas, asegurando que han sido presa de la “provocación y la impotencia”.

Cada uno de los grupos actores en este conflicto tienen sus formas de argumentar y es la sociedad quintanarroense la que debe sancionar a cada uno, y la autoridad tomar las medidas de prevención y corrección según corresponda.

El sindicato Andrés Quintana Roo, en voz de Carrillo Buenfil aduce:
“A toda acción corresponde una reacción y no es para menos, ya que después de estar esperando por horas, para poder dar un servicio conforme a una lista y resguardando el orden en el punto que les corresponde, tienen que observar en cualquier momento, que un vehículo particular llegue como Juan por su casa y les piratee el pasaje en su propia cara y cuyos choferes además, se mofan de ellos. Esto es inadmisible, sobre todo, cuando sabemos que nuestras autoridades estatales han declarado públicamente que las plataformas aun no puedan operar, hasta que exista un marco regulatorio de sus operaciones como servicio privado”.

También agregó en su mensaje: “Los taxistas de Cancún le apostamos al diálogo, seguimos en constante comunicación con nuestras autoridades y al mismo tiempo con nuestros propios agremiados, pidiendo únicamente que se respete el estado de derecho, con el único propósito de que prevalezca la paz y la justicia social en nuestro Estado. Quiero decirle a nuestros agremiados que tengan confianza, que se está trabajando fuertemente en el aspecto jurídico, nuestra lucha es y ha sido siempre en el terreno legal, seguimos en pie de lucha y no nos vamos a dejar”.

Se ha hecho viral y llegó al conocimiento del Ministerio Público el hecho que un taxista del sindicato Andrés Quintana Roo roció con un líquido corrosivo la cajuela de un automóvil particular, al confundirlo con una unidad de Uber, por lo que el agresor fue detenido, lo cual ocurrió en Cancún. El conductor de la unidad 2929 roció el corrosivo sobre la cajuela de un auto que acababa de dejar a una persona en el Hotel Sandos. Sin embargo, no era una pasajera sino una familiar.

Las redes sociales se han convertido en un espacio para alentar la violencia en este conflicto, en episodios como una asamblea del sindicato de taxistas Andrés Quintana Roo, en la que el líder de este grupo, Erick Castillo, grita: “A chingar a su madre Uber”.
También circulan grabaciones de una asamblea en las que se identifica a un supuesto integrante de este sindicato, que pide “matar” a los choferes de Uber.

“Muy chingones vienen y nosotros muy pendejos respetándolos (…) Hay que matarlos a los hijos de puta, es en serio…”.
El Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo alega que UBER tiene un ejercito de bots para desprestigiar a su gremio, pero la pregunta es, ¿dónde está la autoridad estatal que no supo atender el conflicto conforme iba avanzando el proceso jurídico?
Hora que ha quedado exhibida la falta de oficio político de la gobernadora María Elena Hermelinda Lezama los pronósticos en este y otros conflictos son reservados!!!…..pues ponerse a llorar o ser la gobernadora predilecta del Presidente AMLO no es suficientes y en este conflicto queda más que claro…..

Graciela Machuca

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