El “paquete de ilusiones” que se vende junto con el Tren Maya 

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Necesariamente Incómoda

Foto: yucatan.com.mx

Graciela Machuca Martínez 

Las obras de infraestructura del Tren Maya, por su multimillonaria inversión, seguirá siendo la más cara del actual gobierno federal, no solo por los miles de millones de pesos que se han tomado del presupuesto, sino porque ese dinero de la hacienda pública se quitó de otros rubros como el de la salud y la educación públicas, pero el presidente ya había tomado su determinación en construir esa vía ferroviaria y no hubo razonamiento económico, social o político que lo convenciera de lo contrario.

Como lo he escrito en este espacio periodístico, además, de la inversión pública y privada que llegará a la zona junto con el Tren Maya, también llegará la militarización en Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con problemas sociales y políticos; la delincuencia organizada seguirá disputándose la zona, lo que generará enfrentamientos con militares y policías, mientras que la población civil seguirá poniendo a las víctimas colaterales.

Una muestra de ello son las violaciones a los derechos laborales de la mayoría de las personas que están trabajando en las obras de los distintos tramos del Tren Maya, donde se está utilizando la subcontratación de servicios para no respetar los derechos laborales, como es la inscripción al Seguro Social; los trabajadores que sufren algún accidente son despedidos para no pagarles el periodo de incapacidad y la rehabilitación  cuando es necesaria.

Recientemente, se ha dado a conocer que trabajadores del Tramo 7 del Tren Maya en Quintana Roo dieron a conocer que reciben salarios bajos tomando en cuenta el alto costo de la vida en  esta entidad, además, son sometidos a largas jornadas de trabajo, amenazas de despido por parte de mandos militares y que ni siquiera cuentan con el abasto suficiente de agua potable, aun con altas temperaturas que se registran en esa región.

Un reporte del Diario Reforma recuerda que el Tramo 7 está a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y “comprende 254.5 kilómetros de vía férrea de Chetumal a Escárcega, Campeche y pasa por un municipio de Quintana Roo y tres de Campeche, con una estación y tres paraderos distribuidos en Nicolás Bravo, Calakmul y Centenario”.

Por medio de redes sociales solicitan la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien a través de un video le dicen:  “caímos aquí en el trabajo del Tren Maya, nos están amenazando que nos van a correr, queremos que usted nos apoye, a mis compañeros, de Chiapas, estamos unidos, venimos a trabajar, pero les dicen que los servicios de nosotros son de 3 mil 500, que están pagando el salario mínimo, pero si entramos de 7 de la mañana hasta 5 de la tarde, lo miramos injusto». 

Los trabajadores inconformes dieron a conocer que trabajan en el Frente 2 de Nicolás Bravo.

«Queremos que usted (presidente) nos haga caso, están todos los responsables aquí, mis compañeros, todos los de Chiapas, que nos apoye, porque realmente nos están tratando mal, el agua la traen casi como a las 12 del día, nos dejan sin agua y queremos que nos apoyen esto».

En el video también se escucha: «Tenemos carencias, por ejemplo, alergias, las condiciones del clima son extremas, no nos traen agua, los militares que están a cargo de nosotros, a veces no están con nosotros, no están totalmente al cien, sino que se ausentan y no atienden las necesidades que tenemos nosotros como trabajadores», dijo otro trabajador.

«Venimos de lejos, venimos de fuera, no nos están apoyando con el hospedaje ni con comida, al contrario, nos recortaron horas y nos bajaron el sueldo», se quejó.

Los casos de inconformidad han sido varios, por ejemplo, el 12 de abril un grupo de trabajadores del Tren Maya bloqueó la carretera Escárcega-Chetumal en protesta por incumplimiento laboral y presuntos abusos de los ingenieros militares responsables de la obra.

Otro grupo de trabajadores del Tren Maya interpuso desde octubre pasado una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, ante las deplorables condiciones laborales, los abusos y las intimidaciones de las que son objeto. La Junta Local de Conciliación y Arbitraje ha conocido de las irregularidades, pero nada ha hecho al respecto. 

Además, de la violación a derechos laborales en la construcción del Tren Maya, siguen las violaciones de los derechos medioambientales, como lo reseña Animal Político en una de sus múltiples publicaciones que ha realizado al respecto, en esta ocasión el 22 de julio de 2023.

El referido portal nacional de noticias señala: “Cuando a principios de julio se enteraron de que el Ejército estaba rellenando el Estero de Chac para construir el tramo 6 del Tren Maya, los habitantes de Bacalar se acordaron de lo que pasó hace unos 30 años, cuando el gobierno de Quintana Roo tapó la desembocadura para construir una carretera y el nivel de la laguna subió por arriba de los muelles.

Al no quererse encontrar nuevamente con el agua hasta los tobillos, un grupo de ciudadanos decidió protestar hasta conseguir una reunión con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que les explicó su proyecto. Hasta aquel momento lo desconocían, pues jamás la población de Bacalar fue informada ―y mucho menos consultada― sobre los detalles de la construcción del Tren Maya.

Fue durante la junta con SEDENA que los pobladores descubrieron que, en este caudal, donde el sistema lagunar de Bacalar encuentra al Río Hondo permitiendo su regulación hídrica, el Ejército está construyendo un camino para que una máquina perforadora cruce el estero y ponga los pilotes del puente del Tren Maya. Durante un recorrido realizado en el estero de Chac, el 14 de julio, se pudo averiguar que efectivamente una máquina perforadora está en función en la orilla del estero y que, unos metros más allá, las excavadoras están trabajando a pleno ritmo en el trazado de la obra, se escribe en el reportaje de Animal Político.

El Tren Maya está beneficiando a grandes empresas transnacionales que viven de la economía global, serán los grandes consorcios hoteleros que se han asentado en la zona, los que resultarán beneficiados con la construcción del Tren Maya, e4n tanto los pueblos originarios seguirán en condiciones de pobreza y aportando sus recursos naturales.

La clase política que insiste en que el Tren Maya vendrá a sacar al pueblo del atraso y marginación, seguirán vendiendo ilusiones a cambio de votos para las elecciones del 2024, hasta que sus hechos demuestren lo contrario.

Graciela Machuca

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