De imposiciones electorales y del imperio de la delincuencia organizada
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
Es indiscutible que el proceso electoral de este año que concluirá con las elecciones del 2 de junio irá teniendo un ascenso en la violencia, conforme avancen sus etapas, lo que pondrá en riesgo la participación ciudadana voluntaria, pacífica y ordenada el día de los comicios, de allí que la transición a la democracia en este país siga en riesgo, porque hasta el momento, en muchas regiones del país como la llamada Tierra Caliente donde confluyen los estados de México, Guerrero y Michoacán, ya no existe el Estado mexicano, porque la delincuencia organizada impuso sus normas, incluso, las instituciones del Estado, están a su servicio.
Hace años, en este espacio periodístico advertí que si en Quintana Roo los tres niveles de gobierno no actuaban en la prevención de delitos, en seguridad pública y consolidaban las instituciones de procuración y administración de justicia, en poco tiempo llegaría la violencia a los centros turísticos como estaba ocurriendo en ese entonces en Acapulco. Desde luego que a las autoridades de ese tiempo y quizás a las de ahora, poco les importó mis advertencias diseñan desde la prospectiva política, social y económica.
Ahora, Quintana Roo se encuentra sumido en la violencia generalizada, misma que la Fiscalía del Estado trata de minimizar con la información “rasurada” que envía al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, institución del gobierno federal que mes con mes emite estadísticas sobre incidencia delictiva, las cuales no concuerdan con la realidad que se vive en la entidad.
En medio de esa violencia se desarrollan las primeras etapas del proceso electoral federal, estatal y municipal, cuyas elecciones serán el próximo dos de junio; los municipios de Benito Juárez, Tulum, Solidaridad y Felipe Carrillo Puerto presentan altos índices de violencia, en tanto las personas que son titulares de las presidencias municipales buscan reelegirse.
Por ejemplo, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, durante el año 2023 fueron asesinadas 32 personas, una cifra escandalosa para toda la Zona Maya, mientras que en lo que va del mes de enero de 2024, el número de homicidios dolosos ha llegado a 11, así como un número indeterminado de personas desaparecidas, sin embargo, la presidenta municipal Maricarmen Candelaria Hernández Solís intenta reelegirse y así mantener en el atraso, la marginación y la violencia a la cabecera municipal y a todas las comunidades que pertenecen a este municipio.
Si la mayoría del electorado que llegue a emitir su voto en las urnas el día dos de junio vota para que la actual presidenta municipal siga en el poder, no podrán quejarse qué de aquí al 2027, la violencia se apodere de toda la jurisdicción municipal porque no habrá poder humano ni político que pueda controlar el desgobierno.
Esta semana, en la comunidad de Xhazil Sur, lloran a cuatro personas que fueron asesinadas por un comando armado que llegó hasta donde se desarrollaba una fiesta privada. Se trató de un ataque armado con alevosía y ventaja, porque los hombres armados y con el rostro cubierto llegaron al lugar de la fiesta y empezaron a disparar sobre los que allí estaban para luego darse a la fuga a bordo de una camioneta color blanco.
Desde luego que la Policía Municipal a cargo de la presidenta municipal Hernández Solís, hizo acto de presencia cuando los asesinos ya estaban muy lejos del escenario del crimen.
Quienes estén dispuestos a ver que sus familiares sean asesinados o desaparecidos y que la autoridad municipal de Felipe Carrillo Puerto no haga nada por cumplir con sus facultades en materia de Seguridad Pública que mandata el Artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tendrán todo el derecho de votar porque esta mujer de la política se reelija.
La 4T en Felipe Carrillo Puerto tiene a su disposición los programas sociales asistencialistas de los gobiernos federal y estatal, usa la misma estrategia que su antecesor, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) e incluso, hace uso de la misma militancia, a la cual la mantienen sin servicios de salud, con educación de mala calidad, sin fuentes de empleo, para que dependan exclusivamente del apoyo económico gubernamental y así su participación política-electoral siga estando condicionada.
La falta de una eficaz estrategia de seguridad pública en el municipio de Felipe Carrillo Puerto se demostró el pasado 28 de enero, al desaparecer Jesús Alberto Choc Díaz de 22 años de edad, a pesar del presupuesto supuestamente gastado en el rubro de seguridad pública, la Policía Municipal no cuenta con equipo de videovigilancia en las calles de la ciudad, al contrario, la casa de la presidenta municipal y familiares cuenta con cámaras de seguridad de alta resolución y vigilancia policiaca las 24 horas del día.
La semana pasada, la dirigencia nacional de MORENA definió que Maricarmen Candelaria Hernández Solís buscará la reelección, por lo que se le designó como coordinadora de la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación en Felipe Carrillo Puerto.
Esto demuestra una vez más que a la 4T no le interesa que el país transite a una verdadera democracia, porque su carta de presentación es la imposición y el absolutismo, entonces, en donde quedaron las palabras de Andrés Manuel López Obrador, cuando dijo que quienes habían quedado al frente de la dirigencia de Morena en Quintana Roo, eran unas lacras de la política, refiriéndose a la hoy esposa de Maricarmen Hernández, a su hermano y a su cuñada.
Si los partidos políticos en Quintana Roo siguen tomando decisiones desde sus cúpulas imponiendo a autoridades municipales alejadas de la ciudadanía, pronto se estarán lamentando el desgobierno en toda la entidad, cuando la venta de pollo, de verduras, de flores, cerveza, huevos y todo tipo de abarrotes sea controlada por la delincuencia organizada, por la falta de capacidad de las autoridades en hacer respetar la ley, como desafortunadamente está ocurriendo en Tierra Cliente, en la zona limítrofe entre Guerrero, Michoacán y el Estado de México.
Graciela Machuca
