Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

PUEBLA, Pue. 31 Mayo 2016.- Imágenes ilustrativas sobre espionaje telefónico. //Francisco Guasco/Agencia Enfoque//

La clase política gobernante se hereda las herramientas de control autoritario para gobernar y hacer justicia; las prácticas que se le cuestionaron al todopoderoso Partido Revolucionario Institucional  del Siglo XX, fueron legadas a los dos sexenios del Partido Acción Nacional (2000-2012), retomadas y perfeccionadas por el PRI (2012-2018), sin embargo, la 4T decidió sacar del pasado la forma de gobernar del PRI de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y de José López Portillo (1976-1982) y de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), incluso cogobierna con personajes del negro priismo como Manuel Bartlet Díaz. 

Esta es la esencia de la 4T y allí está la historia reciente del país en archivos, hemerotecas, videotecas y fonotecas de donde se pueden extraer evidencias de esas herencias reclamadas y usadas para gobernar un país que ya no existe; sin embargo, en todos los niveles de gobierno de la 4T se hacen uso de esas herramientas de control que identificaron al Estado mexicano autoritario y violador de derechos humanos. 

Con la detención del responsable del atraso y el caos del municipio de Felipe Carrillo Puerto, en el estado de Quintana Roo, su expresidente municipal José Esquivel Vargas, quien también fue diputado local por el Partido de la Revolución Democrática, a los estrategas de la 4T les salió del corazón el priismo que llevan en sus genes, usaron el espionaje para conocer los pasos de quien  le estaba haciendo ruido a la presidenta municipal, Maricarmen Candelaria Hernández Solís en su afán de reelegirse. 

Desde la ilegalidad y posiblemente con recursos públicos o con el aval de algún agente del Estado, lo espiaron telefónicamente y le fueron grabando varias de sus conversaciones y planes para ganarle la presidencia municipal a MORENA durante las elecciones del próximo 2 de junio. 

Prueba de este espionaje es el audio que “filtraron” a los medios, en el que José Esquivel se refiere despectivamente a la presidenta municipal, con el lenguaje homofóbico y discriminatorio que lo caracteriza. 

El contenido de ese audio es responsabilidad de Esquivel Vargas, pero del espionaje, una práctica que va contra la supuesta ética de MORENA, alguien debe dar una explicación.

Pero en este momento que se encuentran en los cuernos de la luna, su soberbia, su cultura patrimonialista del poder les impide ver que el poder se acaba y que la vida política también es una rueda de la fortuna. 

Lo preocupante es que al país le ha costado mucho reconocer los derechos humanos, el camino de la legalidad, para que desde la 4T estén utilizando el espionaje como un arma para extorsionar a sus opositores políticos, ya sean grandes o chicos. 

Recordemos que en este momento periodistas, políticos y empresarios, a través de organizaciones civiles están litigando contra la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) para que informe sobre el uso que dio al Programa de espionaje denominado Pegasus que se utilizó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y que hasta el momento ninguna autoridad judicial o administrativa a podido obligar a los militares a informar al respecto. 

Programas similares, desde luego con versiones actualizadas y más económicas siguen siendo utilizados por instancias militares, policiales y empresas que brindan el servicio de espionaje a gobiernos estatales o a grupos políticos. 

El pueblo de México quiere el cambio de la clase gobernante, pero quienes ganan las elecciones, son los mismos, solo se cambian el color de la camiseta.

Graciela Machuca

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