Las mentiras durante el debate en Felipe Carrillo Puerto; problemas sociales no son prioritarios para la clase política

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

El llamado debate entre las personas candidatas a la presidencia municipal de Felipe Carrillo Puerto, en el estado de Quintana Roo, demostró una vez más que a la clase política no le interesa el diseño de políticas públicas y acciones de gobierno para sacar al municipio del atraso en que se encuentra, esta práctica de dar a conocer las propuestas partidistas, no es con el objetivo de realizar una pasarela de egos, sino un ejercicio del Derecho a la Información de la Ciudadanía, a la cual dejan en último lugar, porque a pesar que en el programa televisivo incluyeron preguntas de la ciudanía, las candidatas y el candidato las ignoraron, porque no podían salirse de su guion y agenda.

Lo que la ciudadanía vio y escuchó durante las intervenciones de las tres candidatas y el candidato que aceptaron participar, no fue nada nuevo, solo hicieron un resumen de sus descalificaciones, acusaciones, verdades a medias, suposiciones, lo que representa una falta de respeto a la inteligencia de la sociedad, porque con discursos falaces y con medias verdades, quieren imponer su voluntad, su verdad, sin interesarles las necesidades  del pueblo.

A este show televisado asistieron Maricarmen Candelaria Hernández Solís, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en Quintana Roo”; María Luisa Poot Ek, del Partido de la Revolución Democrática (PRD); Víctor Manuel del Ángel Ventura, (MÁS Apoyo Social); así como Brenda Verónica Hau Uex, de la Coalición “Fuerza y Corazón por Quintana Roo”. La candidata de Movimiento Ciudadano, Sandra Luz Arceo Manrique, decidió no participar.

Durante sus intervenciones, cada una de las personas aspirante a decidir por el futuro de Felipe Carrillo Puerto, durante los próximo tres años, demostró su nivel de habilidades para improvisar, para estructurar ideas al vuelo, su capacidad de planeación, así como sus aptitudes para resolver problemas en tiempo real en caso de contingencias, desde luego, que las cuatro demostraron que para gobernar les falta vocación de servicio.

Si bien es cierto que en un debate, quien tiene más saliva traga más pinole  para gobernar se requieren principios básicos de la vida pública, como tener capacidad para asuntos de la administración pública, tener como principios de vida servir a los demás y no llenarse los bolsillos con dineros públicos, solo porque en la infancia vivieron en la pobreza.

En este supuesto ejercicio del Derecho a la Información, no hubo debate, no se confrontaron propuesta de cómo y con qué resolver cada uno de los problemas del municipio que requieren atención inmediata del gobierno municipal; no hubo un planteamiento serio y con fundamento de cómo enfrentar el alto grado de inseguridad que día tras día enluta a familias de Felipe Carrillo Puerto o que afecta su patrimonio, por los robos, asaltos y extorsiones.

Ninguna de las cuatro personas que tuvo la oportunidad de dar a conocer su programa de gobierno, pudo concretar una sola acción gubernamental o una política pública diseñada desde la participación ciudadana.

Problemas como la recolección y confinamiento final de desechos municipales no está como un interés prioritario de quienes quieren gobernar Felipe Carrillo Puerto.

Las calles están destrozadas, el alumbrado público es inexistente, los parques públicos lucen el abandono en el que se les tiene desde hace un trienio; los sistemas de agua potable, alcantarillado pluvial ha colapsado, pero eso no forma parte de las prioridades de la clase política de Felipe Carrillo Puerto, cuyos integrantes, después del día de las elecciones y a partir del día que toma posesión el nuevo gobierno, se les olvida el espectáculo de la rivalidad política, porque se reencuentran para disfrutar del presupuesto municipal para asignarse salarios millonarios, al interior del Cabildo se hacen socios, se vuelven aliados, mientras que la gente del pueblo se queda sumida en el abandono y en el odio generado durante el proceso electoral.

Al hablar el candidato y las candidatas nos pudimos dar cuenta quien es profesional de la mentira, quien hace caravana con sombrero ajeno, a quien el cinismo le brota hasta por los poros de la piel y quien no tiene nada que hacer en la contienda municipal.

Fue evidente que dos de las tres candidatas, con sus intervenciones, solo recordaron lo que el pueblo de Felipe Carrillo Puerto ya sabe, que una durante los primeros meses de su gobierno adquirió tres casas, usa una camioneta de tres millones de pesos y quien, además, no ha presentado su declaración patrimonial desde el año 2021, que construye una gran residencia con un costo que rebasa los seis millones de pesos. La pregunta que ha quedado en el aire ha sido desde hace muchos meses, con un salario que es público, nadie que gane como presidenta municipal puede pagarse tantos lujos y tanto despilfarro. 

A la otra candidata se le quiso descalificar, al señalarla solo como una representante del grupo político del PRD de la pasada administración, sin reconocerle, que cómo mujer tiene capacidades propias y libre albedrio.

Graciela Machuca

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