Tulum, luego de ser el municipio con más homicidios del país, es decorado con policías y militares, pero la inseguridad sigue en ascenso

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez

La violencia sigue marcando la vida de la población de Tulum, mientras las campañas electorales están a todo lo que dan, sin embargo, la delincuencia sigue demostrando que sus integrantes tienen el control real del municipio, porque las estrategias de seguridad puestas en marcha por el gobierno municipal de Diego Castañón Trejo, simplemente han fracasado y a lo largo de su campaña para la reelección solo promete la continuidad.

Clase política gobernante incapaz de brindar seguridad a familiares y amistades

El asesinato de Andrés Dzul, hermano del desaparecido presidente municipal Marciano Dzul Caamal, así como de otras dos personas, la semana pasada en Tulum, es una muestra que la clase política gobernante no puede darle protección ni a su familia ni a sus amistades, lo que representa un grave riesgo para toda la sociedad.

255.34 homicidios en Tulum durante 2021, por cada cien mil habitantes, la tasa más alta del país en los últimos seis años

Como contexto recordemos el diagnóstico realizado para el trabajo La Gestión de la Seguridad Pública en México, Fuerzas Armadas y Guardia Nacional publicado en octubre de 2023,  por Expediente Abierto y realizado por Carlos Barrachina Lisón, investigador del Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales, profesor adscrito del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas. Puebla. https://www.expedienteabierto.org/wp-content/uploads/2023/11/La-gestion-de-la-seguridad-publica-en-Mexico-Fuerzas-Armadas-y-Guardia-Nacional-Mexico-final.pdf

En el informe se presenta un diagnóstico general de la crisis de inseguridad que se vive en México. En relación con el indicador de las tasas de homicidio, Quintana Roo es una de las entidades más violentas del país.

Las tasa de homicidios de Tulum durante 2021, de acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, fue de 255.34 homicidios por cada cien mil habitantes. En ese mismo año, Quintana Roo, tuvo una cifra de 67.85 y para 2022 fue de 65.48. Para 2022, Tulum llegó a la tasa de 208.13 homicidios por cada cien mil habitantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como una epidemia 10 homicidios por cada cien mil habitantes.

Barrachina Lisón, también explica en uno de sus artículos que se dispara la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes en Tulum, de manera escandalosa, porque sólo son 42 mil habitantes, por lo que es una violencia absurda. Es ahora, con mucha probabilidad, la ciudad más violenta de México, superando a Fresnillo que tiene una tasa de 177 asesinatos por cada cien mil habitantes, sostiene el también doctor en Ciencias Políticas y Sociología, e integrante del Sistema Nacional de Investigadores del CONAHCYT (México) desde 2007, donde forma parte del Comité Ejecutivo del Programa Nacional Estratégico (PRONACES) de Seguridad Humana.

Negligencia del gobierno municipal ante el fracaso de sus estrategias en seguridad

Ante estas dramáticas cifras, las autoridades se niegan a tomar cartas en el asunto, y prueba de ello, es que este fin de semana se volvió a registrar una balacera en plena zona centro de Tulum, donde un grupo de personas armadas intentó asesinar a dos hombres, afortunadamente no tuvieron éxito, pero el miedo entre vecinos y visitantes sigue siendo la constante en este importante destino turístico.

Los hechos se registraron muy cerca del parque Rotario, sobre la calle Neptuno, entre Orión y Beta. De acuerdo, a reportes policiales se escucharon varias detonaciones de armas de fuego, pero las balas no dieron en los objetivos. Después que los atacantes se dieron a la fuga, llegaron las autoridades y localizaron al menos nueve casquillos percutidos. Los disparos impactaron en varias viviendas aledañas.

Pero mientras la población de Tulum vive en un terror permanente por la violencia sistemática en todo el municipio la clase política se dedica a ofrecer recursos públicos que no son de su patrimonio, hacen caravana con sombrero ajeno, porque prometen y prometen más apoyos sociales, sin reparar que los presupuestos se conforman con dinero de los impuestos y demás contribuciones que paga la ciudadanía desde un empleado hasta el comerciante establecido. Pero como se está en la temporada de ofrecer, en Tulum, todos quienes quieren llegar a un cargo de elección popular ofrecen dinero como si los presupuestos fueran de su propiedad, sin ofrecer políticas públicas y acciones de gobierno para resolver las necesidades más urgentes del municipio.

La sociedad civil se organiza en Tulum para exigir derechos

Sobre las condiciones de la seguridad pública en Tulum, solicité una opinión al Observatorio Ciudadano de Tulum. A continuación, expongo el escenario que ve este organismo civil.

Tulum es uno de los destinos turísticos más lujosos de México y del mundo, sus exuberantes playas, cenotes y selva son apreciados por visitantes de todo el mundo que buscan descansar y divertirse en sus vacaciones, o bien como residencia temporal o permanente.

Sin embargo, el servicio de seguridad pública en Tulum también es reconocido internacionalmente, pero por su deficiencia y corrupción que atenta en contra de la tranquilidad de turistas y locales, por igual, desde 2019, el Observatorio Ciudadano de Tulum ha monitoreado y evidenciado ante la prensa nacional e internacional, múltiples casos de abuso policiaco, arriesgando nuestra propia vida al hacerlo, hemos logrado crear un mecanismo de protección comunitario que ha hecho valer los derechos humanos y civiles de una manera que antes jamás se habían respetado por parte de policías y militares. 

Actualmente, Tulum se encuentra sitiado por abundantes e ineficientes patrullas de diferentes grupos policiacos, por la Marina y Guardia Nacional, que sólo han logrado causar intimidación desconfianza y desconcierto a los turistas, pues las ejecuciones, balaceras, venta de drogas y demás crímenes siguen ocurriendo a diario y van en aumento, tantas patrullas con uniformados encapuchados, armados hasta los dientes y desde 2019, no tenemos registro de que se hayan enfrentado a los delincuentes durante los atracos o balaceras.

Sospechosamente, siempre llegan una hora después de qué todo ha ocurrido, adicionalmente a su ineptitud tienen el descaro de poner retenes en los caminos que conducen a la zona hotelera, en la playa, en los que se dedican a hostigar y bolsear turistas, así como a la fuerza de trabajo de hoteles y restaurantes, que sin deberla, ni temerla, sufren a toda hora, el acoso de policías y militares que ahora abordan los mismos vehículos sin distinción.

A pesar de la presencia de policías y militares en Tulum, la violencia se incrementa

Elementos de la Marina conduciendo motocicletas de la policía municipal, encapuchados de la policía estatal, haciendo paradas de tránsito, camionetas repletas de guardias nacionales que sólo posan con sus armas largas mientras pasan el día chateando con sus celulares.

Otro detalle es que, aquí en Tulum, aplica eso de qué “perro no come perro”, pues jamás se ha visto que la Guardia Nacional arreste policías corruptos, marinos al servicio del narco y demás alimañas que abundan en la fila en las filas de dichas corporaciones.

Por último, uno de los graves problemas es la evidente falta de capacitación en servicios específicos para destinos turísticos y pueblos mágicos para este ejército de uniformados que incesantemente ronda nuestra comunidad y parecieran tener la única directriz de maltratar a quien se cruce en su camino, lo hacen hasta que se topan con un ciudadano o visitante que invoca la existencia del Observatorio Ciudadano de Tulum, y les recuerda que por lo menos aquí, ya nos hemos organizado para cuidarnos unos a otros y exhibir los abusos y negligencias de policías y militares por igual. Hasta aquí las líneas proporcionadas por esta organización civil.

Tulum seguirá en la inseguridad y en luto permanente hasta que la ciudadanía lo permita.

Graciela Machuca

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