Recorte presupuestal para el combate al dengue está llevando a la muerte a la niñez en la Península de Yucatán

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez

**La desgarradora y vergonzante historia de Keyli, quien murió, en Yucatán, a los cinco años siete meses al complicarse su salud por padecer dengue.

En la Península de Yucatán las infancias siguen pagando las consecuencias de las decisiones de la clase política a nivel federal, porque en el sistema de salud público se carecen de los recursos mínimos indispensables para salvar vidas, para dar una atención de calidad, salvaguardando la dignidad humana.

Así como en Yucatán existen hospitales privados de primer mundo por la tecnología de punta que utilizan, así como sus instalaciones y servicios que los pueden pagar personas multimillonarias, por otra parte, se cuenta con infraestructura pública en permanente deterioro, falta de personal, carencia de insumos, instrumental y equipo.

Quienes tienen que utilizar el sistema público de salud son quienes integran la mayoría del pueblo, mucho de quienes no ganan el salario mínimo para la región, sin embargo, tienen que pagar los deficientes servicios en las clínicas y hospitales que dependen de la Secretaría de Salud y quienes son derechohabientes del ISSSTE y del IMSS tienen que aguantarse las carencias presupuestales, ya que el gobierno federal tiene sus prioridades.

En el estado de Yucatán se registró una triste y desgarradora historia de una niña, a quien se le complico la enfermedad del dengue y tuvo consecuencias fatales. Tuvo complicaciones en el hígado, riñones, corazón y los médicos tuvieron que intervenirla para colocarle un catéter, pero la cirugía salió mal y al colapsar un pulmón perdió la vida.

Keyli Isabel Vicinaiz Alonzo, tenía cinco años con siete meses cuando fue internada en un hospital por complicaciones del dengue, el cual le fue controlado, pero órganos vitales como el hígado, los riñones, el corazón y los pulmones se le fueron afectando, le empezaron a realizar hemodiálisis, pero a pesar de los esfuerzos médicos, con los pocos recursos que tenían a su alcance, ya no se pudo hacer más por ella y murió.

El equipo de médicas y médicos trabajaron hasta el último momento por salvarle la vida, pero la falta de equipo, insumos y quirófanos especializados contribuyó a que el organismo de la niña colapsara.

La familia de escasos recursos económicos y con falta de información para gestionar en tiempo y forma la atención requerida recibió el apoyo de su comunidad para pagar algunos gastos, incluso tuvieron que pagar para que les entregaran el cadáver, para después proceder a sepultarlo. 

Las investigaciones sobre los diversos procedimientos de atención médica no se han llevado a cabo, porque la familia no sabía qué hacer, solo consiguió el dinero para que le pudieran entregar el cuerpo y sepultarlo. Hasta el momento no se sabe de que se haya abierto una carpeta de investigación por la fiscalía, o que el hospital haya procedido a una investigación interna. La historia es simple y dolorosa: la internaron por complicaciones del dengue, se le afectaron órganos vitales, para poder estabilizarla la intervinieron quirúrgicamente, durante la operación se afectó un pulmón que le provocó una hemorragia grave, le suministraron sangre y plaquetas, pero por las múltiples transfusiones se le afectó el hígado y los riñones fallaron. 

Por el bien del personal médico que atendió a la niña, por el derecho a la verdad que tiene a su favor la familia y para que se hagan públicas las carencias del hospital, se deben iniciar investigaciones penales y administrativas.

La historia no empezó cuando la niña se contagió de dengue, sino mucho antes, cuando desde la Ciudad de México, desde las altas esferas del gobierno federal se determinó antes del mes de diciembre de 2022 disminuir recursos para el combate al dengue, zika y chinconcuya en todo el país, para destinar esos recursos presupuestales a la construcción del llamado Tren Maya y las demás obras que son la prioridad de Andrés Manuel López Obrador.

Si la cámara federal de diputados, con mayoría de MORENA, hubiera autorizado los recursos necesarios para combatir estas enfermedades, Keyli no hubiera vivido en un ambiente en el que se salió de control la transmisión del dengue. Además, los representantes populares de MORENA y de los otros partidos aliados, como en los tiempos del PRI, aprueban, sin discutir, las indicaciones del presidente de la república, por lo que el sistema de salud pública se encuentra en el abandono total, lo que contribuyó a que Keyli no tuviera la atención oportuna y de calidad que requería para salvar su vida.

Durante la primera semana del mes de septiembre se volvió a informar de otra niña muerta por dengue, con lo que el número de víctimas mortales ascendió a siete a esa fecha.

Se trató de una niña de diez años la que falleció por dengue en el Hospital San Carlos del IMSS en Tizimín.

La transmisión del dengue se le ha salido de control a las autoridades en Yucatán, porque solo en la última semana el número de casos confirmados aumentó a 925 y cuatro defunciones, cifras que dan un total en el año de 5 mil 780 contagios y siete muertes.

A la semana epidemiológica 37 eran 4 mil 855 casos confirmados y tres defunciones y el boletín de la semana 38 muestra notables incrementos. 

Quintana Roo, Yucatán y Campeche se encuentran dentro de la lista de entidades a nivel nacional, donde la transmisión se les salió de control, porque las acciones de control y fumigación iniciaron con un semestre de retraso, por la falta de presupuesto.

Graciela Machuca

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