Las ocurrencias de la 4T en materia de salud pública

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez  

Luego del rotundo fracaso del llamado Institucional de Salud para el Bienestar (INSABI) que tuvo una breve vida del primero de enero de 2020 al 11 de mayo de 2023, (etapa en que se construyó el hospital de Tulum, hoy abandonado y en ruinas)el gobierno federal sigue experimentando con la salud y el patrimonio del pueblo de México por medio de “ocurrencias”, porque no se le puede dar otro calificativo a las acciones de gobierno que van del tingo al tango, porque si no les funciona una, lanzan otra, sin importarles los resultados, tal parece que en el gobierno de la 4T no saben de que se tratan las políticas públicas.

Al fracasar sus ideas de llevar el sistema nacional de salud pública a los estándares de Dinamarca, a quien aun es titular del Poder Ejecutivo Federal se le ocurrió echar al bote de la basura a su cacaraqueado INSABI y ordenó a su mayoría en el Congreso de la Unión desaparecerlo del mapa y pasarle la deuda y poner a levantar el tiradero al Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), institución que ha pasado todo tipo de crisis gubernamentales, pero gracias a que se financian con las cuotas de trabajadores y de la parte patronal.

Por otro lado dirá la parte obrero/patronal que no tiene ningún caso aportar las cuotas si al final serán atendidos igual que la población abierta. 

El INSABI, que pretendió sustituir al Seguro Popular, tuvo que morirse porque la pésima administración generó una deuda de 17 mil millones de pesos que fueron transferidos en su totalidad al IMSS-Bienestar, una figura que busca emular al programa de la era priistas IMSS-COPLAMAR, era que por cierto el mismo Presidente AMLO trabajó en el Plan Chontalpa.

El fracaso del proyecto de la 4T para mejorar las acciones del Seguro Popular impulsado por los gobierno panistas y el priista de los primeros 18 años del Siglo XXI, no solo se puede medir por la deuda acumulada en casi tres años y meses, sino por el costo que tuvo que pagar la sociedad mexicana por los experimentos del gobierno morenista.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) documentó que en México han muerto unos tres mil niños con cáncer por falta de medicinas, tarea que se adjudicó el INSABI, de acuerdo al mismo organismo multilateral, el país tuvo el segundo peor desempeño en la atención de Covid de América Latina, solo por debajo de Brasil, con más de 333 mil decesos, relacionados con la pandemia.

El actual gobierno federal, desde el INSABI, fue incapaz de al menor igualar las cifras que operó el desaparecido Seguro Popular como la atención médica a 15 millones de mexicanos, atendía más de 40 millones de consultas externas, alrededor de ocho millones de consultas de alta especialidad, millón y medio de mastografías y más de un millón de pruebas de papanicolaou. 

Sin embargo, ahora por decreto presidencial se ha determinado que el IMSS asuma la deuda financiera y la moral, porque tendrá que cargas con los despojos del INSABI, más los daños que se sigan generando por las decisiones que en materia de salud pública se tomen de aquí al último día del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Recordemos que una de las primeras acciones del gobierno federal que empezó el primero de diciembre de 2018 fue cancelar la construcción del Aeropuerto de Texcoco, lo cual le salió a los mexicanos más caro el remedio que la enfermedad, porque se perdió el recurso público invertido y se tuvo que indemnizar a todas las empresas que ya tenían contratos. Aún se ignora el costo real de la cancelación de ese proyecto, para dar paso al compromiso que ya se tenía con los militares de elevar su pista aérea a rango de aeropuerto internacional.

Recuerdo este asunto, porque el pasado 11 de octubre el presidente de la república publico un decreto por medio del cual fusionó y transfirió al organismo denominado IMSS-BIENESTAR, seis hospitales de alta especialidad operados por la Secretaría de Salud, tres de ellos construidos por la iniciativa privada, a la cual hay que seguirle pagando por varios años más, pero esa deuda también será pagada por el IMSS y por los gobiernos estatales.

El artículo 1 del referido decreto presidencial dice lo siguiente: Se ordena la desincorporación por fusión del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, del Centro Regional de Alta Especialidad de Chiapas, del Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca, del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán, del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ciudad Victoria «Bicentenario 2010», y del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca con el Organismo Público Descentralizado denominado Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-BIENESTAR), conforme a lo establecido en la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y su reglamento.

Dicho decreto en su artículo tercero expone: Los HRAE y el CRAE, por conducto de sus unidades de administración y finanzas o equivalentes, serán los responsables del proceso de transferencia de los recursos humanos, presupuestarios, financieros y materiales al IMSS-BIENESTAR. Asimismo, IMSS-BIENESTAR debe asumir las funciones, los derechos y las obligaciones contraídos por los HRAE y el CRAE y, en los casos que corresponda, celebrar los acuerdos o convenios necesarios para la referida fusión, en términos de la normativa aplicable.

En el caso de los recursos presupuestarios autorizados a los HRAE y el CRAE, así como de las plazas presupuestarias que se transfieran al IMSS-BIENESTAR según corresponda, se debe contar con la opinión previa de la SHCP y de la SFP, respectivamente.

Por lo tanto, el IMSS-Bienestar no solo asumirá la deuda de los 17 mil millones de pesos que debe el INSABI, sino todos los recursos que se requieran para rehabilitar las seis nuevas adquisiciones, así como la deuda que se tiene con la iniciativa privada. Pero, además, AMLO ya anunció que está analizando comprar los 12 hospitales de alta especialidad que la iniciativa privada construyó durante gobiernos pasados, es decir, seguirá echando mas dinero bueno al malo.

El día 13 de octubre, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Acuerdo Nacional para la Federalización del Sistema de Salud para el Bienestar, el cual, “tiene por objeto consolidar la operación de un sistema integral de salud para que las entidades federativas concurran con la Federación por conducto del IMSS-BIENESTAR, a fin de garantizar la prestación de servicios de salud mediante las acciones en materia de personal, infraestructura, equipamiento, medicamentos y demás insumos asociados, para la prestación gratuita de servicios de salud para las personas sin seguridad social.

“El IMSS-BIENESTAR prestará atención integral gratuita médica y hospitalaria y proporcionará medicamentos y demás insumos asociados a las personas que no cuentan con seguridad social en las entidades federativas que suscriban los convenios de coordinación conforme a la normativa aplicable”.

Ahora, los disminuidos recursos de salud de las entidades federativas, serán utilizados para financiar un proyecto electoral de la 4T, porque 11 meses y dos semanas, le serán insuficientes para poner en marcha esta nueva ocurrencia.

No omito comentar que mientras el discurso se alarga en materia de salud, la zona maya continua esperando la promesa de tener un hospital que responda a las necesidades de los indígenas mayas y que exista una atención digna, a la población abierta simplemente no se le da atención ni medicamentos ni nada, y de igual manera los hasta ahora derechohabientes del IMSS en la zona maya donde desde hace 38 años son atendidos en una vivienda habilitada con los consultorios sin lo mas elemental que son las urgencias, laboratorio etc.

Seguiremos esperando?….y seguiremos anotando!!…

Graciela Machuca

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