Ecocidio, del otro lado de la Nichupté

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Mientras grupos ambientalistas y polí­ticos se desgarran vestiduras por salvar Malecón Tajamar, un ecocidio distinto está en puerta en la zona de Punta Nizuc, con la autorización total del hotel Riu Riviera Cancún sobre un área de casi 21 mil metros cuadrados, dos hectáreas rebasadas.
Los diarios POR ESTO! dieron a conocer desde hace tres meses cómo la empresa espaí±ola busca construir un hotel en un área de humedales colindantes con dos áreas naturales protegidas, que son Manglares de Nichupté y Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Nizuc…, el parque marino.
Asimismo, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) ingresó una solicitud de revisión a los permisos otorgados al proyecto, tras conocerse las autorizaciones tanto federales como municipales.
En el caso del nivel federal, el 19 de diciembre la Secretarí­a de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto. Por su parte, el gobierno municipal prepara la licencia de construcción a través de la Secretarí­a de Desarrollo Urbano y Ecologí­a.
En este caso concreto, ningún grupo ambientalista se ha pronunciado por el riesgo que existe al construir una obra sobre humedales y también por la devastación de manglares que se viene, pese a que en esa área son más abundantes y menos alterados que en el famoso Tajamar.
Un estudio de la Secretarí­a de Turismo (Sectur) advierte que la zona de Punta Nizuc forma parte de diez sitios de riesgo en el paí­s por los efectos del cambio climático, pero esta advertencia fue omitida por el actual gobierno municipal.
Además, de acuerdo con el ”Estudio de la Vulnerabilidad y Programa de Adaptación ante la Viabilidad Climática y el Cambio Climático», elaborado por el Conacyt, afirma que la zona de Punta Nizuc está muy daí±ada por la erosión y la destrucción de manglares.
Sin embargo, aun con el estudio de por medio, entre el hotel Club Med y el Nizuc Resort & Spa, planean construir dos torres de 15 niveles cada una por parte de la cadena espaí±ola Riu, con una inversión de 95.6 millones de dólares.
Salvo el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, ningún otro grupo ecologista se ha manifestado o pronunciado en contra de la virtual devastación autorizada que se viene
Por el contrario, los grupos ecologistas de Cancún y Quintana Roo ni siquiera se han acercado a conocer el proyecto y mucho menos han establecido alguna estrategia para prevenir el ecocidio.
Que lo serí­a se debe a que el proyecto aprobado por la Secretarí­a de Medio Ambiente y Recursos Naturales se encuentra en una zona de vulnerabilidad ambiental y crí­tica.
De hecho, la zona donde se instalarí­a el complejo de la compaí±í­a espaí±ola posee máximo valor de gestión ambiental e í­ndice de vulnerabilidad costera en Cancún; lo anterior por la interrupción del transporte de sedimentos y los posibles cambios en la corriente litoral.
El proyecto original del hotel de 565 cuartos fue modificado ligeramente a 530 cuartos luego de que la Semarnat negara en el mes de marzo la autorización del hotel; considerado el quinto de la cadena Riu en Cancún.
El predio donde Riu podrí­a construir su complejo fue beneficiado por el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) de la actual administración municipal; ya que este instrumento de planeación permitió pasar de una construcción de 75 cuartos por hectárea y tres niveles de altura, a una densidad neta de 270 cuartos por hectárea y máximo 565, con altura de 20 niveles o 70 metros.

 

poresto.net

Graciela Machuca

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