En Tulum ya reaparecieron quienes siembran el caos y solo buscan su beneficio personal 

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

Mientras se acercan las elecciones del 2 de junio de 2024 el ambiente político en Quintana Roo se empieza a calentar, las deslealtades están aflorando, los intereses personales se priorizan sobre los colectivos, los acuerdos previos dejan de tener valor y quienes tienen mejores posibilidades de escalar políticamente por su trabajo y convicción de servicio empiezan a ser objeto de ataques de diversa índole, son desacreditados y sus amigos los pueden vender al mejor postor, tan solo a cambio de esperanzas. 

Esto está sucediendo en todos los municipios de Quintana Roo, especialmente en Tulum donde el gobierno municipal y todo lo que política y económicamente representa se ha convertido en la manzana de la discordia, por lo que personajes que carecen de autoridad moral y trabajo con la comunidad buscan unirse u operar por separado para llegar al gobierno municipal o realizan diversas acciones para incidir en el cambio de gobierno municipal que se avecina. 

El pueblo de Tulum conoce muy bien a esas actrices y a esos actores de la política que están acostumbrados  a privilegiar sus intereses a los de la sociedad y hoy en día ya volvieron a salir a la luz pública reclamando su participación y sus utilidades políticas, pero son de aquellos que cuando las crisis y los momentos difíciles para Tulum aparecen, ellos se esconden, se refugian en sus negocios, mientras las aguas se calman y aparecen sintiéndose con  el derecho de ser tomados en cuenta, porque si no les dan arrebatan. 

Estos personajes quieren tener el control de todo Tulum para poder beneficiarse económicamente de obras del gobierno federal como el Aeropuerto Internacional que operará la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), las obras complementarias del Tren Maya, así como el desarrollo inmobiliario que ya se tiene previsto.

El negocio de bienes y raíces es la joya de la corona para quienes saben que desde el gobierno municipal se marcan las directrices, mismas que se pueden violar cuando el bienestar de la comunidad queda en segundo término y se prioriza el tráfico de influencias, el cohecho, a pesar, que esas decisiones vayan encaminadas a generar el caos en el desarrollo urbano del municipio. 

Solo por citar un ejemplo, recientemente se hizo público un presunto fraude inmobiliario en Tulum, como resultado que la firma Genco vendió lotes a partir del 2018 en el desarrollo denominado Aire Tulum.  

El predio fraccionado está identificado como Solar Urbano, lote número 5, de la manzana 914, supermanzana ocho, región 12, tiene una superficie de 124 mil 418.09 metros cuadrados, para poder vender los lotes de diversas dimensiones utilizaron contratos de promesa de compraventa.  

Hasta el momento, las personas compradoras no han recibido el lote por el que pagaron, La empresa vendió lotes a pesar que el predio tenía un gravamen y un embargo preventivo, de acuerdo a información del Registro Público de la Propiedad y del Comercio del Estado de Quintana Roo. 

Tanto en materia de desarrollo urbano, seguridad pública, servicios públicos diversos, licitaciones públicas, asignaciones de obra y prestación de servicios, entre muchas otras funciones establecidas al Ayuntamiento desde el Artículo 115 constitucional y las leyes secundarias, son las líneas de negocios que buscan usufructuar esos personajes que se esconden detrás de ciudadanos que defienden causas legítimas, pero que están muy alejados de los intereses económicos de quienes dicen preocuparse por el bienestar social y prueba de ello son sus grandes fortunas que ha ido acumulando trienio tras trienio en el gobierno municipal o en las administraciones de los gobiernos federal y estatal. 

Tulum seguirá recibiendo, por lo menos en lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, inversión pública y privada para complementar las obras ya mencionadas como es el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional y esos personas de la política y de los negocios, con sus principios autoritarios y caciquiles buscan ser beneficiados en el reparto de las utilidades de esos capitales. 

Este municipio cuenta con muchas necesidades históricas, las cuales se han convertido en el reto de toda administración municipal que trabaje por convicción de servicio, pero quienes están sembrando el caos en el municipio, previo a las elecciones del primer domingo del 2024 han tenido la oportunidad de trabajar para resolver esas necesidades, porque además, las conocen muy bien, pero a su paso por los gobiernos municipales, como integrantes del Ayuntamiento o beneficiarios del presupuesto municipal, han privilegiado su interés personal y han permitido y alentado a que el rezago social se incremente. 

Cifras de la Secretaría del Bienestar del Gobierno Federal, así como del CONEVAL, detallan las condiciones de pobreza y pobreza extrema que viven al menos el 58 por ciento de la población de Tulum, pero esto no le importar a esos personajes que buscan formar parte del gobierno municipal o ser socios de los que lleguen a gobernar para hacer negocios, pero no contribuir al desarrollo integral del noveno municipio de Quintana Roo. 

Este proceso electoral que se avecina es la oportunidad ideal para que la ciudadanía de Tulum identifique a quienes realmente trabajan y han trabajado por el desarrollo del pueblo y por atender las necesidades de la población en condiciones de vulnerabilidad y actuar en consecuencia a la hora de participar en la jornada electoral del 2 de junio de 2024, el primer domingo del mes de junio próximo. La participación política-electoral de la ciudadanía es fundamental para cambiar el comportamiento de la clase política de Tulum y de todo el país.

Graciela Machuca

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