Con autoritarismo y discriminación, Maricarmen Hernández Solís cerró las puertas del palacio municipal al pueblo de Felipe Carrillo Puerto

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 Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

Maricarmen Candelaria Hernández Solís, presidenta municipal con licencia de Felipe Carrillo Puerto y aspirante a reelegirse en el cargo por su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), tiene muchos pendientes con las diversas comunidades que integran el municipio, a las cuales solo las engañó durante el proceso electoral de 2021, porque se despachó con la cuchara grande a la hora de prometer, pero cuando ya fue gobierno, todas esas promesas de cambio las hizo realidad pero para su familia y socios.

A la población maya de Felipe Carrillo Puerto no se le olvida que desde que Hernández Solís tomó posesión como presidenta municipal, la primera orden que dio es que nadie podía entrar al palacio municipal, si primero no se registraba y justifica su visita con una cita previa, de lo contrario, nadie puede entrar al bunker en que convirtió la sede del gobierno municipal, lugar que el pueblo consideraba su casa.

Con esta restricción a que el pueblo llegara a su casa como lo hacia con anterioridad, se dejó de atender a muchas autoridades y comisiones de vecinos que iban a plantearle a la autoridad municipal un problema; lo más grave de esta prohibición de que la gente llegara al palacio municipal, es que se dejó de atender a las personas humildes y de escasos recursos económicos que llegaban a pedir alguna ayuda económica para comprar algún medicamento o alguna gestoría para conseguirlo en otra parte.

Antes que llegara Maricarmen Candelaria al gobierno de Felipe Carrillo Puerto, la población de todo el municipio tenía la oportunidad de ir a tocar las puertas de las diferentes direcciones y regidurías para realizar algún trámite o alguna gestión en beneficio de sus familias o comunidades, pero ahora, el distanciamiento es tal, que ese cerco policiaco que instrumento en la puerta del palacio municipal ha alejado a la población, prefieren ir a la radio local a pedir apoyo a la ciudadanía o a presentar sus quejas al aire, porque la comunicación con la autoridad municipal ya no existe.

La administración municipal de Maricarmen Candelaria Hernández Solís es un ejemplo de los intereses que realmente defiende MORENA, que son únicamente los de la clase política en el poder, porque a la gente del pueblo de Felipe Carrillo Puerto se le tiene en el olvido, en la marginación, pero eso sí, con el mayor cinismo posible ha iniciado el recorrido en busca del voto popular, con el discurso que les seguirá cumpliendo, lo cual ya nadie le cree. 

A Maricarmen Candelaria la conocen muy bien en todo el municipio de Felipe Carrillo Puerto, porque desde octubre de 2021 a la fecha, no les ha cumplido lo que les prometió durante la campaña electoral pasada. 

Afortunadamente, en las diversas comunidades ya existe más organización comunitaria e información, que lleva a sus habitantes a exigir sus derechos que como ciudadanía tienen y que la presidenta municipal, por más que sea del mismo partido de Andrés Manuel López Obrador, les tiene que cumplir, si es que quiere reelegirse, de lo contrario tienen otras opciones para votar el día 2 de junio.

A la presidenta municipal que quiere reelegirse la conocen muy bien, por sus desplantes autoritarios como lo demostró en enero de 2023 cuando intentó regañar a las comunidades de Yalchén y San Silverio, de quienes pensó que no tenían memoria, porque durante su campaña de 2021 les ofreció, que llegando al gobierno realizaría los trámites ante el Cabildo y los convenios necesarios con el Ayuntamiento de Tulum para ambas comunidades pasaran a pertenecer formalmente a este municipio.

Desde luego que no les iba a cumplir, porque lo que le interesa son los votos y los recursos estatales y federales que llegan al municipio por la existencia de estas dos localidades.

A mediados de enero de 2023, se trasladó con integrantes de su cabildo a San Silverio para supervisar una obra que se estaba llevando a cabo con el apoyo de la comunidad, pero no se imaginó ni se previno que las comunidades la estaban esperando para reclamarle su incumplimiento.

Le reclamaron que por su culpa, el gobierno de Tulum se olvidó del compromiso de anexarlos a su jurisdicción, porque Maricarmen no quiso llegar a un acuerdo, eso implicaba que los recursos le iban a disminuir a Felipe Carrillo Puerto, para pasárselos a Tulum, ayuntamiento que se haría cargo de las localidades de referencia.

Como una muestra de su intolerancia le hizo frente al delegado de San Silverio, a quien acusó de cobrar en el Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto, lo cual le desmintieron en el acto. Amenazó con llevarse la maquinaria. Les dice “nos llevamos las maquinarias y ya a nadie le toca nada”. Junto con los funcionarios municipales se retiró sin darle a los habitantes una explicación del porque de su falta de cumplimiento de su palabra.

Graciela Machuca

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