Estrategia de seguridad pública en Quintana Roo se basa en el “aquí no pasa nada”

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Necesariamente Incomoda 

Graciela Machuca Martínez

El caos que se vive en Quintana Roo en materia de seguridad pública es el resultado de las erradas estrategias que los gobiernos locales y federales han implementado durante los últimos años, sea del color que sea, la respuesta de los gobiernos al ascenso de la violencia ha sido: son hechos aislados, aquí no pasa nada, vivimos en paz, sin embargo, el número de familias que son víctimas de la violencia sigue creciendo.

El asesinato de un mando policiaco de alto rango de la Secretaría de Protección Ciudadana, experto en inteligencia, en seguridad penitenciaria y que trabajaba en coordinación con autoridades federales para identificar a elementos estatales vinculados con la delincuencia, es una prueba que el problema no se resolverá si siguen cerrando los ojos y leyendo discursos de “orden y progreso”, porque esa realidad solo está en la mente de la clase política de la 4T, pero no del pueblo de Quintana Roo.

Fermín Cortés Burgos fue asesinado a la hora que conducía una motocicleta y ser perseguido por hombres armados a bordo de una camioneta.

Al tratar de evadir el ataque chocó con un taxi sobre la Avenida Chetumal, casi al llegar al cruce de la calle Tecnológico de Veracruz, en la colonia Solidaridad, cerca de la Zona Naval en Chetumal.

Al impactarse con el taxi, Fermín cayó al piso, lo que aprovecharon los asesinos para dispararle a quemarropa. Recibió al menos 20 impactos.

La víctima fue efectivo de la Secretaría de Marina, director del Penal de Cancún y responsable de diversas áreas en otros penales de la entidad, actualmente se desempeñaba como pieza clave en el área de inteligencia de la Secretaría de Protección Ciudadana de Quintana Roo. Era un experto en inteligencia, con formación militar y desempeñaba tareas especiales en la policía de la entidad.

Apenas, el pasado domingo, un comando armado secuestró a un ingeniero militar en Chetumal, cuando viajaba en un automóvil particular con su esposa y su menor hijo. 

Luego de algunas horas, los secuestradores lo dejaron en libertad en el estacionamiento de una plaza comercial y supuestamente lo confundieron, de acuerdo a lo que informó el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, pero ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada de la construcción del Tren Maya, ni las autoridades locales han informado sobre estos hechos.

El miércoles 24 de abril, alrededor de las 22 horas, un policía y su hijo de 16 años de edad viajaban en una motocicleta cuando fueron baleados en Chetumal.

El menor de edad murió en el lugar de los hechos, mientras que su padre resultó lesionado y fue trasladado a un hospital de la ciudad.

La agresión tuvo lugar en el cruce de las calles en la colonia Flamingos. Los asesinos viajaban en un automóvil Hyundai Atos, color blanco.

Horas después, la Fiscalía General del Estado dio a conocer que detuvo a dos personas presuntamente involucradas en el ataque del policía y su hijo, del resto de las investigaciones solo hay hermetismo.

Asesinatos de policías y militares en Quintana Roo ya es algo recurrente y su característica es la impunidad. 

En septiembre de 2019 se informó del asesinato de José Antonio Archi Yama, comandante del desaparecido Mando Único de la Policía Estatal de Quintana Roo en el municipio de Solidaridad. Días antes de ser encontrado su cadáver fue secuestrado y un grupo criminal difundió un video en donde la victima declaraba que había sido privado de su libertad por haber detenido a integrantes de ese grupo delincuencial.

Ante la falta de justicia es necesario recordar que durante el año 2023 fueron asesinadas seis custodios del penal de Cancún, tres mujeres y tres hombres.

El 15 de diciembre fue asesinada Maricela J, de 35 años de edad, alrededor de las seis de la mañana después de terminar su turno; el 26 de septiembre, la víctima fue Jonás Gregorio Martínez, supervisor del puesto de control, también al salir de su turno, cuando un hombre le disparó tres veces en la cabeza.

Luz de Alba “N”, fue asesinada de tres balazos el 18 de octubre, a la hora que salía de su domicilio ubicado en el fraccionamiento Prado Norte, para dirigirse a laborar como custodia en el CERESO de Cancún.

El día 17 de mayo, por la mañana, fue asesinado a balazos, también al salir de su domicilio, en la región 98 de Cancún, el custodio Roberto “N”.

A finales de septiembre de 2023, en la región 260, fue asesinada a balazos la celadora del Centro de Retención Municipal “Torito”, Olga Lidia N., quien era custodia del CERESO de Cancún, pero por amenazas de muerte recibidas fue cambiada de centro de trabajo.

El 25 de octubre de 2020, el entonces secretario de Seguridad Pública del gobierno estatal, Jesús Alberto Capella, informó que fue asesinado el comandante José Carlos Ortiz Ontiveros, responsable de los custodios del CERESO de Cancún.

Los asesinatos en Quintana Roo han generado una psicosis colectiva, sin embargo, para las autoridades, “aquí no pasa nada”.

Graciela Machuca

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