México recibe a los nuevos gachupines’

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elpais.com

Desde que comenzó la crisis en Espaí±a, y cada vez con mayor frecuencia, no es extraí±o encontrar las terrazas de los bares de la capital de México repletas de espaí±oles que piden caí±as en vez de chelas o el montadito de Ibérico en lugar del taco con guacamole. En barrios como el de la Condesa del Distrito Federal ya no es llamativo escuchar a alguien hablando de ”coger» el metro. ”En los restaurantes y en la calle se escucha mucho acento espaí±ol», dice Alejandro Santos, un gallego que vivió en México entre 2009 y 2010 como becario de laCámara de Comercio de A Coruí±a y que este aí±o ha vuelto para trabajar. ”Cuando llegué, en 2009, nos conocí­amos todos, ahora te pierdes», asegura.

Su presencia se deja notar en las actividades más cotidianas. En Pilates Condesa, un centro deportivo situado en este mismo barrio burgués de la capital mexicana, su coordinadora, Elena Morales, afirma que en lo que va de aí±o el incremento de alumnos espaí±oles se ha duplicado. Lo mismo percibe Guadalupe Dí­az (31 aí±os), fundadora de GDS México, una empresa dedicada a facilitar la instalación a expatriados. ”Para ampliar mi cartera de clientes antes tení­a que salir a buscarlos. Asisto a eventos, voy a embajadas… íšltimamente, con irme a una cafeterí­a de Polanco me voy con tres o cuatro contactos», comenta.

No hay cifra oficial del número de jóvenes espaí±oles que han llegado a México desde el inicio de la crisis porque muchos entran como turistas. Pero el incremento en el número de entradas puede verse en los datos parciales. Según la Secretarí­a de Gobernación, 7.630 espaí±oles han conseguido un permiso de trabajo (FM3) en México por primera vez en los últimos cuatro aí±os. Y el Instituto Nacional de Estadí­stica (INE) recoge que, de enero a octubre, habí­an salido de Espaí±a 54.912 nacionales, un 21,6% más que en el mismo perí­odo del aí±o anterior. El INE contabilizaba a 1 de enero un total de 17.956 jóvenes de 20 a 34 aí±os viviendo en México, cuando hace cuatro aí±os la cifra era de 11.258.

”Al ser una economí­a emergente y en crecimiento (aunque lento) y tener un mercado enorme, hay múltiples motivaciones para autoemplearte con creatividad y empeí±o. Eso ahora en Espaí±a, por muchas ganas que tengas, es muy complicado», apunta Cristina Cabrero, de 40 aí±os, que trabaja en el equipo de prensa de la Consejerí­a de Información de la Embajada de Espaí±a en México.

La opinión generalizada es que este paí­s da más oportunidades

Para Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de laUniversidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta constituye ”sin duda» una tercera oleada de inmigrantes espaí±oles, después de las sucedidas a finales del siglo XIX y tras la Guerra Civil, en 1939. ”Se trata, eso sí­, de una inmigración con caracterí­sticas absolutamente distintas a las anteriores debido al cambio en las interacciones que se dan ahora entre los paí­ses como resultado de la globalización. En este sentido, una parte importante del nuevo flujo de inmigrantes es resultado de las conexiones espaí±olas con las empresas mexicanas, a través de la importación de productos de consumo popular como puede ser el comercio textil». Para Welti, la cualificación de los jóvenes espaí±oles que van hacia América —”fundamentalmente a Panamá, México y Brasil»— es menor que la de aquellos que se dirigen hacia otros paí­ses de la UE. ”Cuando llegan, la labor de los espaí±oles se orienta hacia el sector servicios» —comercio y turismo en muchos casos—.

”Exótico es volver por Navidad»

ANTONIO SABATER Director creativo

Antonio Sabater, 34 aí±os, trabaja desde marzo de 2011 como director creativo de Enova México, una empresa social para el acceso a las tecnologí­as en comunidades de bajos ingresos. Estudió diseí±o y aquitectura y ya habí­a vivido fuera de Espaí±a (Dubai y Bahrain). Tuvo una oferta de trabajo en México. ”Llevaba casi dos aí±os en Oriente medio y decidí­ cambiar de aires. Espaí±a no era el lugar debido a la crisis y ya estaba en la dinámica de trabajar fuera de Europa». Se ha adaptado totalmente a partir del segundo mes. ”Ayuda el idioma, la amabilidad de la gente, la belleza del paí­s, la historia compartida…».
Ha notado la llegada de paisanos. ”Contactas con grupos de espaí±oles y siempre aparece alguien en búsqueda de trabajo. Entre todos, intentamos echarles una mano». Su recomendación: ”Primero que intenten venir con trabajo, porque es duro el proceso de búsqueda en un paí­s extranjero. Que tengan paciencia con los procesos burocráticos. A veces las cosas no funcionan. Por lo demás, que disfruten de un paí­s maravilloso: se come realmente bien, los viajes pueden llegar a ser mágicos y las oportunidades están a la vuelta de la esquina». í‰l, por lo pronto, no vuelve a Espaí±a. «De momento no tengo intención de volver excepto para ver a la familia, cosa que me gustarí­a poder hacer con mayor regularidad. Para mí­, lo exótico es volver a casa en Navidades».

¿Qué lleva a los espaí±oles a México? En el contexto de crisis actual, con la recesión azotando a las economí­as desarrolladas y el ascenso de los paí­ses emergentes, el Fondo Monetario Internacional prevé que México se convierta, antes de 2017, en la primera economí­a de habla hispana. El hecho de ser, junto con Brasil, una de las potencias pujantes de América Latina, así­ como la proximidad lingí¼í­stica o una tasa de paro de apenas el 5% —aunque el empleo informal ronda el 30%—, hacen de este un destino atractivo para los jóvenes que buscan trabajo. Según los datos del Eurostat, en octubre de este aí±o la tasa dedesempleo juvenil en Espaí±a se situó en el 55,9%, la segunda más alta de toda la eurozona, por detrás deGrecia, con un 57%.

”Después de acabar un posgrado en la universidad tuve la oportunidad de hacer prácticas en un periódico mexicano durante tres meses. En Espaí±a llevaba meses buscando algún trabajo remunerado y era imposible que la combinación de prácticas, periodismo y salario fueran compatibles más allá de los 300 euros, así­ que hice la maleta», cuenta Almudena Barragán, periodista madrileí±a de 24 aí±os instalada en el DF desde hace ocho meses.

La opinión generalizada es que México da más oportunidades. Lo dice Sandra Durán, interiorista madrileí±a de 40 aí±os, que no trabajaba de lo suyo en su paí­s de origen pero que ahora ha montado una empresa con un socio local. ”Definitivamente sí­, en México hay trabajo», dice. Lo corrobora Lorenzo Baladrón, coordinador de Gestión Financiera del programa Escuelas de Calidad en la Secretarí­a de Educación Pública de México, de 36 aí±os. ”Tanteando el mercado no solo encuentras más oportunidades laborales sino de mayor responsabilidad, peso y proyección. En México se valora mucho la formación de calidad así­ como el hecho de tener experiencia internacional, idiomas, etcétera», seí±ala. Toni Marí­, periodista valenciano de 36 aí±os, llegó en septiembre al quedarse sin trabajo en Espaí±a y en diciembre empezó en su nuevo puesto. ”En casi tres meses he tenido más entrevistas en México que en dos aí±os en Espaí±a». Alejandro Santos, que se marchó en 2010, se suma: ”Las empresas tienen más margen de crecimiento, lo que se refleja en rápidas promociones y más responsabilidades para el empleado. Además, si llegas con una empresa espaí±ola, como es mi caso, eres la persona de confianza», dice.

En casi tres meses he tenido más entrevistas que en dos aí±os en Espaí±a

Toni Martí­,  periodista valenciano

Sin embargo, no todo es color de rosa. Barragán tardó tres meses en encontrar un nuevo trabajo. ”La imagen que a veces se da de América Latina es que en cuanto pones un pie en ella te llueven las ofertas de trabajo y no es así­. Hay que moverse y buscar… el sueí±o latinoamericano es complicado de lograr. La ventaja que sigue existiendo, por lo menos en México, es que todaví­a se crean puestos de trabajo», seí±ala.

Para los extranjeros hay un antes y un después desde el mes de noviembre. ”El dí­a 10 entraron en funcionamiento los cambios en la ley de migración que hacen necesarios más trámites para obtener el permiso de trabajo en México», explica el abogado Omar Fesh. ”Antes de esa fecha lo habitual era que el extranjero ingresase como turista y una vez en territorio nacional constituyese una sociedad o fuese contratado por una empresa, con lo que, sin salir de México, podí­a solicitar al Instituto Nacional de Migración el permiso. Ahora, el que entra como turista y desea realizar una tarea lucrativa debe, después de constituir la sociedad, inscribirla en Migración, salir del paí­s y solicitar desde el consulado la internación. Una vez obtenido el visado regresa a México y ya dentro del paí­s cambia su fórmula migratoria obteniendo el permiso de trabajo». Estas modificaciones han provocado un retraso en el proceso de dos meses.

”Tardé un mes en lograr trabajo»

ANA PASCUAL. Gestora de proyectos

Ana Pascual, de 29 aí±os, estudió Comunicación Audiovisual y llegó a México hace cuatro aí±os, a finales de 2008. ”Al terminar la carrera y empezar a trabajar, quise tener la experiencia de vivir en otros paí­ses. Ya habí­a vivido en el extranjero, en Italia, gracias a la beca Erasmus, pero querí­a hacerlo también trabajando. Fue entonces cuando oí­ hablar de las becas que da el Instituto Espaí±ol de Comercio Exterior (ICEX) para la Internacionalización de la empresa. Aproveché esa oportunidad y mi destino fue México. Una vez aquí­ las oportunidades se han ido enlazando». ”He buscado trabajo dos veces y la vez que más tardé fue un mes. De todas formas, requiere tiempo encontrar uno bueno ya que el mercado de trabajo se mueve sobre todo por contactos», precisa.

Guadalupe Dí­az, de GDS México, ha percibido también el endurecimiento de las condiciones para muchos expatriados, que siempre habí­an sido trabajadores privilegiados. ”Antes vení­an con un mí­nimo de 30 dí­as de vacaciones, coche, piso pagado, dos vuelos a Espaí±a…», recuerda. Conoce alguna empresa que le ha dado un ultimátum a decenas de empleados: ”O a México o a la calle». También percibe que la valoración del trabajador espaí±ol ha caí­do. ”Antes éramos especialistas, daba igual en lo que trabajases. Ahora tengo la sensación de que de aquí­ a no mucho tiempo, habrá más mileuristas«.

El consejero comercial de laEmbajada de Espaí±a en México, Francisco J. Garzón Morales, explica que la práctica totalidad de las personas que reciben en su departamento son graduadas superiores. La oficina se encarga de orientar a las empresas a la hora de dar sus primeros pasos en México. ”En general, los que vienen suelen tener una experiencia previa en Espaí±a. Son personas de perfil técnico, como ingenieros, arquitectos o economistas». El tipo de compaí±í­a varí­a y los motivos para instalarse en México también son diferentes. ”Lo normal es que su llegada al paí­s constituya un paso más dentro del proceso de crecimiento natural, pero sí­ es cierto que cada vez se ven más empresas que no vienen a internacionalizarse, sino que no les queda más remedio, porque en Espaí±a no hay trabajo. Todaví­a son las menos, pero cada vez hay más». Garzón Morales considera que en México hay un nicho de mercado para determinadas empresas espaí±olas, como las relacionadas con el ámbito de las TIC (tecnologí­as de la información y la comunicación) o el mundo de la construcción.

”Cada vez hay más gente, conocidos o no (por ejemplo a través de Linkedin) que me preguntan por trabajo en México», asegura Lorenzo. Entre los que van y los que vienen, han sido muy comentadas las palabras de la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, que aseguró que los jóvenes emigran por ”impulso aventurero». ”Con más del 50% de paro juvenil en Espaí±a el crecimiento personal, profesional y laboral está a 10.000 kilómetros de casa. La mayorí­a de mis amigos ha emigrado como yo, y muchos de los que siguen en Espaí±a han terminado su licenciatura y tienen que falsear su currí­culo para poder trabajar de dependientes o camareros después de no haber encontrado nada de lo suyo. Somos una generación de nuevos emigrantes. Emigrantes 2.0 con Skype, tarjeta de crédito y móvil 3G, pero emigrantes a fin de cuentas», opina Barragán. ”A la seí±ora Del Corral le dirí­a que más de un trabajador cualificado (joven o no) preferirí­a mil veces más vivir la aventura en su tierra, con su gente. Si no, que se lo pregunten a nuestras familias», dice Claudia Munaiz, periodista de 36 aí±os que lleva dos en la capital mexicana. ”Una aventura se corre por decisión propia no por imposición», agrega. Rafa ívalos, responsable de Desarrollo Internacional en Wellness Telecom, lanza un consejo a quien quiera ir a México: ”Quien busque sonrisas, encontrará sonrisas. Quien busque color, encontrará color. Quien no busque eso, mejor que se quede en el sofá viendo la tele».

”En Espaí±a el clima era pesimista»

RAíšL DEL RíO Arquitecto

Raúl del Rí­o, madrileí±o de 28 aí±os llegó a México con una experiencia laboral de alrededor de dos aí±os en arquitectura, ”dominando el inglés y con un nivel medio alto de alemán». Habí­a estado de Erasmus en Viena (Austria) y aquí­ buscó un futuro profesional mejor. ”Me encontraba trabajando en una empresa en Madrid en la que habí­a gente realizando prácticas por periodos superiores a tres aí±os. La verdad es que el clima era de absoluto pesimismo con lo que un dí­a decidí­ mandar el curriculo a estudios de arquitectura que me interesaban especialmente, sin importarme el lugar donde estuviesen. A la semana tení­a una oferta para venirme a México DF. Creo que nunca me arrepentiré de haber tomado esa decisión», asegura. ”He crecido profesionalmente mucho más de lo que lo podrí­a haber hecho en Espaí±a en la situación actual», reconoce. Ha notado que cada vez más empresas están llegado a México y, con ellas, mucha gente de alrededor de 30 aí±os.
El sistema laboral mexicano, matiza, ”es bastante diferente al espaí±o». ”Se trabajan más horas, no hay vacaciones durante el primer aí±o, y ocho dí­as a partir del segundo, hay mucho trabajo no regulado, (es decir sin contrato o falsos autónomos). Digamos que los derechos del trabajador son escasos, mientras que los de los empresarios son infinitos». Aún así­, su futuro ”a medio plazo» está en México, ”un paí­s maravilloso, pero con fuertes contrastes», resume.

Graciela Machuca

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