Refuerzan mentores el plantón en el Zócalo

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En el Senado y la Cámara de Diputados quedaron libres los accesos desde las primeras horas de ayer en que los cinturones humanos de miles de profesores disidentes, así­ como de sus techos de plástico y tiendas de campaí±a multicolores, lo que durante dos y tres dí­as, respectivamente, dificultó la celebración de reuniones del periodo extraordinario de sesiones.

En cambio, el plantón del Zócalo capitalino, instalado desde mayo pasado, volvió a repoblarse con el regreso de los docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes retornaron a reforzarlo.

Por la madrugada, cientos de maestros de Oaxaca, Michoacán y Distrito Federal comenzaron a levantar su tiendas de campaí±a, lonas, plásticos, mecates y camastros improvisados. Horas después ocurrió lo mismo en el cerco de San Lázaro, y para el mediodí­a ya se habí­an reabierto a la circulación vehicular los tramos ocupados de las vialidades Congreso de la Unión, Emiliano Zapata, Sidar y Rovirosa, Eduardo Molina e Ignacio Zaragoza.

Con el sol a plomo, tres profesores parecí­an ser los últimos en abandonar el cinturón humano. Uno era la oaxaqueí±a Palmira Ulloa, procedente del Istmo de Tehuantepec.

Cargados de bultos y a punto de abordar un taxi sobre la recién reabierta Congreso de la Unión, Ulloa comentó que se trasladaban al plantón del Zócalo para reforzarlo y esperar allí­ los resolutivos de la asamblea estatal de la sección 22.

Comentó que su estado es uno de los más marginados del paí­s y que los padres de familia de allá apoyan el movimiento magisterial, pues están pendientes de la lucha contra la reforma educativa que se intensificó desde el 19 de agosto. Todos en Oaxaca, agregó, esperamos una respuesta satisfactoria del gobierno federal.

En el Senado, la liberación de Paseo de la Reforma en dirección a Chapultepec comenzó durante las primeras horas de este sábado. El cinturón de protesta contra la reforma educativa y sus dos leyes secundarias —estas últimas recién aprobadas—, incluí­a Insurgentes y Antonio Caso y nunca fueron cerradas a la circulación, aunque sí­ bloqueó calles pequeí±as como Parí­s y Madrid.

La decisión de levantar los cercos —explicó varias horas después el dirigente del magisterio michoacano, Juan José Ortega Madrigal— fue un gesto de buena voluntad para abrir ví­as de diálogo, pero también porque no tiene sentido quedarse a cuidar un cascarón vací­o que no tendrá actividades en los siguientes dí­as.

Aseguró que los cercos tienen una función, que es abrir el diálogo, y si se alcanza esta meta, dejan de tener sentido, pues la instrucción de nuestras bases fue cercar durante el periodo extraordinario del Congreso, objetivo que se cumplió.

Muy cerca de las oficinas del Gobierno del Distrito Federal, adonde acudió la dirigencia de la CNTE para reunirse con senadores perredistas, Ismael, profesor de primaria en la región del Istmo, calificó de demonio a un gobierno que pretende dejar de ver y escuchar a sus maestros.

Nos quieren enlodar. Nos acusan de vándalos, pero son ellos, los que detentan el poder y toman todas las decisiones, los que no respetan la mí­nima legalidad, que es ser escuchado y tomado en cuenta.

A unos metros de Palacio Nacional, donde colocó una pequeí±a carpa azul para mantenerse en rebelión, junto a cientos de casas de campaí±a de todos colores que se multiplican más allá del perí­metro de la plancha del Zócalo, afirma: Es mejor morirse en la raya a que te corran como un cobarde cuando regreses a casa.

Junto a seis de sus compaí±eros, quienes viajaron durante horas desde sus comunidades de origen para sumarse a las movilizaciones nacionales, aseguró que venimos con nuestros recursos. Nadie nos pagó nada, y aquí­ estamos defendiendo la educación pública, pero también a los alumnos y a los padres de familia, porque si nos arrebatan la escuela, nos quitarán todo lo que nos queda.

Graciela Machuca

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